Curandome

1747 Words

—Déjame quitar la flecha—, dijo Sylred, arrodillándose frente a mí. —No me toques—. Sorprendido, levanta las manos en un gesto apaciguador. —Sólo estaba...— —Me da igual. No intentes hacer lo mínimo para apaciguar tu mala conciencia. Lárgate—. Sylred se me queda mirando un momento, con los labios en una fina línea, y luego asiente escuetamente. Se da la vuelta y camina hacia la cabaña, agitando la cola tras de sí. Su cabaña está al menos a 30 metros y, por mi ángulo, puedo ver el lateral y la puerta principal. En cuanto lo hace, empiezo a buscar en el suelo algo afilado: un palo, una piedra, lo que sea, pero no hay más que hierba y tierra. Me duele el ala y, ahora que la adrenalina me abandona, me doy cuenta de lo maltrecha que estoy. Tengo un dolor agudo en el hombro que rivaliza co

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD