Pacto de coronas, el amor prohibido de la princesaUpdated at Jun 30, 2024, 12:52
La princesa Eleonora Grace, está destinada a contraer matrimonio con el príncipe Juan Montecruz del reino de Ardenia. Los monarcas gloriosos de felicidad, deciden hacer una fiesta para anunciar la unión de sus hijos y hacen invitaciones a todas las familias reales de los reinos y países cercanos.
Entre esos tantos, estaba el Conde Sebastián de Thornefield, un hombre poderoso talentoso y espantosamente atractivo, quien no pudo evitar poner ojos encantadores para seducir a la novia.
Eleonora se casaba prácticamente obligada, para mantener un legado familiar y establecer alianzas favorables para el reino.
Al ver al conde de Thornefield se sintió terriblemente atraída como si fuese por un hechizo encantador.
Al regresar a su alcoba real, confío a su dama de honor, una carta para ser entregada al respetable caballero con quién había compartido ciertas miradas cariñosas.
En la mansión Thornefield, Sebastián rodaba por su humilde alfombra de bambú. Intentando conciliar el sueño de alguna forma. Pero, fue interrumpido por uno de sus sirvientes quien le entregó una carta en un delicado papel de color rosa y adjunto iba un pañuelo bordado en hilos de plata perfumado con el aroma de la princesa Eleonora.
Ella le confesaba su amor prohibido, de inmediato él dio respuesta a esa carta movido por la pasión y le pidió que abandonara el matrimonio pactado para escapar junto a él, claramente no tenía miedo al poder de la realeza ni a las convenciones sociales.
A Eleonora poco le importaba las diferencias sociales, así que eso no era un impedimento. Sabía que su decisión sería un desafío y que crearía tensiones en la corte, pero debía escapar antes de que el matrimonio con el príncipe Juan Montecruz la condenará a la infelicidad.
Para el conde Sebastián de Thornefield, se vinieron desafíos considerables al lidiar con intrigas políticas y rivalidades en la alta sociedad. Sin embargo, su amor por Eleonora lo llevó a superar todos los obstáculos como duelos a muerte y todas las conspiraciones que amenazaban con separarlo de su amada.
Por su parte, la situación para la Princesa también se tornó angustiosa, generada por intrigas personales y de carácter mágico que amenazaban sus sentimientos por el conde, pero Eleonor demostró ser una líder compasiva y sabía salvaguardando su matrimonio y a su reino de agudas crisis, ganándose el respeto de su pueblo.