Después de mucha insistencia, Melissa se sintió dominada. Ya no podía seguir luchando contra el sentimiento que había en su corazón. Michael la había conquistado a pesar de todas las experiencias extrañas que había vivido con él. —Quiero compartir contigo algo muy especial. Hoy necesito que me acompañes a visitar la tumba de mis amados padres. Quiero llevar unas rosas y pasarme un rato en su última morada. ¡Claro, si quieres! No es que sea obligatorio que hagas todo lo que se me antoja. Michael la tomó de las manos y le explicó: —Todo lo que a ti te importa tendrá valor para mí. Todo lo que a ti te preocupe me atormentará, por eso elijo estar a tu lado y ocuparme de todo lo que te involucre. Seré tu amigo, amante, guardaespaldas… hasta tu esclavo si esos son tus deseos. —Melissa sonri