En la majestuosa sala de juntas los directivos de la empresa de Melissa se reunieron con un propósito claro: revitalizar la imagen de la compañía y atraer nuevos inversionistas. Entre murmullos de estrategias, fue Jhon, el astuto director de Marketing, quien propuso la idea de un festival de joyas sin precedentes. —Imaginen un evento deslumbrante, donde el destello de nuestras joyas ilumine la ciudad y conquiste corazones —expresó con entusiasmo. La sala se llenó de expectación mientras se trazaban planes para este festival que no solo prometía éxito financiero, sino también un giro inesperado en la vida de Melissa, quien aprobaba la decisión, ajena a la sorpresa romántica que el destino le tenía preparada. —Me parece que el festival de joyas es la oportunidad perfecta no solo para exp