Aliento de vampiro: De Kisla a Goem. Vol.2

21.- EL LÍMITE DE CARAGO.

Solo sintió como se rompía otra amúria triangular que sobresalía de ella de nuevo aquel líquido que no solo se quedaba dentro de su mano, sino abarcaba fuera de el en esa área que ella había elegido, pero ella ahora tenía sus ojos abiertos, esperando ver lo que se había perdido cuando lo hizo al ir a ver a su amigo Alejandro y amiga Tamara, ahora con quien pensaba verse era que la amúria la guiara donde se encontraba el otro Alejandro, debía hablar con el sabiendo que aunque es un lobo debe tener una idea de cómo poder salir del mismo bosque de Carago, lo que sus ojos ven a continuación sin despegar su mano que de alguna forma la siente pegajosa, pero también siente esas pequeñas canicas que se centraron en el centro de la palma de su mano.

Emma se encuentra bien parada, aunque se mueve un poco al sacudirse el mismo árbol como hallando la dirección de que ella se traslade a su destino que pidió llegar, siente su cabello moverse y es en el momento preciso en que de nuevo se sacude a lo que ella pega su otra mano para detenerse y no caer, en ese momento se abre un gran trozo del mismo árbol, en el que se encuentra ella, al ser que cae y es atrapada por Alejandro.

—Te ¿Encuentras bien? Emma. —le dice él.

—Gracias estoy bien, — responde al mirar sus manos de nuevo y ver que el líquido que liberaba cada vez desaparecía, al ver su piel clara sin ninguna mancha y sin ninguna pequeña canica. —Alejandro, encontré el límite de Carago, lo extraño es que no hay más bosque, menos un camino el cual tomar, aparte ahí ya se encuentran Tamara y tu tocayo. —dice Emma.

—Sí, es algo difícil encontrar la ruta para salir que continua después de Carago.

—Alejandro no tienes alguna idea de cómo poder evitar eso y poder llegar a Kisla.

—No, solo está el gran hoyo profundo que parece no tener fin.

—Entiendo y eso que cuando estuve ahí me acerqué a una de las orillas y nada de agua se encontraba, todo es un desierto n***o que no se sabe dónde comienza o acaba, bueno será mejor que estés con Tamara y Alejandro.

—Claro.

—Bueno, cada árbol solo permite a una persona, entonces, — ella le entrega la amúria triangular, —Esto debes romper solo decir fuerte y claro llévame a la salida, ahí te encontraras con ellos dos, solo iré por Julio.

Alejandro asiente al mirar a Emma que le explica cada paso que debe hacer él cuándo se encuentre en el interior, al terminar de explicarlo los dos se deciden a buscar un árbol algo más ancho y algo viejo para que pueda entrar Alejandro, al ser un hombre algo alto, fornido y con una mochila campera algo grandecita, hallan el árbol, buscan caminando alrededor del árbol alguna parte lisa para dibujar la puerta, pero también tiene algunas escamas el área que miran ambos, y es como deciden quitar entre los dos las pocas escamas, al poder tener el espacio deseado. Emma se decide ser quien dibuje la puerta, al tener ya la idea de cómo quería que fuera a lo que ella se dispone a dibujarlo con su tiza.

—Por favor Alejandro toca dos veces. —pide Emma.

Alejandro lo hace al tocar el con sus nudillos como se lo había dicho Emma, lo hace y retira la mano, esperan un poco y esa gran puerta que había dibujado la joven, aquello se abre, nunca habría imaginado que eso fuera posible, pero en si él voltea a mirar a Emma, era cierto, la chica era fabulosa con aquellas amúrias, ambos se despiden al decir:

—Te veré al final del bosque.

Sonríe Emma asintiendo y viéndolo entrar al interior del árbol, se cierra la puerta y ella espera sus cinco minutos en el mismo lugar donde su amigo se encontraba, deja pasar los minutos a lo que ahora ella se encuentra con su gis dibujando una puerta para ella, comienza a dibujar, pero es cuando presiente que algo no bueno se está acercando, termina de dibujar, toca rápidamente se abre y entrar al cerrarse, detrás de ella la puerta se recarga para descansar y tener la mente despejada, no sabe que causo que su piel se erizara para poder imaginar inconscientemente el rostro horrible y putrefacto de un especie de demonio, solo decide olvidarlo respirar y exhalar acomodando sus ideas, pues ahora solo debía encontrarse con Julio, podría ser algo difícil hallarlo, al ser que si Alejandro su hermano se encontraba a una distancia que el mismo árbol no podía hallar por tanto movimiento, vuelta o que se sacudía continuamente y que Julio se encuentra en el lado opuesto de donde se encontró con Alejandro.

Respira al estar parada en el centro del interior del árbol, estira la mano sosteniendo la amúria y pegando su palma con el amuleto triangular que siente que chocan contra la pared del área del árbol, sin pensarlo solo siente aquel líquido que libera y corre por todas partes, fuera de su propia mano, solo pensando en ser llevada para encontrarse con Julio, Emma se encuentra concentrada sin distraerse de nada y manteniendo sus ambas manos pegadas a aquella pared del mismo árbol, un breve empujón y sacudida hace que de golpe, se abra gran parte de ese mismo árbol.

Julio a intentando salir del lugar donde se encuentra, pero todo ha sido en vano, solo quiere encontrar a uno de sus amigos o a su hermano, decide sentarse rodeado por tanto árbol que se encuentran cerca, solo decide en esperar que no lo sabe, cuando de repente ve otro árbol que se sacude levemente y el queda extrañado de esa reacción que ve que, al instante se levanta al ir hacia ese árbol que poco a poco se están desprendiendo varias escamas de ellas, al abrirse un tipo de puerta del cual sale disparada de él, lo que ve es a Emma, él corre a atraparla antes de que caía al suelo o peor se haga daño.

—¡Emma, Emma! —grita al atraparla.

Al ver Emma a Julio.

—Gracias Julio, no sé lo que sucede, pero estoy segura que el peligro se está acercando nada amistoso, debemos ya salir de Carago, aunque será difícil. —le dice Emma.

—También lo note, pero y los demás.

—A ellos se encuentran ya a los límites del bosque, solo faltamos nosotros y otro problema es como pasar ese hoyo n***o y desierto que continua después de Carago.

—Lo sé, debemos encontrar entre sus orillas algún escondite secreto que podamos usar para recorrer esa parte.

—Julio crees que encontremos algún pasadizo secreto, por que suena genial.

—Lo creo porque una vez Coraline me conto de que hallo y que, si fue difícil encontrarlo, pero fue el único que encontró para poder pasar la parte vacía de salir tanto de Carago y ese lugar sin nombre. —dice Julio.

—Suena complicado, pero suena genial entonces.

—Sera mejor Emma que ambos nos fuéramos.  

—Julio, eso no sería posible, el árbol solo permite llevar a uno.

—Eso suena complicado, no quiero preocuparte, pero mira hacia allá.

Emma voltea a mirar hacia donde le indica Julio, al ver se da cuenta que una especie de fuertes truenos con lluvia se acerca y si pone mucha atención hacia esa dirección, pareciera que se volverá una gran tormenta, al ver que Carago ya no es muy seguro.

—Debemos llegar con los demás, dame un minuto.

Julio asiente, Emma piensa al mirar el árbol en que había venido, de nuevo saca la tiza que tenía guardada y comienza a dibujar una puerta similar a la que había hecho cuando se encontró con el hermano de Julio, pensando en que ambos deben estar dentro, al igual que su gran mochila campera, pero termina con tiempo el dibujo y dice a Julio al pedirle.

—Por favor da dos toquidos a la puerta.

Asiente Julio al cerrar una de sus manos y de nuevo con sus propios nudillos toca dos veces, pero esta vez ese árbol emite un tipo de gruñido, al poder abrirse ambos se acercan a mirar hacia el interior del mismo árbol, ella sonríe, voltea a mirar a Julio, solo lo abraza.

—Estás listo entra primero Julio. —dijo Emma.

—Seria que mejor entraras primero.

Ella mueve la cabeza al negar.

—Por favor entra, entrare enseguida que entres tu sí.

—Está bien.

Se mantenía la puerta abierta, Julio en ese instante entra al interior para continuar y verse ambos dentro del mismo árbol, ve él que ella tiene en su mano dos amuletos iguales.

—Julio toma esto. —le dice Emma al entregárselo y el tomarlo.

—¿Por qué se siente tan tranquilo? Emma.—pregunta Julio.

—Estar dentro un árbol de alguna forma breve el tiempo se detiene un poco, no demasiado, son los últimos minutos que el mismo árbol te ofrece si exceder nada, — Julio solo asiente a lo que ella le comenta al decir también. —Ahora solo haz lo mismo que hago yo, — ella le dice al solo estirar su mano hacia un lado teniendo en la mano la amúria, al pegar la palma con ese amuleto en su interior de su propia mano, igual que lo hace Julio. —Ahora solo rompe y siente aquello pegajoso del contenido. —dijo Emma.

Ambos lo hacen aun mirándose como estando conectados, al pensar y decir:

—Llévame a la salida.

—No separes la mano en ningun momento.

En ese mismo momento el arbol se sacude, al moverce en ziczac a lo que Emma decide pararse de perfil, al pegar su otra mano, al ser que continua moviendose el arbol, en eso ella se da cuenta de algo el interior del arbol del que se encuentran los dos se expandio un poco más, dejando algo más de espacio, es como Emma tienen una idea al decir a su amigo.

—¡Solo ponte detrás de mi! —le grita ella porque el arbol es demaciado ruidoso y continua moviendose.

A lo que en escena Emma esta bien parada teniendo sus ambas manos recargadas en la pared del arbol concentrada, y Julio el chico alto detrás de ella, quedando ambos de espaldas y al igual sintiendo cada uno sus espaldas, al ser que Emma se recarga un poco a la de el y en cambio el siente el poco peso de ella, a lo en un instante sin previo aviso ven ambos que grietas aparecen en ambas partes donde se encuentran las manos de cada uno.

En escena aparecen los chicos esperando tanto a Emma como a Julio de que lleguen pronto, aunque tambien buscan alguna solucion para evitar en usar el hoyo inmeso oscuro.

—Escuchan eso. —les dice Tamara.

En eso todos mira hacia un arbol que se encontraba cerca y ven en ese instante por sorpresa que son lanzados Emma y Julio que caen al suelo mojado, al ser que continua lloviendo, todos van y se acercan a ellos, al ver que vienen tomados de las manos, abren los ojos al ver que los demas los miran, ambos se dan cuentan y se sueltan de la mano y se levantan al saludarse y verce que se encuentran todos al fin hasta el limite de Carago.