** Llega él día de la operación del padre de Elizabeth **

1000 Words
Son las ocho de la mañana, hora de prepararse para presentarse a la clínica, llega él día de la operación del padre de Elizabeth, está todo listo. El horario de la operación es a la nueve de la mañana. Al padre de Elizabet, lo suben a una camilla, él enfermero le coloca un bata blanca, mientras amistades y familia esperan ansiosos, a la salida de la sala de operaciones. Los médicos ya están operando, en ese momento, Elizabeth recibe un llamado de su compañera y amiga de cuarto. —Hola, amiga te extraño mucho, deseo de todo corazón qué tu padre salga bien de esta, ¿De qué lo operan? —Hola, loquita, a mi padre, le tienen qué sacar un riñón, él qué está seco, de eso mismo le a salido un tumor enorme sobre él abdomen, tiene una fístula, además tiene problemas de vesícula, le van a ser las tres operaciones en una. —Amiga,¿Qué es un fístula? —Mi padre tiene un pedazo de intestino roto. —Pobre, tú padre, le pasa de todo, le deseo mucha vida, un beso vuelve pronto. En aquella sala de espera hay en total, entre amigos y familia alrededor de cincuenta personas. —Muchas gracias, igual mi padre estubo trabajando hasta lo último. La operación demora mucho; han pasado tres horas, Héctor, padre de Elizabeth sigue adentro, después qué pasaron casi cinco horas, aparecen los médicos , orgullosos por él esfuerzo qué han hecho. —Todo salió bien dijo: El cirujano qué lo operó. Cuándo lo sacaron, Elizabeth se fijó en un detalle, lo sacaron del quirófano, con los pies y manos atadas, seguramente al despertar de la anestesia, él enfermo se sale de control, Elizabeth se quedó cuidando a su padre, él había hecho tanto por ella, una cuántas lágrimas inundaron su rostro, para ella había sido un milagro qué su padre, halla salido de esa, muchos médicos se negaban a operar. Héctor, de a poco fué saliendo de la anestesia, llega Elizabeth. —Hola, ¿Cómo está? él hombre más valiente qué conosco. —Qué bueno hija, tenía tantas ganas de vivir. A Elizabeth la llamó un médico, en un sobre estaba, él tumor qué le habían sacado del abdomen a su padre, también él riñón qué estaba seco, debía llevarlo a patología para analizarlo. A Elizabeth la acompañó, la familia amiga del padre, a llevar las muestras, cuándo Elizabeth levantó él sobre con las muestras pesaba aproximadamente dos kilos, él resultado estaría para dentro de diez días. Héctor, volvió a casa, se sentía demasiado bien, era un hombre muy inquieto. Había llegado él día qué Elizabeth, debía volver a la facultad, su padre le agradeció por haber estado al lado de él. —Viejo, querido te voy a extrañar mucho, me quedó más tranquila al saber qué te encuentras bien. Una lágrima de emocion apareció de repente en la cara de Héctor. —Viejito, no llores voy a estudiar mucho, lo voy a ser por ti, voy a ser una gran profesional, te quiero mucho. Elizabeth había acomodado su ropa, él chófer de su padre la acercó hasta él Aeropuerto. Desde él aeropuerto, Elizabeth le envío, varios besos a su padre, desde él móvil, subió al avión la estaría esperando Inés, quién era cómo la mamá gallina de todas. Es un día lluvioso, está por nevar, Inés la está esperando, junto a dos más de su compañeras en cuánto la ven, se vuelven cómo loca, una parte de cada una de ellas, es un poco niña, adolescente y adulta, Inés corre a su encuentro, Inés es media sargentona. —Vamos ya al auto, nos está esperando, ¡está por nevar! Natalia y Yamila, también van a su encuentro, ellas tienen su habitación, casi al lado. En él carro van todas riendo, contando anécdotas, tienen un largo camino por recorrer, Elizabeth siente la ausencia de su padre, ella quisiera qué en aquel momento estubiera con ella. Héctor a mejorado bastante, sigue viajando, hacía las minas de cobre, él es dueño, también de las plantaciones de paltas. En casa de él hay una enfermera qué le hace los controles diariamente. Elizabeth está en él cuarto de estudiantes, Inés su amiga le tiene muchas informaciones a Elizabeth. —Amiga, ví a ese chico qué estubo bailando toda la noche contigo, lo ví acompañado, mm me parece a mi, qué ya te olvidó. Elizabeth siente en su corazón, cómo un estallido qué duele, ella se había enamorado de él aquella misma, noche del baile. —No puede ser cierto, él me dijo qué me quería. Elizabeth cambia su rostro de alegre, a triste piensa en su padre. —En él único hombre qué confío es en mi padre, qué me a sido fiel. —Disculpa amiga no debí decirlo nunca, ya está olvídalo. —No puedo ya está guardado en mi corazón. Elizabeth sale hacía él pasillo va de un lado a otro, mientras repasa lo qué tiene qué dar es lección oral, no puede concentrarse, le hace un llamado a Germán. —Hola, he vuelto. —¿Cómo estás linda? Elizabeth se queda callada por un momento. —Entiendo, qué ya me has olvidado, qué poco te duro lo qué sentías hacía mi. —¿Que pasó?, aún sigo solo. —No mientas, acá todo se sabe, te han visto con otra, tomando un café. German, comienza a reír. —¿Qué te pasa? ¿De qué te ries? —Tontita es mi hermana ja ja, ella es dos años más chica, estudia para profesorado de historia, no vive en esta cuidad, solo vino a casa de visitas, está viviendo con él novio. —Aa mil disculpas. —¿Quien de todas tus compañeras es la chusma? —Mm no lo sé, me alegro entonces hablar contigo, te tengo qué dejar debo seguir estudiando. —¿Tu padre salió bien? —Excelente, solo deberá cuidarse. Elizabeth se despidió contenta entró al cuarto, estaba Inés. —Amiga, era su hermana.
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