Estaaban en el interior de la casa, Maria Elena tenía un ataque de ansiedad bastante preocupante hasta el punto de que tuvieron que llamar a un médico para que la atendiera. Este llegó y lo primero que hizo fue tomarle la tensión y darle unos calmantes para que por fin comenzara a respirar con tranquilidad, aunque realmente Marco Antonio no esperaba que eso fuera posible, ya que el simple hecho de haber visto a Juan en los arbustos, era algo bastante grave. ¿Cómo era posible que ese desgraciado supiera a cada momento dónde estaban? —Amor ¿Estás mejor?. Preguntó sentándose a su lado. —No, no lo estoy. Era Juan, tú lo viste igual que yo, era él… estaba preso. ¿Cuándo salió? La voz le salía entrecortada, agónica, llena de miedo. —Cariño, tengo algo que contarte, pero antes de nada si no