—Wow. —dijo Harry observándome cuando bajé la escalera. Hacía apenas unas horas había comprado ése atuendo y ya estaba estrenándolo. Un vestido blanco corto y ajustado acentuaba bastante mi figura. Empezaba como corsé en la parte posterior y terminaba en curvas sueltas con fina tela lisa del mismo color. La parte de atrás deslizaba una larga cola que llegaba al detras de mis rodillas, y adelante corto hasta la mitad de mis muslos. Y en el centro una deslumbrante tela color dorada daba el toque brillante, como siempre sencillo pero delicado. Unos zapatos color blanco, unas pulseras plateadas y doradas para darle un toque y cubrir el primer regalo, sin dejar de lado el colgante en forma de corazón que Harry me había regalado, ese colgante para nada me lo quitaba. Apenas un poco de maquilla