Era casi las 6 de la tarde estaba atardeciendo, caminaba rumbo al carro para irme a casa cuando me encuentro con el profesor, lo mire e inmediatamente me di la media vuelta para evitarlo.
—Tenía que estar dando clases ¿qué hace aquí?— dije para mí y apure mi paso
— ¡Lilith!— grito
Por alguna razón no pude caminar, me di la media vuelta y pensé, le dije que recordara mi nombre y lo hizo, ¿será una cualidad o simplemente si sabía mi nombre? Y si todo fue un invento, segundos después él me alcanzó ¡Claro era fácil! No podía moverme.
— ¿Dónde están tus compañeros?, ninguno entró a la clase/ conferencia.
— Recordaste mi nombre y decías que no lo harías— le dije con una sonrisa pícara, se podía sentir una fuerte atracción cómo la de antes
— ¿Sabes dónde están tus compañeros?, llévame con ellos— me pregunta ignorando lo que le dije
— SÍ aún siguen aquí pueden estar en la cafetería o en la zona sin profesores, bueno me retiro— al tratar de caminar tomo mi mano y un zoológico arrasó dentro de mi
— Tienes que llevarme con ellos.
Él tenía algo no podía resistirme a ir con él, no sabía si se debía a que me tomo de la mano o está usando su cualidad pero accedí.
— Claro vamos a buscarlos.
Fuimos caminando un poco despacio se podía ver cómo el sol se terminaba de meter completamente en las ventanas de los edificios casi a una nada de que oscureciera, llegamos a la cafetería y no se encontraba nadie, aproveche para comprar una soda e invitarle una al profesor.
— ¿Sabes que en la zona sin profesores no puedes entrar verdad?, te puedes meter en problemas.
— Lo sé, yo creé esa zona el año pasado cómo regalo de graduación para la próxima generación, conozco cómo entrar sin ser visto.
—¡Ok profesor vamos a meternos en problemas!— me puse al frente de él caminando hacia atrás sin ver el camino sonriéndole — ¿Profesor no era anónimo el alumno que realizó ese regalo?— le pregunte
— Lo es— me emparejé con él y lo detuve
— Si es secreto porque lo sé ahora.
— Porque eres tú Lilith — me dice al oído
Di unos pasos más antes de que paralizarme, ok eso me hizo sentir mil cosas ¿Pero qué significa eso?.
Caminamos mientras me contaba cómo le surgió la idea y cómo fue que creó la forma de entrar sin ser visto me encantaba escucharlo hablar, estar con él, aunque todo está pasando muy rápido.
— Para entrar tienes que poner tu número de control y se abren las puertas, ¿verdad?.
— Si se abren las puertas con su número de control o tu huella— le contesto
— Bueno a las orillas cree una puerta que te mete a la zona sin que aparezca en el sistema y solo se abre con mi clave— interesante — Bueno es aquí, por eso no tiene cámara ni luz— señala la zona
El profesor se fijó que no viniera nadie y se abrió la puerta, era un lugar interesante la entrada era algo angosta, pero podíamos pasar sin problemas.
Realmente estábamos en la zona sin profesores, había demasiados alumnos, me encontraba nerviosa no podían verme, porque sabrían que no entre con el sistema y causaría un problema.
— Ven por aquí está un pequeño sitio donde nadie nos ve, podemos estar un rato hasta que se desactiven las cámaras.
Abrió cómo una puerta y entramos, efectivamente era un cuarto pequeño, había computadoras con imágenes de las cámaras y servidores, parecía un sitio donde pasaba tiempo con los amigos, tenía una pequeña cama, sillones, un pequeño refrigerador con bebidas y una mesa con exámenes.
— ¿Pasa mucho tiempo aquí verdad?— le pregunté
— Así es, es un pequeño refugio para mí y que mejor que en la zona sin profesores.
— Profesor y ¿cómo sabe que apagan las cámaras?.
— Es una de las reglas mira— me señala en la pantalla de la computadora, me acerco, así era, él sabía, lo pude ver en la programación.
—Tiene razón— le digo volteándolo a ver
Estábamos muy cerca uno de otro, no pude evitar mirar sus labios, mi cuerpo pedía que lo besara y estaba a punto de hacerlo cuando me levante y voltee inmediatamente a la pared, tenía que controlarme, tenía que hacerlo.
Estaba segura de que él me besaría o yo a él, no pude actuar más torpe ¿Voltear una pared, en serio?, de repente se escucharon ruidos, él se paró y se acercó a mi haciéndome la seña que guarde silencio, estaba contra la pared podía sentir su corazón latir rápidamente y cómo respiraba agitado.
— ¿Por qué nos quedamos callados? No pueden entrar ni escucharnos.
— Es verdad perdón lo hice por instinto— aún me encontraba recargada en la pared y él al frente mío
— ¿Puedo moverme de aquí?— le pregunté al ver que nadie se movía
Él se giró dándose cuenta de que me retenía y estaba al frente mío, se retiró y di un paso, de repente él me toma del brazo me jala, me pone contra la pared y termina dándome un besó.
Me besó lentamente, sentía cómo su corazón latía más fuertemente o tal vez era el mío, solo sé que no me resistí, él iba acelerando el ritmo cada vez más, sentía una gran fuerza dentro de mí, algo que nunca había sentido antes, había perdido el control.
Tomaba con fuerza mi cintura, mis manos desabotonaron un poco la camisa, agarro mis manos y la sostuvo hacia arriba, impidiéndome tocarlo, dejó de besarme y me miro directo a los ojos para después empezar a besar mi cuello, sus labios me volvían loca, podía escuchar cómo jadeaba.
Cómo pude me quite las zapatillas, él soltó mis manos y se detuvo un instante, su mirada estaba lleno de deseo al igual que la mía, él me quito el saco, me dio la vuelta quedando mi cara quedo pegada a la pared haciendo que mi deseo crezca más.
Sentía cómo su m*****o tocaba parte de mi cadera, me deseaba como yo a él, su mano estaba a punto de entrar debajo de mi falda cuando bruscamente me gire, termine de desabotonarse la camisa, su cuerpo era un monumento.
Mientras me besaba le quite la camisa, le desabroche el cinturón después el pantalón, metí mi mano, pero él me detuvo, agarro mi mano y me llevó a la cama, se paró un instante quería demostrarle que también tenía el control de la situación.
Lo mire y lo empuje a la cama, me miraba cómo me quitaba la blusa y la falda quedando en pura ropa interior, me subí arriba de él y comenzó a besarme, mis caderas se balanceaban sobre su m*****o deleitándonos a los dos, sus labios bajaron a mi cuello haciéndome gemir.
Quería estar con él ya, necesitaba sentirlo dentro de mí, me dio la vuelta y quedé debajo de él, seguía besando mi cuello bajando hasta el pecho, después a mi vientre, bajaba cada vez más hasta que se detuvo por completo, dejándome deseosa de más.
—¿Estás segura de esto?— me pregunto, me medio senté para verlo mejor
—Estoy segura— conteste
Se quitó el pantalón y la ropa interior, solamente sonreí mientras él se acercaba como si un depredador asecha a su presa, no quede de todo acostada me gustaba ese juego, se acercó aún más y podía sentir su m*****o erecto aún más, estaba listo era la hora ¡Al fin iba a estar dentro de mí!, me desabrocho el brasier y término de acostarme, estaba entre mis piernas y ellas lo envolvían.
Él me besaba con firmeza mientras mis manos acariciaban su espalda, él tocaba con una mano mi pecho, podía sentir cómo su m*****o rozaba en mi vulva, de una forma tan deliciosa.
Pero lo quería ¡ya!, así que lo tome y cuando estaba a punto de ponerlo dentro de mí se retiró de golpe, se levantó rápidamente de la cama y puso el pantalón, junto mi ropa del suelo ¿Qué hace?.
— Esto no está bien no es correcto— me sentía extraña, rechazada.
— ¿Por qué?…
—¡Por favor vístete!, si no podré controlarme más— su voz era fría, ni siquiera me dejo preguntarle
Agarre mi ropa, me vestí, me puse los zapatos y levante el saco, estaba en el sillón sentado con las manos en la cabeza, no me miraba, quería hablarle, merecía una explicación, pero sabía que no hablaría conmigo.
Abrí la puerta y me dirigí para la salida de la zona sin profesores, me sentía confundida, usada, solo camine directo al carro, le quite la alarma me subí y me quede recargada en el volante pensando, ¿Por qué me humillo así? ¿Era incorrecto?, No me sentía nada culpable al contrario quería seguir, quería que me tocara más, quería sentirlo dentro de mí, quería que disfrutáramos uno del otro.