El Arte te libera; igual el verdadero Amor

1086 Words
“Mientras dure la vida, sigamos con el cuento” Carmen Martín Gaite Al entrar a aquella casa, volvió a sentir un escalofrío en toda su piel. Se detuvo para estremecerse. Siguió caminando, mientras su mirada se paseaba por todo el lugar; a cada espacio que volteaba, se encontraba con estatuas cuyos torsos mostraban genitales masculinos prominentes que eran acariciados por sus propias manos. Lucía sintió por primera vez un calor que venía desde sus entrañas y le iban incendiando la piel. Él volteó a mirarla. Señaló con su mano, mientras le dijo: –¡Estás son mis obras! Bueno parte de ella. ¿Qué le parece? Ella no sabía que decir. Recordó entonces una frase de su profesora de arte en el colegio. –“Lo menos que puede pedirse a una escultura es que no se mueva”– respondió ella en tono jocoso, con las implicaciones que aquello significaba. Su comentario lo hizo unir el entrecejo, ella pensó se había ofendido, hasta que él soltó una risa estrepitosa que la asombró. Ella rió entonces con su propio comentario. Aquella risa era tan genuina, aquel hombre era excesivamente atractivo y misterioso. Realmente quería saber de él. Estaba atrapada bajo sus encantos. Atravesaron la enorme sala, para llegar hasta un ventanal corredizo que permitía salir a un pequeño balcón. Había una mesa de con un estilo bastante vanguardista, y un par de sillas. Él le mostró para que ella se sentara. Ella se sentó, cruzó sus piernas gruesas y torneadas. Él no pudo evitar mirarlas. Eran hermosas y el color del vestido acentuaba el caucásico tono de su piel. –¿Me dices que eres reportera de una revista Artcon?– preguntó él con cierta perspicacia. –¡Sí, es una nueva revista! Recientemente hará su primera publicación y una de las nuevas estrategias es la de promover artistas cuyas obras permanecen en el anonimato. –¡Y si te digo que no tengo interés en darme a conocer? Ella lo miró sorprendida, pues aunque sus obras la perturbaban, sus piezas eran verdaderas obras de arte. –¡En ese caso, no tiene sentido mi presencia en este lugar!– respondió e intentó levantarse. –¡Siéntese, por favor Lucía! Tiene usted un genio bastante fuerte. Lucía lo miró sin decir nada. Volvió a sentarse. –¿Qué exactamente le gustaría saber? –Sobre su obra y algunos datos de su vida que estén relacionados directamente con su creación artística. Él asintió con la cabeza, cruzó su pierna y colocó su dedo en sus labios, mientras la veía fijamente. Este tipo de conducta es usado cuando no se desea hablar de algo o se intenta controlar, lo que se va a decir, según el lenguaje corporal. Ella sabía algo de eso, lo vio en sus clases de psicología en su penúltimo año. –Me parece genial lo que me planteas. Comenzando porque no me gusta hablar de mi vida personal con extraños y segundo porque considero que la creación debe superar al creador. Ella anotó lo que él decía, en su libreta. Pensó en que era un hombre muy inteligente en sus respuestas. Era perfecto, ¿sería real? –Muy buena su perspectiva sobre el artista y su arte. ¿Qué lo motivó a estudiar arte? Él permaneció callado por unos minutos, mientras vino a su mente el recuerdo de su padre. Desde pequeño siempre le gustó el arte, pero su padre, quien era judío, había soñado para él, la carrera de Médico, él también lo era. Ella observó como cambió su semblante y volvió a reestructurar la pregunta: –¿Por qué el arte? Victor, reaccionó y respondió automáticamente: –¡El arte es lo único que nos hace libre! Lucía quedó perpleja con aquella respuesta. Era justo lo que sentía cuando danzaba, su espíritu era libre, podia expresar en cada movimiento una emoción distinta y podia ser ella misma, sin máscaras. Entendía perfectamente cada una de sus palabras. Ahora ella permanecía en silencio, perdida en sus pensamientos. –¡Antes de continuar la entrevista, me gustaría saber un poco de ti!– dijo él y ella volvió al presente. –¡Ah sí! Claro por supuesto. Soy Lucía López, trabajo recientemente como periodista en la revista Artcon, nací en Caracas. Vine aquí… porque tenía interés en crear un reportaje más humano sobre el arte. –¿Vives en casa de Isadora?– preguntó él. –¡No! Me estoy quedando en el restaurante. –¿Eso a qué se debe? –No quiero irrumpir en la vida privada de mi tía. Además estaré allí sólo durante el tiempo que me lleve hacer su entrevista. –¡Será poco tiempo!– dijo con algo de pesar. –No sé, dependerá de cómo se vaya dando todo. –Pues de mi parte no hay apuros. Tengo pocas horas disponible para ello, pero te apoyaré en lo que pueda. –Muchísimas gracias, señor Castello. –Puedes tutearme. Llámame Victor. Ese es mi nombre. –Ok Victor– respondió ella con cierta tartamudez. Estaba nerviosa desde que llegó, no eran las estatuas las que provocaban aquel acelerado ritmo cardíaco, era ese hombre cuyo misterio la envolvía. –¿Por qué obras tan sexuales?– preguntó como si aquellas respuestas eran la develación de una verdad que deseaba oír. –Justamente porque nos han cercenado desde siempre la libertad de hablar de nuestros sexos, de sentir desde nuestro ser reproductivo y placentero. Aquellas palabras iban calando en sus entrañas, repentinamente sintió su v****a contraerse. Apretó con fuerzas sus piernas intentando calmar aquella respuesta instintiva, que no había sentido antes. Él pareció darse cuenta de su excitación. –¿Sucede algo? ¿te incomoda hablar de ese tema? –No, no en lo absoluto. Es algo de frío que estoy sintiendo– respondió Lucía. –¿Quieres que pasemos a la sala?– sugirió él. –No, estaré bien– dijo ella colocando sus manos dentro de sus piernas. Aunque él nunca había conversado mucho con las personas del pueblo, había algo en Lucía que lo hacía querer hablar con ella, querer saber de ella. Una extraña emoción estaba despertando en él. No tenía una explicación para ello. Sólo sabía que era nuevo en su vida y eso comenzaba a gustarle. Durante unas horas conversaron. El tiempo pasó de prisa, como suele pasar cuando te sientes realmente feliz. Ella le hacía preguntas y él respondía. De vez en cuando sus miradas se encontraban y sus corazones latían con vehemencia.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD