Entre los chicos y yo intercambiamos miradas y luego reímos, hasta que sentí la mirada algo pesada de Nerea, estaba enojada.
—Dejen de reír. ¿Me podrían ayudar? —dijo ella susurrando para que Harry no despertara.
Reímos una última vez, entonces Lukas y Lukas ayudaron a Nerea a salir del auto sin despertar a Harry, quien casi lo hizo pero estos comenzaron a cantar una canción de cuna para que Harry pudiera seguir durmiendo. Nerea y los otros dos salieron del auto.
—Gracias chicos por traernos hasta aquí. Pero yo ya me siento mejor y no es necesario que entre allí —dijo Nerea.
—Sí, gracias. Los vemos mañana a la noche, y claro que entraras allí Nerea. —dije yo también y nos dimos vueltas para ir nos pero la voz de Lukas nos interrumpió.
—No, aún no nos despediremos. Queremos ir con ustedes.
—Sí, queremos asegurarnos si estarán bien. —dijo Lukas.
—Sí, eso, queremos saber como está Nerea y como está...tu pierna. —dijo Angus apuntando a mi pierna.
Miré hacia abajo y no lo había notado, pero mi pierna sangraba un poco. Era un raspón, tal vez por la caída pero en todo este tiempo no lo había sentido. Pero, ¿cómo sentir el dolor cuando te encuentras a The Oasis por accidente? Todo este tiempo lo creí un sueño del cual era el mejor hasta que toqué el raspón y sentí el dolor y supe que no era un sueño.
—Vamos Nerea, entremos. —le ordené.
—No, yo ya estoy bien. No quiero entrar. Ve tú con los chicos, yo esperare aquí. Por favor, no quiero entrar. —suplicó ella en español para que los chicos no la entendieran, lo cual funcionaba.
—No, entraremos las dos juntas. Sé que no te gustas los Hospitales, pero vendrás conmigo para que te revisen. Tú no estás bien. —dije y la tomé del brazo para entrar. Ella gruñó y todos caminamos hacia la entrada.
Entramos al hospital todos juntos. Nerea seguía protestando hasta que un doctor nos atendió, entró primero Nerea ya que a mí solo me vendaron ahí afuera en la sala de estar, ya que no era algo importante. Pero al parecer lo de Nerea si lo era. Esperamos un tiempo todos los chicos en la sala de espera hasta que saliera Nerea, mientras que hablábamos se abrió la puerta de la oficina del doctor quien había atendido a Nerea y salió ella primera con los brazos cruzados y con cara de niña pequeña enojada. Detrás de ella venía el doctor, nos paramos todos y Nerea se posó al lado mío.
— ¿Qué tiene, doctor? —pregunté.
—No es nada malo, solo tuvo una recaída. Tuvo la presión algo baja... —empezó a explicar el doctor.
—Pero, ¿por qué fue eso? —lo interrumpió Angus.
—Fue porque tal vez ella no se alimentó muy bien hoy y eso la debilitó. Ella ya me lo explicó. —contestó el doctor sonriendo a Nerea y ella solo no lo vio. Luego se fue a atender a otro paciente ya que lo llamaron.
— ¿Qué fue lo que te he dicho hoy esta mañana? —le pregunté algo enojada en español.— Te dije que comías muy poco, pero tú como siempre no haces caso.
—Perdón, no sabía que era algo tan importante. —dijo ella en inglés. —De ahora en adelante comeré mejor. —me respondió ella ya rendida en inglés. Siendo que yo le había preguntado en español.
—Sí, debes comer mejor, Nerea. Y hablando de comer, ¿quieren ir a comer con nosotros? Angus tiene hambre y creo que es una ventaja para ti. —dijo Lukas. Nerea solo gruñó y todos reímos por eso. Pero la dos asentimos.
Salimos del hospital hablando, y nos dirigimos hacia el auto. Lukas como todo un caballero que es nos abrió la puerta de el auto, pero todos quedamos sorprendidos al ver quienes habían despertado. No se porque pero todo miramos a Nerea quien miro hacia otro lado haciéndose la tonta.
—Miren chicos lo que encontré aq... —dijo Harry, pero al levantar la vista callo al vernos.— Hola.
—Hola. —respondimos yo y Nerea al mismo tiempo y sonriendo, con algo de nervios.
—Supongo que esto será de ustedes. —dijo Harry mostrándonos la cámara de fotos, al parecer Nerea se olvidó de guardar las cosas que había sacado de su bolso.
—Sí, y creo que esto también. —dijo Zayn, mostrándonos el lápiz labial color rosa claro y las gomas de mascar la cual al parecer había tomado una de las gomas de mascar, ya que masticaba una.
—Si, eso es mío. Y eso también. —respondió Nerea algo tímida.
Nerea subió primero para tomar sus cosas, tomó primero las de Zayn luego se sentó al lado de Harry como estaba hoy, y todos hicimos lo mismo. Todos nos habíamos sentado de la misma forma que nos sentamos hoy más temprano solo que ahora Harry iba del lado de la ventana. Luego seguía Nerea, después Zayn y luego yo.
Narra Nerea:
— ¿Me devuelves eso también? —le pregunté a Harry algo tímida, ya que él miraba sin detenerse las fotos de la cámara.
—Sí, claro. —dijo y me la pasó.
Antes de guardarla, miré a mi alrededor y Rocío había tomado coraje y estaba hablando con Zayn, mientras que Angus, Lukas y Lukas hablaban entretenidamente entre ellos. Sonreí, prendí de nuevo la cámara de fotos, y apunté hacia Lukas quien había notado y había sonreído, luego hacia Lukas y Angus quienes también posaron para la foto, después de dieron cuenta Rocío y Zayn.
— ¿Puedes tomarnos una? —me preguntó Zayn. Yo miré con una sonrisa pícara a Rocío, ella solo me miraba con las mejillas rojas. Tomé la cámara y los apunté. Zayn abrazó por arriba de los hombros a Rocío y luego un flash salió disparado indicando que la foto ya había salido. Luego tomé otra foto a los tres chicos que tenía frente a mí, sin darme cuenta miré hacia Harry con la cámara apuntando a él, solo me vio, me sonrió y saqué la foto. Luego por el visor de la foto mire la ventanilla del auto, despegué la cámara de mi ojo y sonríe al ver lo que veía.
—Te gusta, ¿verdad? —me pregunto Harry.
Y sin despegar la mirada de la vista le respondí.
—Claro, me encanta. Siempre he querido subirme a La Rueda del Milenio. —dije sonriendo y despegué la mirada de allí, al ver que ya nos alejábamos de allí. Miré a Harry, quien me miraba con una sonrisa, lo cual me fue algo incómodo.— ¿Que? ¿Tengo algo?
—No, solo que tienes una acento que me gusta. ¿De dónde eres? Bueno... —miró a Rocío y luego a mí de nuevo.— ¿De dónde son y cómo se llaman? -preguntó él de nuevo con su sonrisa que hacían mostrar sus hoyuelos mortales.
—Pues, somos de... —miré hacia otro lugar ya que me incomodaba su mirada.— Somos de Argentina y yo me llamo Nerea y ella... —miré a Rocío quien reía por algo que de seguro le habrá dicho Zayn.— Ella es Rocío, mi mejor amiga.
—Oh, latinas. Y tienes un hermoso nombre, bueno, tienen unos hermosos nombres. —dijo el sonriendo, sentí mis mejillas calientes y sonreí tímidamente, rápido mire hacia otro lugar.
—Dime algo en español. —dijo él y lo volví a mirar algo sorprendida.
— ¿Cómo qué? ¿Qué quieres que te diga en español? —le pregunté.
—No lo se... mmm... —pensó un rato corto.— ¿Cómo se dice... hermosa en español? —preguntó aún pensando en otra cosa.
—Ah, pues eso se dice Hermosa. —dije satisfecha y diciéndole la palabra "Hermosa" en español.
—Oh entonces, Nerea eres hermosa. —dijo el mirándome con cara de pícaro, y diciendo solo la palabra "hermosa" en español.
Alcé mis cejas para arriba, para estar algo sorprendida por lo que él había dicho. ¿Harry Evans estaba coqueteando?¿Y conmigo? Miré hacia sus ojos y algo en él me hizo acordar en lo que había pasado ayer a la noche en el club. Él tenía los mismos ojos que el chico que me había tirado las bebidas sobre mi vestido. Corrección, sobre el vestido de Rocío, y que después me había dicho que si me quería comprar uno nuevo, lo cual cortó la magia que había en ese instante. Solo ese comentario me había jodido la noche en el club. Harry solo se me quedaba viendo a los ojos por lo que yo presentía, pero esos te atrapaban de una y se me hacían tan conocidos.
—Chicos, ¿bajaran? —dijo Lukas.
Despejé la mirada de Harry y vi que a mi alrededor ya no había nadie, todas ya habían bajado del auto. Solo estábamos Harry y yo. Miré a Harry y una pequeña risa se me escapó.
—Sí, sí. —le respondí riendo, y bajé del auto. Detrás de mí bajaba Harry.
Ya habíamos parado en una pizzería, llamada "Pizza Hut". Era un lindo lugar, lo miré de arriba y abajo. Tenía una gran entrada y por lo que pude ver de una de las ventanas, había gente y mucha. Harry interrumpió mis pensamientos y mi exploración de la pizzería.
— ¿Entrarás o no? —me preguntó él, desperté, lo miré y asentí. Él sostuvo la puerta para que pasara primero.
Al entrar ya pude notar que los chicos ya habían encontrado una mesa para todos juntos. Los miré y ellos me sonrieron. Me acerqué a ellos junto a Harry, me senté al lado de Rocío, yo estaba en el medio porque Angus estaba del otro lado de mí, en frente de Rocío estaba Zayn, quienes seguían hablando no sé de qué. En frente de Harry estaba yo, quien me sonrió la cual hizo que le devolviera una algo tímida. En frente de Angus estaba Lukas y en una esquina estaba Lukas. Ellos tres hablaban sin parar. Al parecer, los chicos ya habían ordenado por que a los cinco minutos trajeron dos pizzas, el vapor salía de las pizzas. Ya al rato ya no había rastro de las dos pizzas, todos la habíamos terminado.
—Angus, Angus... —dijo Harry para llamar la atención de Angus que seguía comiendo su ultima porción de pizza.— Tienes queso justo aquí. —volvió a decir Harry y señalando debajo de su labios, para mostrarle a Angus donde tenía queso.
Yo miraba entretenidamente la escena.
— ¿Qué? ¿Dónde? —dijo él tocándose del otro lado.
—Justo aquí. —dijo de nuevo Harry apuntándole, pero Angus aún no entendía.
Así que tomó un poco de queso de la pizza de Angus, él se quejo. Harry se puso el queso en donde Angus lo tenía. Angus buscó el queso, se lo sacó y se lo comió, lo cual me hizo reír. Miré a Harry y aún tenía puesto el queso ahí.
—Harry, Angus ya entendió donde tenía el queso, ahora sácatelo tú. —dije sonriendo y riendo.
—Oh cierto. Sácamelo tú, por favor. —pidió y se inclinó hacia adelante. Solo estaba a pocos centímetros de mí.— ¿Me lo puedes sacar? —volvió a preguntar él.