—Michael después de todo lo que ha pasado tengo miedo de quedarme sola. ¡Mis nervios están alterados y no quisiera desatar una crisis irritable! ¿Puedes quedarte conmigo? —suplico Melissa. Entre lágrimas ella intenta buscar refugio en las cálidas sombras de los brazos de Michael para ahuyentar todos los recuerdos tormentosos, aprieta sus ojos cerrando el paso de las lágrimas y susurra: —¡Ya no puedo soportar más! —su voz era temblorosa revelando el peso del sufrimiento. Sus ojos llenos de temor se encontraron con los de Michael, —Por favor no me dejes sola, necesito que estés a mi lado, he sido independiente toda la vida, pero a tu lado me siento segura y protegida. —¡No tienes nada de que temer! Todo va a estar bien, seré tu ancla en medio de esta pesada tormenta. Y aunque no puedo ac