Capitulo Nueve

1474 Words
Siento que he vuelto a vivir al reflejar mi mirada en la tuya, pero ahora estoy seguro de que tengo que bajar hasta los confines del infierno para traerte de vuelta. Stuart Hace casi media hora que estoy aquí y hasta el momento no he visto nada que llame mi atención. Víctor Petrov no ha llegado y se hace tarde, es posible que no venga, fue una pérdida de tiempo asistir a esta gala, creo que tendré que buscar más información sobre él, a la antigua, y no hay mejor opción para eso que infiltrarme dentro de su organización; tengo el equipo y el material para lograrlo, solo tengo que encontrar al mejor candidato para tomar su puesto. Desde donde estoy puedo ver con facilidad y sin levantar sospechas a todo aquel que entra o sale, además, ¿qué habría de extraño en un hombre solitario que toma un vaso de whisky?, en el mundo existen muchos lobos solitarios y yo me he convertido en uno desde que el mal nacido de Petrov se cruzó en mi camino por un absurdo ajuste de cuentas, ahora no solo terminará como su hermano, sino que me ocuparé de destruir absolutamente todo desde adentro, sin que sospeche nunca que el enemigo lo tiene más cerca de lo que se imagina. Alexey, ese parece ser el mejor puesto a ocupar, es su hombre de mayor confianza, por lo visto siempre está cerca de él y a pesar de ser uno de los hombres más buscado, la ley no se atreve a tocarle ni un solo pelo, es decir, sus dominios se extienden mucho más allá de lo que la ley en realidad permite y es hora de que alguien le ponga un alto a sus delitos, y sobre todo, que le enseñe lo mucho que infecta al mundo entero con su maldita presencia... Las palabras desaparecen de mi mente cuando al seguir el curso de todas las miradas mis ojos enfocan a la mujer que camina al lado de Petrov. —Andrea… —El nombre sale de mis labios en un susurro. Mis ojos no se despegan de ella ni un solo instante. La observó centímetro a centímetro, buscando el engaño en esa mujer, pero a medida que camina parece reaccionar, es como si la química entre nuestros cuerpos se hubiese activado con solo encontrarnos en el mismo sitio. Parezco un pervertido porque no puedo apartar la vista, Petrov ha pasado a un segundo plano y en este momento me concentro en el balanceo de esas caderas, sus hombros se liberan de la tensión y se expresan con naturalidad, uniéndose a la espontaneidad del resto de su cuerpo. Siento la boca seca y el corazón me late a toda prisa, si no le estuviera viendo diría que no es real, sin embargo, por mucho que quiera creer que se trata de ella, tengo que controlar el deseo que se desboca en mi pecho o iré hasta allá y la tomaré, no, antes tengo que asegurarme de que sí es Andrea. Mi corazón siempre dirá que sí, y eso es porque la ama y vive de su recuerdo, pero podría ser una trampa, yo mismo estoy usando un rostro diferente, perfectamente, Petrov puede hacer lo mismo, usando a una de esas mujeres de las que abusa para intentar engañarme, no puedo caer en su trampa fácilmente. No despego la mirada de ella, ni siquiera cuando se aleja de su acompañante, fingiendo que no lo conoce. Es una trampa, me estaban esperando, de eso no me cabe duda. La pregunta aquí es, ¿si es Andrea por qué se presta para hacerme daño?, y si no lo es, entonces cómo logró no solo el parecido físico, sino la manera de moverse, sonreír, todo. Decido acercarme cuando la veo en la terraza, sola y con una copa en la mano, tal vez pueda saber más si le hablo, solo así sabré si me mienten. El corazón me golpea tan fuerte en el pecho que me parece que las personas a mi alrededor pueden oírlo. Su cuerpo se estremece mucho antes de que le hable y prácticamente convulsiona al oír mi voz. Se mantiene de espaldas, a pesar de estar atenta a mis pasos. Pero hay algo distinto en esta “Andrea”, cosas que no caben en su personalidad y que tampoco tenía. Se gira cuando solo dos pasos nos separan, sus ojos se quedan fijos en los míos y yo la recorro de arriba abajo de manera inmediata. ¡Es ella! Por mucho que alguien logre copiar la apariencia física de otra persona, nunca podrá imitar su mirada a la perfección. Me atrevo a tentarla, pero se rehúsa, además niega llamarse Andrea. Hay algo en todo esto que no he visto, ¿Por qué mi Andrea usa ese nombre? Tengo que averiguar lo que está pasando, tengo que llegar hasta el fondo de todo esto. La tomo del brazo cuando intenta escabullirse y como última prueba siento la electricidad, correr desde la palma de mi mano y subir por mi espalda, hasta explotar en mi cabeza.´ —Sé que eres tú, y que estás ahí adentro en alguna parte, te juro que te traeré de vuelta, Andrea —repito con determinación, entonces sus pupilas llenas de miedo y confusión se prenden de mí por un segundo antes de soltarse y salir prácticamente corriendo. La veo deambular por el salón, como perdida, sin rumbo, sin poder enfocar sus pasos, perdida en la tormenta que debe ser su mente. Algo hizo que ella llegara hasta las manos de ese desgraciado y perdiera la memoria. Tengo que volver al día del ataque, allí está la respuesta, solo me había enfocado en encontrar algo que me guiara hasta los responsables y me olvidé de buscar lo más importante: nunca vi su rostro antes de que todo acabara. En realidad, no pensé en eso por cobarde, no podía soportar, recordarla volando en pedazos, pero ahora que la tuve frente a mí, estoy seguro de que ella no estuvo en esa explosión; Max y yo nos fuimos sin verificar el deceso para evitar que nos mataran también. Alexey la intercepta y la saca del salón, hacia un pasillo, la pierdo de vista nuevamente, pero ya tengo claro a quién tengo que desaparecer para poder entrar a la organización de Petrov. De ese modo podré estar cerca de ambos y quizás mientras destruyo a Víctor pueda ir ayudando a mi dulce Andrea a recuperar su memoria. También tengo que investigar cómo hicieron para que ella no recuerde nada, claro que tampoco vio mi verdadero rostro, pero mi voz… ella me oyó y no me reconoció, a pesar de su reacción. Me muevo de posición sin perder detalles, me he dado cuenta de que Víctor me observa detenidamente, por lo que me toca disimular y mezclarme con las demás personas, aparentando ser un hombre que busca buena compañía para esta noche y que Andrea solamente fue una opción disponible en el momento. Me encuentro con una joven muy guapa, pero a mí solo me interesa una, sin embargo, me muestro igual de seductor. Petrov parece quedar convencido, ya que desvía sus ojos y yo sigo la dirección de su mirada para darme cuenta de que Andrea ha regresado al salón, y sola, busco a Alexey y lo ubico cerca de la entrada. Tengo que hacer que ese imbécil se aleje de aquí para poder entrar esta misma noche a ocupar su puesto. No puedo perder tiempo, la vida de mi Andrea corre peligro estando en manos de ese maldito traficante, y si antes no pude salvarla, esta vez no fallaré. Si luego tengo que alejarme de ella para mantenerla con vida, ya tengo experiencia asimilando el dolor que causa la separación, lo hice una vez, puedo volver a hacerlo. Se me ha ocurrido una idea, por lo que me disculpo con la dama frente a mí, y para ser sinceros, está molesta porque no le presté ni una pizca de atención. Me escabullo hasta una de las salidas, haré que salga sin que ninguno de sus colegas se dé cuenta, la idea es enviarle únicamente a él una alerta, de modo que responda y entonces lo mataré sin mucho escándalo. Envío los datos de su rostro al escáner, gracias a una fotografía mucho más visible y actualizada, no creo que se note mucho la diferencia en cuanto a nuestros cuerpos, las contexturas parecen casi iguales. Antes de matarlo, también tengo que tener un registro de su voz, lo necesito para que no me descubran. ―¡Maldición! ―exclamo al verlo pasar junto a Andrea, más atrás va Petrov. Vinieron por mí y al no verme prefieren largarse. No será esta noche, pero tampoco pasará mucho tiempo para que logre entrar y estar cerca de ella.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD