Emma se sienta enseguida, a su lado se encuentra Alejandro habían aterrizado en un piso liso de cemento y sucio, al instante la joven nota que están en un callejón. Ambos se encuentran levantados y comienzan a caminar para salir de allí mientras se encuentran hablando entre ellos.
—Emma ¿Quiénes eran ellos? —pregunta Alejandro.
La joven sabe de quienes habla.
—Esos vampiros son hermanos y sirven “según” — menciona entre comillas al hacerlo con los dedos. —Sirven a la familia Walker, pero en realidad al propio Nicolás.
Esta por decir algo más, pero el escándalo de los autos que ven en la calle a los extraños caminando hablando en un idioma diferente.
—¿Dónde estamos? Emma. —dijo Alejandro.
Emma no responde, voltea hacia un lado y ve una tienda de moda, lo toma de la mano van caminando entre la gente y al estar ya muy cerca de ahí solo entran allí, escuchan música y su alrededor es ropa de toda clase, apresura el paso ella al encontrarse en un pasillo con más ropa que se encuentra colgada en ganchos, maniquís promocionando la ropa que llevan puestas, ve la joven su alrededor y al ver que es seguro dice a su amigo.
—Parece que estamos en París.
—¿Cómo es posible? —dice escéptico el vampiro al ver que hace un momento estaban en el bosque Culm, y ahora que ambos hayan caído encontrándose en alguna ciudad sin esperar que sea una simple humana, la realidad es que estar a su lado hace que cada día se convierta más original que el anterior.
—Solo use la amúria del llavero tierra.
—¿Tierra? —pregunta de nuevo el notando que Emma le sorprende, reconoce cada día no es igual.
—Sí, te lleva a donde sea.
Alejandro la escucha como si fuera lo más normal al hablar de alguno de sus amúria, a lo que él pregunta:
—¿Cómo vamos volver?
—Tengo pensado utilizar el escorp...
—Bonjour.
Voltean al ser interrumpidos, sonríen ambos al ver que es una chica de uniforme elegante y muy común, aunque sencillo y ambos repiten lo mismo al preguntar Emma enseguida.
—Hola ¿Hablas español?
—¿Espagnol?
Asienten los dos con emoción.
—Poco. —dice lo más claro posible.
—Ok donde queda el pasillo de caballero, es para mi novio. —dice Emma haciéndose entender a la chica.
Una emoción surge en Alejandro, ella lo interpreta con señas para que le entienda que se refiere a la ropa, algo que al verla él no puede mentir le causa risa, pero la disimula.
—Oui. —responde la chica.
La siguen.
—¿Qué piensas hacer? —pregunta Alejandro al decírselo muy cerca al oído.
—Comprar ropa, debemos cambiarnos te dejare con ella debo ir a la sección de damas, enseguida vuelvo, — dice de repente. —Please help my boyfriend, I'll be right back. (Por favor ayuda a mi novio, ya vuelvo)
La señorita asiente, Alejandro y la joven la miran irse hacia otro pasillo de ropa, de algún modo el inglés la ayudaría, es como descubrió que la chica la entendió mejor, llega al pasillo de damas toma uno que otro pantalón al igual que camisas, playeras y blusas, también algunas más entre uno que otro overol, ropa interior y uno que otro traje de baño. Al tener ya todo solo volvió a donde su amigo y la chica, están los dos, pasan a los probadores y revisan si la ropa les queda bien han elegido cada uno cuales llevar. Ahora ambos se encuentran sosteniendo sus ropas, se encuentran yendo los dos hacia el cajero.
—¿Cómo lo pagaremos? —dijo Alejandro.
—Tengo dinero viejo. —dijo Emma muy tranquila.
—Mientes. —dice Alejandro al mirarla y pensar que ella es una ladrona.
—No, pero el dinero que traigo es de mi familia, no la de Zarquiria, sino la de mi familia Goem que es algo vieja, pero muy necesaria, ahora ellos no lo usan, no es mentira es real que algunos vampiros son adinerados como los míos. —dijo Emma.
Al estar formados para pasar a la caja y pagar al ser atendidos por un chico muy agradable y atento, solo pagaron. De ahí se dirigieron cada uno al baño solo a cambiarse, Alejandro guarda en la mochila que le dio Emma su ropa que se había quitado el, de ella ya estaba en la mochila ahora ella lo estaba esperando afuera, ya se había cambiado de ropa al a ver decidido traer puesta unos pantalones de color azul marino con una blusa gris para después tener puesto un suéter tejido que ella sintió muy calientito en color menta, con tenis del mismo color que lleva puesto, de ahí ve salir a Alejandro en su ropa casual en colores oscuros, algo que al principio no le agrado a ella, pero al verlo en esa ropa realmente le favorecía y no solo por ser un vampiro, de algún modo presentía Emma que el quizás desciende de una familia vampírica que leyó una vez en la biblioteca de su hogar en Goem, en el libro mencionaba a un tal Dante y a su sociedad que comúnmente vestían generalmente vestimenta oscura al ser vampiros cazadores, espías o investigadores, piensa ella por un momento, intentando recordar aquellas palabras que leyó en esa página del libro, ah, la palabra era protectores de reliquias secretas, y si miraba al rostro y ojos de su amigo estaría segura de que el retrato que se encuentra colgado en la biblioteca es demasiado parecido a él.
—Emma en ¿Qué piensas? —pregunta Alejandro a mirarla de forma pensativa y un brillo que se nota a los ojos de ella, como si haya descubierto algún secreto.
—Nada, — solo lo mira de pantalones, playera, zapatos y chaqueta, Emma solo sonríe. —Todo un black, — al tener ella en sus manos unos lentes negros a lo que enseguida se encuentran muy cerca el uno del otro y ella solo le pone los lentes oscuros. —Listo te vez muy cool. —dice al medio reír de lo que dijo y arrugar su nariz, al hacer un gesto gracioso al pensar que extraña mucho a su novio.
En cambio, Alejandro presiente sintiendo el peligro, al pensar o solo asentir por un momento que por primera vez en toda su vida el deseo que rondaba por su mente al ser que tal vez debería parar y confesar, o solo ir hacia atrás, pero no cambiaría nada, continuaría aquel pensamiento en él, aunque intentara evitarla fingiendo como lo ha hecho sin decir palabra sobre el tema, solo saber que ella se siente bien y que el viaje no acabe al ser que están yendo a lugares que él hace tiempo prometió no volver a visitar, en cambio sabe que estarán bien aun con tropiezos al ir demasiado lejos, porque solo serían ellos dos.
—Es ¡Héctor! —dice Emma con emoción al contestar la llamada.
Alejandro vuelve en si al dejar a un lado sus pensamientos y ver esa alegría en ella, de que en la otra línea se encuentra su novio hablando con ella y escuchando lo que ella dice al él.
—No podemos hablar.
—Quería contarte ya estoy en casa. —le dice Héctor que se encuentra recostado a su cama tapado con su edredón mientras habla con Emma, y él mira hacia el techo solo escuchándola.
—En serio genial me alegra.
—Pero ¿Estas bien?
—Si estoy bien ya sabes conociendo, pero algo cansada con el cambio de horario.
Emma sentía mucho mentirle, pero es por su protección, sabe muy bien que si llega a ser una especie de vampiro o hibrida cambiaría su relación de novios, pero evita pensar en eso.
—Debo cortar acaba de entrar mi hermano a mi cuarto.
—Ok cuídate y saludos a tus papás y a.
—Si amor tú también cuídate te extraño.
—Igual cuídate te quiero.
En eso ellos se despiden y Emma cuelga, voltea a ver a Alejandro al notar que en toda la llamada no le quito la mirada, pero ahora están en la calle. Al ir caminando.
—Lo extrañas ¿Cierto? —pregunta Alejandro al darse cuenta que lo ha dicho en voz alta, solo calla.
—Sí, lamento mucho mentirle y que me veas hacerlo.
Ambos se detienen un momento, Alejandro se quita los lentes oscuros para mirarla al mover la cabeza y sonreír de un lado y solo abrazarla, de repente.
—No lo sientas, solo lo estas protegiendo porque haz aceptado sin saber lo que vendrá, pero la cosa es ¿Quieres continuar? —dice Alejandro al tenerla abrazada.
Al escuchar eso Emma y tener de perfil su cabeza pegada al pecho de el sin escuchar o sentir los latidos de su corazón y en vez de eso sentir su frio que traspasa su ropa, sonríe al responder al seguir abrazados.
—Si desde niña lo he querido.
Voltea a mirarse ambos.
—Gracias.
El solo le da un beso en la frente que siente Emma el frio de sus labios. En eso ven ambos al notar y mirar su alrededor, se encuentran ellos dos en un callejón entre un restaurante y un local a lo que él ve que ella saca de su bolsa piernera el reloj que mira, y que también Alejandro observa, no sabe que espera ella que pase, pero, aunque el silencio se mantiene entre los dos acompañados por el escándalo de la ciudad, entre gente pasando, los escandalosos autos y las pláticas de humanos extraños. Los dos se encuentran sin decirse nada ni mirarse entre sí, solo sus vistas están fijas en el reloj, el intenta decir o solo mencionar una palabra, pero solo se mantiene callado, esperando a que ella diga algo, pero al ver que no dice nada quita de su vista el reloj que se encontraba en la mano de Emma sostenida, voltea a ver a su amigo.
—Ok ¿Estás listo? —pregunta Emma al guardar de nuevo al bolso el reloj y mantener ahora su mano dentro de otro de sus bolsillos que son de la piernera.
—Listo si ¿Qué haremos? Emma. —dijo Alejandro de una forma escéptica al ver que ella saca un llavero de cadena con una bolita colgando en ella color entre negra y azulada, mostrando un perfecto escorpión.
—Esto es importante, la única forma de pasar será solo utilizando esta amúria, — él la mira, entiende lo que habla, en cambio para ella sostener ese objeto que cuelga y que obtuvo fácilmente al a vérsela quitado a Nicolás aquella noche en la reunión, cuando el mayor los vio discutiendo y después ella haya ido a hablar con él a solas, y es como obtuvo de forma genial para ella aquella amúria. —Solo espero no estemos allí por mucho tiempo. —dijo Emma.
No dijo más y a continuación solo la lanzo al suelo rompiéndola con el zapato, un agujero se formó como remolino de líneas azules y Alejandro solo la vio saltar dentro y el solo la siguió, aquello empezó a desaparecer, pero antes dos más entran en el agujero.