Aliento de vampiro: De Kisla a Goem. Vol.2

—“Cuando dije su nombre doña Reina casi se desmaya, se sienta en el sillón don Aurelio dijo: —A ver a ver con calma Mónica que pasa, como lo conociste y hace ¿Cuánto tiempo? Yo vi a don Aurelio con sorpresa y le dije: —Don Aurelio lo conocí aquí hace dos noches. El me contesto: —Eso es imposible.” La joven se detiene antes de continuar leyendo al tomar agua de su botella de aluminio en color blanco, con la imagen de un gato n***o estampado. Continúa leyendo al micrófono. —“Doña Reina dijo: —Déjala Aurelio, que acabe de decirnos como lo conoció, sigue hija sigue. —Yo platique dos noches seguidas con el acá afuera, me dijo como se llamaba y que los quería mucho a ustedes, doña Reina me dijo que le dijera que la quiere mucho y que él está muy bien y que no se preocupe, pero ¿Quién es? ¿Qué es de ustedes y en donde vive? Doña Reina con lágrimas en los ojos me dijo: —Mi Alberto hace cinco años que murió enfermo, y ya no se pudo hacer nada por él.” Ella se encuentra concentrada en la lectura de la leyenda que lee desde la pantalla de la computadora a su radioescucha, está a punto de terminar el relato. —“Yo no creía lo que estaba escuchando, yo lo vi, lo toque, platique con él. —No, esto no puede ser yo lo vi, lo vi, hablé con él, es mentira lo que me están diciendo. Don Aurelio se acercó a mí, me tomo de la mano y me pregunto.: —¿Que más te dijo? Que más te dijo mi hijo. —Fue todo lo que me dijo. —conteste, me pare, guarde mis cosas les di las gracias y me salí, me fui caminando rumbo al pueblo. Poco después me alcanzaron mis demás compañeros, nos fuimos a la ciudad cada quien, a su casa, nadie hizo ninguno comentario, ya nunca regresé, mi experiencia no fue muy agradable, pero de una cosa estoy segura, cada Todos Santos me acordare de Alberto. Fin” Breve pausa, toma agua y dice: —Amigos qué miedo, muchas gracias Maribel por compartirnos tu leyenda, que imagino que en algún momento el suspenso nos acorralo guiados por esta leyenda, — mientras continúa hablando mira a una joven pálida, alta de cabello largo azabache en jeans azul turquesa y con una camisa de magas bombacha en n***o, con botines a lo que ella sonríe, al verla por el cristal que las divide, al ser que ella se encuentra dentro de la cabina con un total silencio donde solo ella se encuentra hablando ante el micrófono con audífonos puestos y la tableta de controles, donde maneja ella misma todo, al tener a su alrededor un estante algo grande con algunos CDs de música guardados y ordenados, entre algunas otras cosas, entre diferentes posters, carteles de colores, sentada a su silla de rueditas movible. —08:30 de la noche, relatos de miedo te espera el próximo viernes a las siete de la tarde en 75.3 FM, con un muy buen contenido de historias, música e información, gracias, lo complaceré con esta linda canción, “yo no soy esa”, se despide su locutora Sabina. A continuación, elige al solo poner la canción. En eso se levanta al tomar su botella de agua para enseguida ir a la puerta, cuando se topa con su compañero Ricardo de cabello corto café claro, vestido casualmente en vaqueros y con su suéter verde con zapatos. —Hola Ricardo. —Hola Emma, muy bueno el programa de hoy. —Gracias siempre nos vemos. Se despiden rápidamente porque en poco tiempo ya entraba su programa al decirse ambos. —Adiós. —Recuerda tienes el turno de noche la próxima semana. —Claro Ricardo, anda o entraras tarde. —Si preciosa. Emma solo cierra la puerta a lo que gira para solo ir a tomar su mochila y volver a su casa se encuentra de nuevo a la chica que está sentada en la pequeña sala. —Hola. —Hola Emma, — está presentándose ante la joven chica de preparatoria 18 años, ojos en un color avellana claro, al tener la peculiaridad que sus ojos se tornen en momentos algo más claros al tomar un grisáceo azulado. —Mi nombre es Anastasia Hunder. Emma ya había tomado su mochila chica color blanca con estampado que ya carga a su espalda. —Eres la hermana de Patricio mucho gusto. Se estrechan las manos, sus temperaturas corporales se notan al ser una más fría que la otra, que hace que Emma sienta un leve y ligero frio que reconoce muy bien. —Bueno salgamos de aquí, te mostrare la vida nocturna de Zarquira.    Zarquira, un pequeño pueblo protegido y con propios secretos de 2,188 habitantes al que Emma llego desde los ocho años con unos padres grandiosos que ella aprendió a querer y amar, al cursar la primaria, secundaria y el bachillerato, que es donde ahora ella cursa y trabaja en la estación de radio de la preparatoria. Van las dos caminando por la banqueta ahora que ya salieron de la escuela. —Me encantaría conocer Zarquira, pero no vengo a eso. —Lo siento Anastasia dime. —El abuelo Alexander Aludía me dijo que tu podrías ayudarme con tus amúria, —mientras continua y Emma la escucha mientras caminan por las calles de Zarquira. —Debo ir al campamento a ver al señor Morti, pero no puedo irme así nada más porque sé que sabes que estoy casada con. —Lord Francis Liopol, — con solo mencionar lord y pensar en el individuo del que ella misma odia. —Entiendo Anastasia no puedes ir libre por el mundo a causa de tu esposo y piensas viajar con los amúria. —Sí y necesito ya estar ahí, tengo el tiempo medido. —Ok. Mientras continúan caminando, y darse cuenta Emma, que están por llegar a casa. —Bueno si puedo ayudarte solo que yo no podría ir contigo por la escuela, pero ahora que recuerdo mi amiga Tamara Azcon se encuentra en Zarquira quedándose en mi casa. Eso alegra mucho a Anastasia al saberlo, ella solo sigue a Emma hasta llegar a una casa muy bonita de dos pisos al cual entraron enseguida. —Mis padres no se encuentran están en hospital. —Espero se encuentren bien. —Lo están, es que son doctores. Eso le hace recordar a Sebastián y Esteban cuando ve sentada en un sofá de color oscuro a una joven pelirroja de cabello ondulado en pantalones y una blusa de mangas largas con tenis. —Hola. —Hola Tamara, te presento a Anastasia Hunder. A lo que Tamara se levanta al ir a saludar a Anastasia. —Hola mi nombre es Tamara Azcon. Emma ve que se estrechan las manos. —Enseguida vuelvo. —Si. —responden al unísono. Emma sube las escaleras hasta llegar a su habitación con algunos y diferentes postes de artistas y películas, algunos firmados y en micados protegidos, todo su cuarto de color purpura con blanco, una pequeña y acogedora habitación juvenil con una alfombra circular con detalles en color morado, su pequeño escritorio que consiste en una mesa de madera al tener diferentes cosas, sobre ella libros, laptops, lápices, lapiceros, libretas entre otras cosas. Se acerca a mirar por la ventana al ver la oscuridad, estas últimas veces no ha visto de nuevo al chico con el que se encontró estas noches pasadas, imagina que desea cazarla. En eso decide abrir uno de los cajones al encontrar una bolsita de tela roja amarrada por un cordón café que desata, al encontrar en su interior diferentes tipos de cristales minerales, a lo que busca el indicado al encontrar uno que se muestra desgastado que apareciera que en su interior tenía un color oscuro, al estar con demasiadas grietas, al hallarla solo la guarda y vuelve a bajo. Al encontrar a Tamara y Anastasia conversando animadamente, al ver que se cayeron tan bien, al escuchar que Anastasia dice: —Si él está bien. Emma no sabe ni de quien hablan al decir: —Tamara, — ambas voltean. —Anastasia me comentaba que ira al campamento del imaginario y como, pero piensas irte esta noche. —Sí, — piensa por un momento Tamara sobre ahora lo que Anastasia y Emma le comentan de ayudarla utilizando las amúria, y que no es posible que Emma la acompañe a causa de la escuela y, como también lo sabe su buena amiga tiene un novio y una vida social muy buena. —Está bien solo prepárate, esto es un viaje que muy pocos vampiros han podido conocer. —dijo Tamara. —Exacto algo que solo es posible si una Azcon. —Y una Goem usan las habilidades de cada extraño amúria. —termina diciendo Emma al sonreír. Algo que le casa curiosidad y algo de emoción al recordar las palabras de su hermano y su abuelo, al decir de Emma una autentica viajera. Continúan las tres hablando cuando de repente a los ojos de Tamara tiene un brillo al darse cuenta que Emma de su bolsillo de su pantalón saca un cristal mineral de un singular color, que ella identifica rápidamente al decir: —En serio Emma. —Tamara solo te lo daré porque sé que por ahora están vigiladas algunas entradas, y no quiero que en una de esas corran ambas un peligro. —Lo sé no te preocupes estaremos bien. Algo que confunde a Anastasia y que ellas lo notan en su expresión, aunque es sutil al ver su preocupación. —Anastasia no te preocupes, no les pasara nada solo que algunas entradas que usamos generalmente a veces no están abiertas. —A causa del prometido de Emma. —dice Tamara. A lo que solo voltea Emma informando a que se calle. —Entiendo, Patricio me hablo un poco de eso. Emma solo asiente agradeciendo de que no es necesario hablar del tema. Ellas se encuentras fuera de la casa caminando por la banqueta conversando de un poco de todo. Mientras, Anastasia ve que las chicas la llevan entre el bosque para después pasar el puente antiguo de Zarquira que se encuentra en el bosque, en el que se detienen en el centro al hablar Emma. —Bueno Anastasia aquí nos despedimos. —¿Aquí? —pregunta Anastasia. —Sí, desearía que fuera a través de un árbol. —Que, aunque es emocionante en ellos esto te gustara. —dice Tamara. Anastasia solo asiente al no comprender bien, a lo que ellas se refieren. —Te juro no te mojaras tanto, solo será un poco, — comenzó a explicar Emma al tener entre sus dedos sosteniendo aquel cristal mineral. —Lo lanzare a este pequeño rio. —Entraremos al agujero de conejo. —dijo Tamara. A lo que a Anastasia le causa sonreír, al mismo tiempo a medio reír. —Solo es un decir, pero esto, — señala aquella pequeña piedra de minera. —Causara hacer un tipo de remolino al surgir un agujero al que deben ustedes lanzarse desde el puente rápidamente, antes de que desaparezca. —le dice Emma. —Yo caeré primero debo volver a atrapar esto. Mueve la cabeza Anastasia al entender lo que le dice Tamara. —Son algo escurridizas, es este tipo de cristal. —Emma esto a ¿Dónde? Nos llevara. —dice Anastasia. —Primero debo pensar antes de lanzarlo al agua, decidiendo a donde deben llegar, lo más común es Italia porque me parece que hace poco visito el imaginario haciendo sus presentaciones es más accesible. —No sería mejor Paris Emma. A lo que Emma voltea. —No, están listas. —Si. —responden ambas al mismo tiempo. —Ok es una especie de tobogán que notaras enseguida al ir cayendo. A continuación, Emma lanza la piedra al pensar en el destino, las tres miran como niñas al ver como se forma el remolino al formar un pequeño agujero que comienza a tomar diferentes formas. —Listo salten. —dice Emma. Al ver que salta primero Tamara y enseguida Anastasia al decir: —Adiós, gracias. Las ve desaparecer sobre el agua y ella solo se retira volviendo a su casa. Eso sucedió después de Navidad, llego año nuevo, comenzó lo que tanto deseaba Emma con cambios comenzando con un antídoto.