Florida.
Mientras Máx ayudaba a Alice con su pequeña hija en brazos, se oyeron muchos disparos y gritos.
Jack, que también estaba con su pequeña, rápidamente envió a Alice, Laura, Jade, Lourdes y todos sus hijos al refugio.
Pero fue tarde para ellos; varios hombres con demonios dentro asesinaron a todos los guardias y tomaron a todos como rehenes.
Máx y Jack intentaron atacar a un hombre de cabellos largos, y ondulados. Él no parecía muy intimidante; con una altura de alrededor de 1.70 metros, parecía bajito ante Máx y Jack. Así que ellos lo atacaron. Sin embargo, los dos fueron golpeados y derrotados en segundos.
Brenda, la pequeña de Laura y Máx, de apenas 3 años y unos meses, junto a Oneyda, la pequeña de Jack y Lourdes, corrieron gritando y llorando por ellos al verlos heridos en el suelo. Wendy, al ver al hombre vencer a Máx y Jack tan fácilmente, se quedó aturdida, sin saber cómo los venció.
Khutulun, al ver al sujeto, dijo: "Tatarabuelo, ¿qué haces? ¿Por qué vienes aquí asesinando a todos?"
Gengis observó a Khutulun y dijo: "Niña, vine por tu hija, mi futura esposa. No quiero matarlos; bueno, yo sí quiero, pero tu tío Kublai dice que hizo un trato con Estigma.
Así que ahí está, con sus problemas de moral y honestidad. Él no quiere ir contra ustedes, así que tu hija y yo nos uniremos en matrimonio para que podamos ser familia y así sobrevivir a la guerra".
Claro que, al oírlo, Máx, Jack, Alice y Jade se quejaron. Jade intentó atacar a Gengis, pero este la tomó del cuello y la arrojó contra una pared. Ella se golpeó, pero no fue nada grave; Gengis no quería matarla.
Jack se levantó como pudo; él estaba muy herido. Así que Wendy, al ver a su familia a punto de morir, dijo: "¡Alto, tío Jack! No lo ataques; ni mi padre era tan fuerte. Él te matará en segundos".
Al oírla, Jack llegó a Jade buscando ayudarla. Ella estaba embarazada y él tenía miedo por ella y su bebé.
Al verlo, Gengis dijo: "Ella está bien; su bebé no salió lastimado, puedo verlo desde aquí, al igual que al de aquella niña".
Wendy bajó su cabeza y preguntó: "¿Qué pasará si me niego a casarme contigo?"
Gengis Khan sonrió y respondió: "Si te niegas, mataré a todos los hombres aquí, pero las mujeres serán juguetes de mis hombres. Me llevaré a esas niñas y, cuando crezcan, también serán juguetes.
Pero tú serás mi juguete; de todas formas, no nos casaremos, solo te usaré y tendrás a mis bebés".
Wendy resopló y dijo: "Bien, iré contigo y nos casaremos. No dejaré que mates a todos por una boda y bebés".
Al oírla, Jade se quejó. Ella fue con Wendy y dijo: "Wendy, no puedes hacer eso, no lo permitiré. Oíste, eres mi hija y te lo prohíbo".
Wendy dejó caer una lágrima y dijo: "Tú no eres mi madre; no te metas en mis asuntos".
Jade cayó sentada después de oírla. Ella se dejó caer al suelo y empezó a llorar, consolada por Jack, Sebastián y Jennifer, sus hijos en común.
Luego, Wendy miró a Gengis y dijo: "Quiero una gran boda; que sea en dos meses, así muchos invitados podrán llegar".
Gengis sonrió y dijo: "Bien, vámonos. Debo ir por las cenizas de Estigma a Argentina; el anillo de Salomón está entre ellas".
Todos se sorprendieron al oírlo. Máx logró levantarse y dijo: "¿Cómo sabes eso? ¿Quién te lo dijo?"
Gengis Khan lo vio y dijo: "Dejaré que conozcan a quien me lo dijo".
Luego él cerró los ojos y los volvió a abrir. Al abrir sus ojos, estos cambiaron de color a un rojo intenso y dijo: "Hola, es un placer conocer a la familia del niño sin alma.
Soy Belcebú, uno de los Querubínes del infierno. Tengo buenos informantes en el infierno y me dicen que el niño sin alma llora con cada tortura, pidiendo que termine. Él le dijo a mis informantes dónde está el anillo".
Wendy se molestó al oírlo; ella lo atacó de inmediato. Sin embargo, un golpe fue suficiente para vencerla.
Sin embargo, Wendy sonrió y dijo: "Mi papá y sus hijos no ruegan; ellos aceptan la muerte y hasta disfrutan de las peores torturas. Solo estás inventando".
Gengis sonrió y dijo: "Tienes sangre mongola; eso te hace fuerte. Será lindo domarte. Ya vámonos de una vez".
"Wendy, detente. Recuerda lo que dijo tu papá: si tienes bebés con él, te condenarás al infierno". Jade aún quería detenerla, pero Wendy sabía que al negarse, un horrible final llegaría para Jade y los demás.
Ella miró a Jade y dijo: "Tía Jade, no te metas; sigue con tu vida y la de tus hijos. Sé feliz con ellos, como siempre; yo no soy tu hija". Jade quedó atónita al oírla.
Luego, Wendy miró a Khutulun y dijo: "Mamá, que los invitados lleguen a tiempo, ocúpate".
Khutulun entendió a Wendy y dijo: "Tranquila, ellos llegarán a tu boda".
Mientras Wendy salía, la pequeña Oneyda gritó: "Wendy, qué cruel eres. ¿Por qué le hablas así a tu mamá? Ya no te quiero, vete; yo no iré a tu boda, ¿oíste?".
Wendy sonrió al ser regañada por la hija de Jack y Lourdes. Luego, ella, Gengis y todos los demás se fueron.
Máx y Jack estaban muy lastimados. Sebastián corrió por la fórmula combinada para que sanen. Ellos, hace 20 años, no hacían más que ser pollerudos todo el día, así que nada pudieron hacer contra los demonios y Gengis.
Edward llegó unos momentos después. Él, María, Luciana y su esposo llegaron corriendo cuando vieron los cuerpos de los guardias, mis antiguos hombres, desparramados y muertos en los jardines.
Edward, al ver a Máx y Jack tirados, se preocupó y preguntó: "Princesa, ¿quién hizo esto?"
Khutulun estaba preocupada; ella jamás volvió al viejo Alamut después de que la asesiné.
Claro que después la reviví, sin embargo no volvió y jamás supo de Gengis Khan y menos del pacto demoníaco que él hizo.
Ella miró a Edward y dijo: "Un demonio llamado Belcebú lo hizo; él está en el cuerpo de mi tatarabuelo, Gengis Khan".
Edward hizo un paso hacia atrás, muy asustado, mientras decía: "No puede ser; Belcebú es un Querubín. Todos estamos muertos; ni Paúl podría con él".