Todo un sueño

El traidor

Pov Natasha

Hoy empezamos el último año de clases, y tengo una pereza de ir, simplemente no tengo ganas, pero la propuesta de Owen me intereso mucho. Nos atrasamos por nuestra fabulosa idea, como siempre Owen es quien esquiva las balas de mi papá y nos saca de apuros.

Cuando llegamos al Instituto nos bajamos del auto de Owen, el maravilloso regalo de mi papá el día de su cumpleaños, está bastante bonito la verdad, nosotros bajamos y nos quedamos esperando a que baje, pero tarda más de lo debido y nos empezamos a impacientar un poco, estoy a punto de ir a ver que pasa. Pero lo veo que baja, pálido y algo angustiado, que está pasando, hoy lo he notado un poco preocupado y no entiendo el porqué, lo empiezo a revisar y el cómo siempre niega que le pase algo, por lo menos no está helado o temblando y lo veo respirar normal, es bastante extraño.

Después de todo y ver que está otra vez normal, vamos al gimnasio donde debemos reunirnos todos por el primer día de clases para que nos llamen para ver en que grupo nos toca, noto que al entrar muchos se nos quedan viendo, no es extraño junto a estos dos es normal que pase. Nos tenemos que aguantar el discurso de la directora y luego empieza a llamar a los alumnos del primer grupo. Es costumbre que llamen a los de último año de primero y debemos pasar al frente con el profesor designado a ese grupo para iniciar, es como una costumbre para que los reconozcan a los de último año, según me ha comentado Owen. Ya que no nos verán el próximo.

Por fortuna nos tocó en el primero grupo, puesto que mi hermoso novio fue de los primeros en ser llamado, su apellido es de los primeros por empezar con B, cuando se levanta muchas suspiran y empiezan los comentarios de lo guapo que es y si lo es lo sé, él camina despreocupado con las manos en los bolsillos del pantalón. Él nunca ha puesto atención a nada de eso y ya yo me acostumbré a que pase esto. La sorpresa fue cuando empezaron con los mismos con cada uno de los demás amigos míos, algo me dice que ya no pasan desapercibidos, veo a Tami molesta por la atención a Luis y es que Luis no es feo, es atractivo hasta cierto punto y ya lo notaron las chicas. Después de llamarlos a casi todos me llaman a mí y no me puedo parar al lado de Owen, debo ir en fila, no me gusta tanto protocolo. Entramos al aula y toca hacer ejercicios de presentación como si no nos conociéramos. Después de unas horas antes de la hora de almuerzo, Owen me avisa que tiene que ir a ver algo a la cafetería, que Don Edwin le puso un mensaje de emergencia, que ocupa ir y que nos vemos en la cafetería, él se va y después de un rato el profesor nos deja salir antes, no había mucho que hacer.

Por qué salió Owen así tan rápido— me pregunta Tami— hoy anda raro.

Le puso un mensaje Don Edwin, que lo ocupaba en la cafetería— le contesto— y tuvo que ir, pero lo de que anda raro es verdad.

Yo lo noté muy nervioso— interviene Carlos— en el discurso estuvo viendo hacia todas partes, eso no es normal de él.

Tendrá algún problema— dice Luis preocupado— no será alguna recaída verdad.

Ni lo digas, no quiero volver a pasar por lo mismo— dice asustado Izaac— casi me mata el año pasado.

En el trabajo ha estado muy tranquilo— nos tranquiliza Elaine— no creo que sea eso, no ha tenido problemas de nada.

Yo me quedo analizando que si se ha portado extraño el día de hoy, pero no le hago tanta mente. Vamos caminando tranquilamente cuando veo algo que me hace para en seco. No, esto no puede estar pasando, en medio pasillo hacia la cafetería, esta Owen parado y una chica besándose, siento que mi corazón se estruja y me falta el aire de momento, como puede hacerme esto. Él no la quita por qué no lo hace, me dan unas ganas de llorar insoportables y no quiero llorar frente a nadie.

¿Esa es Verónica?— pregunta Luis— ¿qué hace aquí?

Vuelvo a ver a los demás como dijo Luis ¿Verónica,? No puede ser, me está engañando con su ex ¿cuándo volvió? ¿Desde cuándo pasa esto? No doy tiempo de nada y me doy media vuelta, debo salir de aquí, no les voy a dar el gusto de verme llorar. Solo escucho a los chicos llamarme, pero no quiero hablarle a nadie, salgo del Instituto, estaba el portón abierto aprovecho y salgo, veo un taxi y lo paro, solo quiero ir a mi casa y no ver a nadie, no quiero verlo a él.

Llego a mi casa y por dicha no veo a mi mamá. Corro escaleras arriba y me encierro en mi cuarto a llorar, veo la cama, el lado donde él duerme y entre el llanto me da cólera, un gran cólera. Agarro su almohada y la hago pedazos con unas tijeras que tenía aquí, voy al armario y veo su ropa, la agarro y la tiro en el pasillo. Lo odio y lo amo y me duele esto me duele mucho¿Cómo pudo hacerme esto? Rompo sus colonias tirándolas al piso, definitivamente cuando paro veo el desastre que hice y no me importa, me tiro a la cama a llorar a mares, al poco tiempo escucho como toca la puerta desesperado. No tiene vergüenza, no me va a engañar con sus mentiras, lo vi, no me lo contaron, lo vi con mis propios ojos.

Natasha ábreme— me dice Owen— no es lo que estás pensando.

No quiero hablar con él, no quiero escucharlo, él no la apartó, él estaba muy a gusto recibiendo el beso de su gran amor, su primer amor. ¿Cómo fue que volvió? Odio saber que está aquí, yo estaba bien con él. Que estoy pensando, el culpable es él, él debió respetarme y no lo hizo. Después de mucho tiempo de estar tocando la puerta, al fin dejo de hacerlo, yo no puedo dejar de llorar, esto duele y mucho, confíe en él ciegamente y me fallo, por eso es que salió del aula, para verse con ella, fue mentira del mensaje de Edwin, debe ser mentira es un descarado y un cínico traidor.

Horas después escucho a mi madre tocar la puerta, pero hoy no quiero hablar con nadie, no quiero explicarle nada a nadie. La escucho hablar con Owen¿Él aún está afuera de la puerta? Que pretende que le crea sus mentiras, no quiero verlo y no sé como haré para no verlo vivimos en la misma casa.