12.- UN DÍA MÁS EN EL IMAGINARIO CAMPAMENTO.

1916 Words
Aquella mañana Emma había despertado muy temprano ayudando un poco a Alicia con algunos de sus deberes en el imaginario, entre yendo a lavar ropa y estar en la cabaña donde se gurda, al descubrir hay diferentes tipos de telas, hilos, máquinas de coser, maniquís, entre muchas cosas más. Al entrar, Emma observo todo ese lugar con canastos de ropa limpia encima de una mesa grande con cajones, al igual que muchos muebles de diferente altura, tamaños y colores hechas igual de madera y todo bien organizado, al ver que cada cosa está en su lugar. —Acaso estas son capas. —Así es, varias de estos diseños son míos. Emma sabía muy bien qué Alicia aparte de ser una chica humana que adopto el señor Morti, al encontrar muy bebé, solo que no fue encontrada como fue hallada ella, sino que la encontró en un orfanatorio donde a veces el mismo señor Morti visita adoptando a varios huérfanos, de los cuales mucho han salido adelante aun guardando el secreto de este universo paralelo, en cambio Alicia aun continua aquí ayudando y creando los atuendos y disfraces de cada actuación y show del imaginario, aprendiendo y siendo una increíble diseñadora, usando los colores del mundo. —Están bonitas y muy padres. —Gracias y que fueron a parís. —A sí, debí usar mi amuría terrenal que nos llevó allá, solo por a verse entrometido esos hermanos, por suerte fue rápido para ir a Trun, pero no imaginas cuanto me molestan de que se entrometan esos dos, también, en Trum a lo que tuve que utilizar otros dos amuría que solo uso por emergencia. —Eso no era una emergencia Emma. —Una emergencia de dos tontos. Alicia ríe al escuchar la respuesta de Emma. —Es por lo tuve que desviarme yendo a la bóveda de Nicolás, donde no halle la amuría que necesitaba, es como mejor decidí venir a verlos y hablar con madam Moss. —Ella vuelve hoy, llegara en cualquier momento. —Gracias. Mientras continúan hablando las dos encontrándose aun en la cabaña de costura, hablando sobre ropa, al recordar Emma que por suerte el día anterior se había encontrado con Alejandro, quien le entrego la mochila con solo la ropa de ella, la de él ya se encontraba en la tienda, aunque Alicia le regalo una mochila muy práctica, porque Alejandro y Emma le habían comentado que venían de entrada por salida, solo verían a madam Moss y se irían tal vez ese mismo día, solo debían planearlo.  Esa mañana estuvo tranquilo, Alicia y ella habían terminado los deberes y se encontraban pasando el rato con los amigos y al igual organizando, al ser que saldrían pronto para otra ciudad. Ya por la tarde Emma se encuentra caminando un poco lejos de las casas de campaña, está por la misma ruta por donde Alejandro y ella habían venido, cuando llegaron al campamento lo habían hecho a través del árbol más ancho y grandísimo con esa textura que tanto le gusta a ella de un árbol viejo, que mantiene su naturalidad, al que Emma volvió a buscar y que encontró en todo ese bosque, solo quiso subir en el hasta ir hasta muy arriba para mirar todo sus alrededores, descubriendo el horizonte, en unos cálidos colores que tranquiliza, al pensar por un momento mientras está sentada, recargando la espalda al árbol, mientras observa disfrutando tanto de la vista y sintiendo ese aire con aromas tan vivos, ella tiene su cabello rubio entre trenzando con el demás pelo suelto, al traer puesto un overol con una blusa blanca y tenis, piensa, analizando y organizando sus ideas, no sabe lo que encontrará en esos espacio que aún se encuentran en blanco, más aún si le gustara saberlos al solo averiguar no solo su orígenes, sino el ser una hibrida que tiene sus pros y contras, con solo pensarlo por unos momentos más, en realidad no imagina como se sentirá serlo, después de lo que le dijo el señor Mortí, sin olvidar lo que también su amigo Abelardo le dijo sobre Héctor, dando a entender que el veneno solo fue el comienzo a lo que se pretende hacer, dejando claro que ella misma no volverá ni a su vida ordinaria y cursi ni como humana, obedeciendo al aceptar convirtiéndose en una Walker y que no la dejaran tan fácil que ella cumpla su propósito, algunas lágrimas recorren sus mejillas a lo que continuamente limpia intentando calmarse, al sentir que surge algo de temor y miedo, al ser que desde que salió de Zarquria solo ha sido valiente e ingeniosa, cada que esos par de hermanos intervienen en sus decisiones y caminos al solo suspirar. —Te estaba buscado. —Hola Alejandro. Al verla, ve recorrer una lagrima por sus mejillas, él se acerca un poco más a ella al estar frente a frente Alejandro solo limpiar sus mejillas, Emma siente sus dedos fríos. —Te encuentras bien. —Estoy bien gracias, solo estoy pensando en que mis padres que sé muy bien que me apoyan, mi mamá y en todos, no sé qué es lo que nos espera Alejandro. —Sé que es un misterio, pero hemos recorrido gran parte de este universo, crees que es el momento de parar. En ese instante Emma niega al mover la cabeza y sonríe a lo que ella lo abraza. —Gracias Alejandro por estar conmigo. —Siempre, quieres que bajemos. —Si. A lo que ambos se acomodan cuando Emma se sube a la espalda de él y al tenerla bien sujeta solo se lanza hasta aterrizar y sentirse en tierra. Al estar ya abajo ella solo se levanta separándose de él y volviendo ambos al campamento. —Le agradas a los lobos. —Emma, solo a Jonathan y a Julio. —Ok, aunque no es lo que yo veo. Emma se dio cuenta que Alejandro había congeniado con casi la mayoría de todos muy bien, aunque lo había visto hablar tanto con Abelardo y los demás chicos o chicas, pero también se veía como se llevaba con Jonathan, el chico pelirrojo con algunas pecas, al ser alto, delgado y cabello corto y con Julio, el chico rubio oscuro, igual de delgado y alto y muy agradable. Continúan hablando de los demás como del señor Mortí, Alicia, algunos chicos más que son nuevos o que ya han estado viviendo ahí mismo por bastante tiempo, también de Morgan, los niños que parece se irán mañana muy temprano con ella y los chicos. —Pero esos dos ya tienen tiempos de novios. —¿Morgan y Salomón? —pregunta Emma. —Si. —No sé, la verdad solo sé que desde que Coraline los descubrió en esa torre y los trajo aquí el señor Mortí como también Coraline decidieron que ellos primero estudiaran y conocieran lo nuevo de este año, el cómo el mundo ha crecido continuamente, porque ellos son de otra época y se han adaptado muy bien, solo sé que Salomón y Morgan solo llevan como dos años de ser novio, eso creo, aunque los demás hermanos de Salomón también tienen novia, solo sé que algunos y otros son solteros. —A sí, creí que todos. —No, — Emma piensa por un momento. —Bueno como sabemos Salomón esta con Morgan que me parece ella es su mate. —¿Mate? De ¿Qué hablas? —Se nota que no sabemos mucho de las personas. —Aja, dime lo que significa eso de mate. —Seré breve, — mientras ella memoriza aquel libro que había leído hace tiempo en Goem. —Los lobos como los vampiros siempre han conocido y sabido sobre la diosa de la luna, lo que ella hace y ha hecho por muchos años es destinar y unir las almas siendo destinadas a encontrarse, cada hombre lobo o vampiro debe encontrar a su mate, luna como quieras decir y si es un lobo solo deberá marcarla. —Le viste alguna marca a Morgan. —No Alejandro, quizás no la tenga o quizás sí, solo que ya cicatrizo oculta en el color de su piel. Ambos asienten sin decir nada más. —Aunque aún te falta conocer a otros tres de sus hermanos, pero Pablo me dijo que sus hermanos Alejandro y Miguel se encuentran aún en la universidad, esperan a que vuelvan pronto. —dijo Emma. —Y del tercero. —Él no me dijo nada, en si de él sé que los lobos conservan muy bien sus secretos como Coraline. —Podría decir que no la conozco, solo lo que me has contado de Coraline me hace pensar que ambas tienen algo en común, muy aparte de que quieres ser una hibrida, pero igual ellos me contaron un poco de Coraline y de que, aunque no se parecen entre si entre, ellos prefieren ser conocidos como hermanos más por su historia. —Exacto Alejandro, porque si conoces a Coraline es porque también conoces a los siete lobos y su historia, todo lugar, habitante, amigo, enemigo y demás sabe sobre ella, comenzado desde su nacimiento como hibrida, como a ver sido la chica de la profecía Kisla en común, me dices y ¿Que te dijeron? Alejandro sobre Coraline. —dice Emma. —Casi lo mismo que es la heredera de su maestro que falleció, ahorita no está, salió de viaje con su novio. —Ian. —¿Quién es él? —pregunta Alejandro. —Ian es un chico humano con la habilidad del fuego y novio de ella, eso sí, ellos si llevan bastante tiempo de novios y eso que el también pertenece a la banda de música que está organizada por los siete lobos, Ian, y a veces tienen nuevos integrantes más si se trata de hacer giras o presentaciones, lo sé porque he ido a algunos de sus conciertos que a veces abren a Morgan o a algunos otros artistas. En eso llegan hasta el campamento donde todos están dispersos haciendo diferentes cosas y actividades, algunos se encuentran en la cabaña de juegos, algunos mirando a los extraños reptiles y animales de toda clase, algunos más se encuentran en el comedor, otros en la enfermería. Ven volver a algunos niños acompañados por Pablo, Jonathan, Morgan y algunos más del imaginario, al verlos ir corriendo hacia el comedor Morga va de la mano de un niño, Jonathan y Pablo cada uno con una niña o niño, en cambio Pablo lleva a la niña cargando sentada sobre sus hombros, todos pasan al gritar: —¡Hola! A lo que Emma alza la mano saludando y Alejandro dice al mismo tiempo que su amiga. —Hola. A lo que ambos también se dirigen hacia el comedor, para saber cómo les fue a todos, al ir al oeste del campamento. Al entrar escuchan mucho escándalo, entre voces mezcladas al hablar varios de los niños, para después oír risas que contagiaban al ver aquella inocencia. —Vengan a sentarse. —dice invitando Morgan. Escuchan a uno de los niños al decir que conocieron a la gigante mascota del imaginario, una criatura tan rara pero muy agradable al volar y jugar llamada abba, al decir lo divertido que fue, cuando de repente a lo lejos escuchan y ven a una bolita de personas como recibiendo visitas, en eso ven al decir Jonathan. —Son Miguel y Alejandro con madam Moss. —Debieron venirse todos juntos. —dice Pablo. En eso se levantan para irlos a recibir.
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