Mi Alma Es Para Ti. (Mi historia de amor)

**Estados Unidos, Nueva York** ¡Catedral de San Patricio! En la Quinta Avenida, frente al Rockefeller Center, donde se llevaría a cabo una fiesta de bodas. El clérigo decía: "Si alguien se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre". En ese momento, un gran estruendo se oyó. Las puertas de la catedral fueron abiertas bruscamente mientras alguien gritaba: "¡Yo me opongo! Aunque sea por un momento. Lo siento, niña estúpida, no sabía que te casarías hoy". La voz de Cleopatra se oyó al entrar a la iglesia. Máx, Jack, Alice y Jade resoplaban al oírla. Máx se quejaba y decía: "Thea, ¿qué haces aquí? ¿Acaso Paúl volvió?". Thea resopló al oírlo. Aixa, parada frente al altar, preguntó: "¿Él volvió? ¿De verdad volvió?". Thea gritó al oírla: "Si no quieres que te asesine, será mejor que no hables de Paúl. ¿Cómo te atreves a preguntar por él, después de que lo abandonaste en el infierno?". Aixa resopló al oírla y dijo: "No me importa si regresa, solo espero que se esté pudriendo allá". Thea dejó de lado a Aixa y gritó: "Malditos cobardes dejarán que Wendy se case con Gengis Khan. Saben que Belcebú lo posee; ella será condenada por la eternidad si llega a quedar embarazada". Al oírla, el clérigo se quejó: "Hija, ya basta. Belcebú está en el infierno; él no puede vagar entre los humanos. Deja de blasfemar en la casa del Señor. Ahora, si quieres que Dios te perdone, tendrás que dejar al menos mil dólares en la cesta de limosnas". Thea se molestó al oírlo, pero no le prestó atención. Jade, después de escuchar a Thea, dijo: "Wendy aceptó ir con él. Ella dijo que yo no era su madre y que no debía intervenir en sus asuntos; no podemos hacer nada por ella". Thea, después de oírla, dijo: "Eres una niña idiota y sin cerebro; ya no me hables. Máx, Jack, dejarán que la hija de Paúl se condene por la eternidad, como lo hizo Lilith". El clérigo, al oírla, dijo: "Hija, ya basta. Lilith no existe; es solo un estandarte de las mujeres pecadoras para adorar a Satanás". Thea se hartó de oírlo y le disparó a la cabeza al clérigo, sin pensarlo. Todos los invitados empezaron a correr desesperados después de ver caer al cura. El novio, frente al altar, no entendía nada, pero se quejó: "Señora, no dijo nada sobre asesinatos cuando me contrató. Si quiere que siga con el trato, deberá pagarme más dinero". Aixa resopló molesta al ver al clérigo muerto y gritó: "¡Lárgate! No voy a pagar más dinero por tu pequeño pene; de todas formas, esta idiota asesinó al cura". El hombre se iba resoplando mientras gritaba: "Maldita loca, todo este escándalo solo para molestar a un muerto. Las cosas que hacen los ricos hoy en día para divertirse dan asco". Después de reír y ver al novio salir molesto de la iglesia, Thea dijo: "James y Tayler van por su hermana; ellos morirán si no los ayudamos. Si Paúl regresa y ve que su hija se condenó al infierno y sus hijos murieron mientras ustedes hacían fiestas, los matará sin dudar". Máx y Jack resoplaban, pero corrieron y salieron rápido del lugar junto a Thea, para ir por mis chicos. En una esquina, en el fondo de la iglesia, un hombre decía: "La asesinarás, yo lo haría. ¿Quieres que lo haga por ti?". Yo sonreí y respondí: "Déjala en paz; se ve que aún me busca en todos los hombres. Pobre mujer, aún no se da cuenta de que en este mundo no hay nadie como yo". —Vamos por mi niña antes de que asesinen a mis chicos. El hombre empezó a reír a carcajadas por mi arrogancia mientras caminábamos a la salida bajo la mirada de todos por sus risas. **** Hola, soy Paúl Foster. Bienvenidos a la última parte de mi historia. Recuerden leer: *Mi Alma Es Para Ti* y *Mi Alma Para Ti* (Amores Perdidos). En esta última parte de esta historia, les contaré una triste historia de mi amor. (Mi historia de amor). Espero que les guste y lo disfruten. **** Después de mi muerte, Jhon y Luna, que habían sido expulsados del palacio, se fueron juntos a la antigua casa donde Máx, Jack y yo vivimos al llegar a Argentina. Jhon tenía mansiones y apartamentos en todo el mundo, incluso en Argentina, pero Luna no quería alejarse de los recuerdos y los suyos sobre mí y sus nietos. Así que él la acompañó. En el palacio solo habían quedado Máx, Jack, sus esposas y sus niños, junto a Ladgerda, Khutulun, Vincent y Wendy. Janet y Aurelia, después de unos meses, decidieron vivir en Estados Unidos, junto a Arthur y la pequeña Aurelia. Sofía y Tayler, después de un tiempo, también decidieron volver a Estados Unidos para estar cerca de Aixa. Abby y el pequeño Paúl volvieron con los viejos a la antigua mansión Foster. Graham, Sarah, mis padres y toda la familia Foster estaban en Manhattan, en su enorme mansión. Aun cuando Kathe intentó convencer a Abby de seguirlos, mis padres, antes de escapar, vivían en la mansión Foster, así que decidieron quedarse aquí. Ella y Paúl se quedaron con ellos. Unos ocho meses después, Máx y Jack fueron padres de dos niños cada uno. Alice y Jade estaban un mes atrasadas con respecto a Laura y Lourdes. Así que decidieron hacerse una cesárea y tener a todos los niños juntos. Ellas eran las mujeres más felices del mundo. Máx y Jack no tanto; se imaginan tener cuatro bebés a la vez, junto a otros dos niños aún pequeños y celosos, sumado a Vincent y Wendy, junto a los celos entre las chicas para ser atendidas y recibir cariño. Bueno, así es como estaban Máx y Jack. Aunque ellos lo llevaban bien y eran felices todos los días, al menos cinco minutos cuando podían dormir. Edward ya tenía a su bebé y era el hombre más feliz del mundo. María resultó ser una gran mujer y, aunque su bebé era unos tres meses más grande que los de Máx y Jack. Edward, no dejaba de actuar como idiota o cursi con su niño y su esposa. Thea nativa y James se habían marchado con Cleopatra. Cuando Thea nativa logró salir de su depresión al saber de mi muerte, se fueron. Marco Antonio se llevó a James, tomándolo como un hijo más, junto a Karima. James se llevó consigo a Cancerbero, y su compañera también a mi vieja maestra, Ng Mei. Arthur se molestó mucho con Janet por dejar a Cancerbero, pero él era enorme y su compañera mucho más. Cancerbero, después de mi muerte, se la pasó aullando sin parar todas las noches, como lo hacía en la isla Centinel cuando yo estaba en coma, y Janet ya no quería oírlo. James se lo llevó con él a Macedonia, donde las montañas lo dejarían ser libre de andar por donde quisiera con su loba.