Pude sentir como sus ojos color verde penetraban en mí, su mirada pesada pero a la vez dulce estaba sobre mí. Quería que le sacara el queso que tenía en la comisura de los labios, no sabía si mirar sus labios o sus ojos. Los dos me mataban si miraba algunos de esos. Miré a mi alrededor en busca de una servilleta para limpiarle pero ya no había mas.
—Pe...Pero no hay servilletas. —dije creyendo que me había salvado de ésta.
Zayn me miró y sonrió.
—Sabes que se puede usar otra cosa también. —dijo Zayn, quién me miraba con una cara de pícaro.
Lo fulminé con la mirada. ¿Qué se traía en mente este chico? Luego miré a Rocío, quién reía en silencio. Y por fin, miré a Harry, que seguía ahí esperando que le sacara el maldito queso de su boca.
—No. -dije y miré a Zayn.— Puedo con los dedos de la mano también. —esta vez miré a Harry.
Levanté mi mano y con un suave toque le saqué el queso que tenía en la comisura de los labios. Él solo me miró con más intensidad. Ninguno despegó la mirada ni cuando yo ya había sacado el pedazo de queso que llevaba en la comisura de sus labios, los cuales me tentaban para besarlos. Miré las yemas de mis dedos y aún tenía el queso. Tenía opciones comérmelo yo o dárselo a él, eran las dos opciones que rondaban por mi cabeza. No se me ocurría nada más, nadie decía nada, lo cual fue incómodo e hizo que moviera mi cabeza y mirara hacia otro lado, en donde estaba Angus. No me lo podía comer tampoco, se lo estaba por dar a el en la boca, así que miré en el centro de la mesa y lo puse allí, pero aún mi dedo tenía salsa.
—Genial, ahora yo estoy con salsa y no hay ser... —dije quejándome, poniendo mi mano justo en el medio de los dos para separar un poco la distancia, lo cual fue un error, ya que él tomó mi mano y metió la yema de mi dedo mayor en su boca. Con un chupón le sacó la salsa, no dejó nada por la rapidez de como lo hizo, hasta que reaccioné.— ¿Porque hiciste eso?
Él, muy confiado, sonrió.
—Porque no había servilleta... ¿O qué? ¿Querías quedar con la salsa en el dedo?
—No, pero podía haber ido al baño y sacármelo, o podría haber llamado al mozo y pedirle más servilletas. —le respondí siendo lógica.
—Ah, pero no pensaste lo del mozo para cuando te dije que me sacaras el queso de mis labios. Lo cual lo has hecho con tus manos. —dijo Harry haciéndose el sabio.
—Bueno, por... —mierda, el chico me tenía atrapada, no sabía qué decir.
—Bueno. ¿Y Zayn? ¿Cómo está tu espalda ahora? —preguntó Rocío. Al parecer vio mi incomodidad y empezó a hablar. Gracias Rocio.— Bueno, por lo que me has estado hablando, me dijiste que te dolía un poco la espalda.
—Sí, sí. Ahora está un poco mejor, pero nunca más vuelvo a dormirme en el auto. —dijo Zayn.
—Vamos, Zayn. Si sabes que para la próxima lo harás de nuevo, es algo inevitable en ti. —le dijo Lukas y todos reímos, menos Zayn.
—Bueno, pero yo al menos dormí bien. Y por cierto, Lukas, ¿cuántas veces debo decirte que no toques mi cabello aún que fuera una linda sensación? —dijo Harry rompiendo la risa de todos y haciendo que todos quedaran callados en especial yo.
—Harry, esta vez yo no fui... —dijo Lukas, el cual intentaba no reír.
Harry fulminó a Angus y Lukas con la mirada, pero estos dos solo levantaron las manos en respuesta de que ellos no fueron y a la vez negando con la cabeza con una sonrisa en sus rostros. Cuando Harry llegó a mí de la nada, no pude contenerme y sentí el vomito verbal venir por mí en ese instante.
—Tú te habías dormido en mis piernas y acariciarte el cabello era una tentación poderosa. ¿Tú sabes cuántas chicas querrían hacer lo que yo he hecho? Pero, ¿no te gusto? —pregunté todo rápido y sin respirar, esperando a una respuesta.
Él solo sonrió.
— ¿Qué no has escuchado? Fue la mejor sensación de toda mi vida. —dijo Harry con una sonrisa, de esas que me penetraban por dentro. Me sonrojé y miré para otro lado con una sonrisa.
—Sí, a mí también me hubiera gustado que me acariciaran el cabello mientras duermo. —dijo Zayn mirando a Rocío, ella solo sonrió tímida.
Luego no tardo en hablar Angus y todos le seguimos con la conversación, sentí la mano de Rocio tomar la mía y luego que me apretaba, ya que yo estaba riendo junto con Angus. La miré por el apretón de la mano que me había dado.
— ¿Me acompañas al baño? —me preguntó ella en español.
—Claro. —le respondí en español. Miré a Angus y le dije que ya volvíamos, él sonrió y asintió.
Nos levantamos de la mesa juntas y nos dirigimos al baño. Al entrar, Rocío miró en cada puerta que estaba allí para ver si había alguien. Al ver que no había nadie, me miró con una sonrisa y me abrazó y comenzó a saltar y al instante a gritar y si ya la entendía porque lo hacía. La separé y sonreí y comenzamos de nuevo, hasta que paramos porque dos chicas habían entrado al baño, las cuales nos miraron raro. Nosotras las miramos y reímos por lo bajo. Al entrar las chicas, Rocío vio dos sombras más acercarse para el baño, pero dos sombras muy conocidas y también los habíamos reconocido porque venían peleando por algo.
Me miré en el espejo y saqué de mi bolso el lápiz labial color rosa claro con brillo y me lo pasé por mis labios. Luego Rocío tomó mi color de pestañas y se lo puso, sentí que estos dos estaban esperando allí afuera, así que me acerqué a Rocío y le susurré en el oído en español.
—Esperemos a que salgan las otras chicas primero, luego nosotras. —le susurré en español en su oído, ella solo me miró raro.
Al rato, las chicas antes de salir nos miraron por última vez, cuando las chicas abrieron la puerta para salir, pero dos personas salieron del costado de la puerta como si nada.
— ¿Podemos hablar? —preguntaron Harry y Zayn a la misma vez.
Las chicas abrieron los ojos grandes, sonrieron y gritaron.
—Hola. ¿Quieren una foto? —preguntó Harry con cara de avergonzado y nervioso.
Las chicas sin decir nada asintieron sonriendo. Yo y Rocío no parábamos de reírnos, salimos del baño y nos cruzamos al lado de ellos, ellos sonrieron para las fotos que le tomaban las chicas. Yo los miré y ellos solo nos miraban para luego sonreír para las fotos. Quise hacerles peor, entonces se me ocurrió una idea más.
— ¿Quieren que les tome a las dos juntas con ellos? Ya que así es mejor. —le dije a las chicas.
Ellas sonrieron y me pasaron sus teléfonos, con el cual se estaban sacando las fotos. Las dos chicas se pusieron al lado de ellos, la rubia en el centro con Zayn, la moracha al lado de Zayn con Harry. Apunté con el teléfono y les saqué la foto, las chicas sonrieron y me dieron las gracias. Miré a Rocío y continuamos nuestro camino hasta llegar a la mesa de nuevo con el resto de los chicos. No pasaron tanto minutos desde que Harry y Zayn llegaron donde estábamos.
— ¿Lo hicieron al propósito? —preguntó Harry molesto o más bien fingiendo estar molesto.
Yo solo reía con la cabeza baja.
—No claro que no, no sabíamos que las chicas iban a salir primero que nosotras. Tampoco sabíamos de que ustedes estaban allí afuera. —dijo defendiéndonos Rocío.
—Eso es cierto, pero bueno. ¿De qué querían hablar con nosotras o con las chicas? —pregunté riendo.
—Ah, no, de nada. Solo fue... nada. —dijo ahora Zayn.
—Ah, pero no era que le iban a ir a preguntar algo. —dijo Lukas con sinceridad.
—Oh, ¿en serio? ¿En serio, Lukas? ¿Ahora escuchas? ¿Eso sí escuchaste? —preguntó molesto Harry.
Esto hizo que todos riéramos. Las horas pasaron algo rápido, ya que el cielo se había vuelto oscuro, había estado solo dos horas en la pizzería, nosotras ya debíamos irnos, así que, los chicos insistieron en llevarnos hasta nuestro hotel, en el cual estábamos. Le dimos las indicaciones, el camino fue algo corto, bueno, para mí. El camino la pasamos hablando y riendo de lo que decían todos.
—Gracias por traernos, chicos. Nos la hemos pasado genial. —dijo con una sonrisa Rocío.
Aún no habíamos bajado del auto.
—Sí, y gracias por todo. —agradecí sonriendo y mirando a Harry.
—Pero, ¿no quieren que les acompañemos hasta su cuarto? —preguntó Zayn con una sonrisa pícara.
—No te preocupes, el recorrido nos lo sabemos de memoria y dudo mucho que nos podríamos perder.
Los chicos que estaban frente de nosotras rieron, para luego inclinarse para despedirse, todos con un beso en la mejilla. Me despedí de Zayn, mientras que Rocío se despedía de Harry. Cuando me doy vuelta para despedirme de Harry, él me veía sonriendo. Me acerqué a él y besé su mejilla derecha, me alejé para besar su otra mejilla, pero él tomó el control haciendo que sus labios besaran las comisuras de mis labios. Al separarnos le sonreí algo tímida y salí del auto.
Entramos al hotel algo cansadas y nos dirigimos al ascensor. Presionamos el décimo piso, luego de minutos el ascensor se volvió a abrir, caminamos por el largo pasillo del hotel hasta llegar a nuestra recamara. Entramos y lo primero que hice fue a tirarme en el sillón, mis piernas me mataban del dolor. Rocío al entrar se dirigió hacia su cuarto y de seguro ya ella deberá estar tirada en su cama en el quinto sueño. Suspiré varias veces y me levanté del sillón, una brisa algo fresca empezó a recorrer por dentro de la habitación a través del balcón. Me acerqué a él y miré el cielo.
No sabía si lo que había pasado hoy por mi mente cuando le saqué el queso a Harry de sus labios, estaba bien o no, lo único que sabia era que quería besarlo hasta quedar sin aire los dos. Tal vez todo esto era un sueño, aún no caía en la realidad. Lo único que quería era saber si esto era un sueño, despertar ya para no luego desilusionarme porque todo fue un sueño, tentador, bonito y algo raro.