Capitulo Diez

1500 Words
El dolor de tu ausencia no quema tanto como el deseo de probar tus labios y comprobar una vez más que si eres real. Stuart Sigo sin poder creer que lo que sucedió en la gala fue real, por tantos meses he pensado que estaba muerta, cuando la verdad es que ha estado viviendo muy lejos de mí y sin memoria. Fui demasiado imbécil al no comprobar su muerte, la dejé tirada en medio de todo y hui como una rata, la abandoné a su suerte, y todo por salvar mi vida. En el vídeo del auto, antes de que estallara, comprobé que ella sí logró salir, pero quedó inconsciente, entonces el vehículo explotó y yo asumí que la había perdido en ese mismo instante. Ellos la encontraron y me hicieron creer que había muerto, ahora ella los ayuda a encontrarme para acabar conmigo. ¿Pero por qué no la envían directo a mí? ¿Por qué usarla de esa manera? Quizás perdió la memoria desde el accidente, no sé qué pensar, son tantas las posibilidades, es muy probable que la hayan puesto en mi contra para su beneficio, tal vez buscan hacer que sea ella quien acabe conmigo, pero no lo van a conseguir, no voy a permitir que alimenten un odio hacia mí. He estado vigilando constantemente a Petrov y a su hombre, Alexey. Me he dado cuenta de que Andrea muy poco sale de la fortaleza en la que se encuentra, y eso solo me indica dos cosas: una, que está allí en contra de su voluntad, y dos, que saben lo valiosa que es para mí. Por esa misma razón le he preparado una sorpresa a Víctor, espero que le guste y que se dé por enterado de que no le queda mucho tiempo de vida. No me importa cuánto tarde, lo veré caer y sin mi mujer en sus manos. Es una suerte que pueda entrar y estar bajo su mismo techo sin que ellos noten mi presencia, ya hasta tengo el control de su sistema de seguridad, puedo ver y escuchar todo lo que sucede dentro sin moverme de mi cama. Necesito dejarme ver por ellos, que sepan que estoy pisándole los talones, que ya sé lo que traman, tengo que hacerles creer que caeré en su juego, y sobre todo, tengo que convencer a su mano derecha para que venga hasta mí y me dé lo que necesito: su existencia. Me es indispensable suplir su identidad e infiltrarme y entonces destruir ese imperio de porquería desde adentro. Además, necesito descubrir cómo lograron que Andrea no me recuerde y crea que es otra persona. Irina, ese no es su nombre real, estoy seguro de que le hicieron algo y lo voy a averiguar. Observo mi reloj, falta un minuto para que la aguja marque la media noche, justo entonces se hará de día dentro de la propiedad de Petrov. Me aseguré de encender la fogata en un área que no represente un peligro para Andrea, no puedo perjudicarla ahora que la he encontrado. Sé que duerme en una habitación separada de la de Petrov, pero el muy hijo de perra entra frecuentemente a visitarla y tarda mucho en salir del cuarto; he sentido más de una vez el deseo de acabar con todo, pero la esperanza de volver a tenerla entre mis brazos y besarla una vez más, me detiene. Si se ha entregado a ese mal nacido no ha sido su culpa, ella no me recuerda y estoy seguro de que él la obliga, una basura como él no tiene principios ni valores, mucho menos respeto por una mujer. Prefiero suponer que nunca ha podido estar con ella porque muy en el fondo recuerda que es mía, aunque no lo sepa. De pronto, la pantalla de mi portátil se ilumina debido a la explosión que provoqué en la casa de Petrov, veo a hombres correr por todas partes, unos intentan ayudar a los que corren con la ropa envuelta en llamas y otros quieren controlar la situación. Un enorme letrero se dibuja con líneas de fuego, una advertencia, la aceptación a participar en su juego. ¿Querías verme? Pues aquí estoy, ahora prepárate, porque esto es solo el principio, nunca debiste buscar venganza y menos meterte con el diablo. Sonrío al verlo gritar por las cámaras que aún quedan conectadas, no obstante, me toca apretar los dientes cuando veo que le recrimina a Andrea el no haberme encontrado antes y la golpea tan fuerte en la cara que la envía al piso. ―¡Maldito infeliz, haré que te atragantes con tus propios dientes! ―exclamo con la ira reverberando en mi interior. Irina Las palabras que se dibujan frente a nosotros son una clara amenaza hacia Víctor. Los hombres corren de un lado a otro tratando de controlar el fuego. Debajo de esta inmensa casa se encuentra un laboratorio repleto de sustancias corrosivas y altamente explosivas, supongo que no conviene que una sola de esas chispas llegue hasta allí. Odio bajar a ese lugar, sobre todo a los subterráneos, no sé por qué cada vez que pongo un pie abajo siento un extraño temor, como si ya hubiese estado ahí, pero en otras circunstancias. ―¡Irina! ―Miro hacia la puerta de mi habitación, que se abre de par en par por la mano de Víctor. Me dirijo rápidamente hacia donde se encuentra, no comprendo por qué se muestra rabioso conmigo si desde la gala he podido avanzar un poco con él en el ámbito s****l. Aunque a pesar de estar húmeda y muy excitada esa noche, de nuevo no pude entregarme a él, pero por lo menos le hice una felación que lo dejó satisfecho. Ahora van tres noches que entra, toma mi boca y se larga feliz de la vida, como hace rato, no entiendo por qué ahora me culpa de lo que sucedió, no tengo nada que ver con que Stuart no haya asistido a la gala, yo puse mi mejor empeño, pero claro, no me perdona que otro hombre me haya provocado tanto con solo hablarme. ―Es evidente que tú y Stuart James tienen una cuenta pendiente. ―Lo enfrento, harta de que me niegue su interés por acabar con el mismo hombre que yo―. Siempre he sabido que me utilizas para conseguir un fin, y no me quejo, me has dado los recursos y los medios para lograrlo, pero estoy harta de que me culpes por tus malditas equivocaciones. —Caigo al piso cuando la mano de Víctor impacta en mi mejilla con tanta fuerza que pierdo el equilibrio. ―¡Qué sea la primera y última vez que te atreves a retarme de esa manera! Que no se te olvide tu lugar ―escupe mientras me toma del cuello para levantarme, lucho por llevar aire a mis pulmones, pero su agarre es demasiado fuerte―, eres solo una puta, necesaria por ahora, pero no eres imprescindible ―añade, y me deja caer de nuevo. Sé que puedo responderle, físicamente tengo la fuerza para hacerlo, pero también sé que no saldría con vida de este lugar si me atrevo a levantarle la mano―, Alexey, encárgate de encontrarlo, estoy seguro de que se encuentra cerca ―ruge hacia su mano derecha, que sale de inmediato a cumplir sus órdenes. Me quedo en el piso, esperando a que me dé permiso de levantarme, si lo hago antes es muy posible que las cosas terminen peor para mí. Ese es el lado oscuro que odio de la personalidad de Víctor, agradezco que me haya ayudado y todo lo que ha hecho, pero todo eso le ha dado derechos sobre mí, prácticamente hace lo que se le da la gana conmigo y yo tengo que acatar su voluntad; si pretendo mantenerme con vida para llevar a cabo mi venganza, debo cooperar. ―Todo esto me ha puesto de mal humor y solo hay algo que puede relajarme ―advierte, y sé a lo que se refiere, de nuevo quiere una felación. No sé si lo mejor para mí fue haber quedado con vida. Sin tiempo a reaccionar me lanza a la cama, provocando que abra los ojos de par en par. Su mirada siniestra me hace estremecer de pies a cabeza, respiro de manera entrecortada, incapaz de pronunciar ni una sola palabra. ―He sido muy paciente contigo, pero eso se acabó. Te he esperado lo suficiente como para aceptar que, de buenas a primeras, estés de zorra con otro tipo que no soy yo, o que continúes negándome lo que es mío, porque para eso te mantengo y te he dado todo ―pronuncia, y se lanza sobre mí con intenciones de tomarme a la fuerza. A pesar de que el miedo me paraliza por un segundo, mis brazos se mueven para evitar que él cumpla con su cometido, no obstante, algo lo hace caer de espaldas y dar un grito de dolor.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD