Nadie se mete con ellas.

2370 Words
Corro lo más rápido que puedo y alcanzó a llegar, me subo al elevador y apenas llego a la habitación, abro la puerta y miro que Lucia y Rebeca traen golpes  —Wow que les paso acaso— Lucia corre y me abraza, le devuelvo el abrazo —Unos tipos nos robaron Lilith, se llevaron todas nuestras cosas. —Matu nos tuvo que pagar el taxi— añade Rebeca, dejo de abrazarla y la examino  —¿Quieres que te quite las marcas?— Le digo sin pensar quien esta aun lado de mi —¿Qué?— Replica Matu y Rebeca al mismo tiempo, pero me doy cuenta de que Rebeca está sangrando demasiado.  —Te cortaron en la pierna— me acerco y Lucia me sigue para mirar la pierna —No es profunda, pero si debió de ver dado en un pequeño vaso. Camino a mi lugar y me quito todo poniéndome la pijama, saco el botiquín que compre cuando llegue y lo pongo en la mesa.  —Siéntense las dos— les ordeno —¿Qué quieren hacer poner una denuncia o que me deshaga de ellos? Y les regreso sus cosas— Lucia no deja de llorar  —Lilith no puedes arriesgarte así— me dice Matu, le doy la espalda a todas y camino  —¿Saben quienes son los que hicieron eso?.  Trato de controlar mi enojo y evitar que mis ojos cambien, tomo una botella de tequila y la tomo rápidamente, calma tus sentimientos Lilith cálmalos.   —Siempre están en el lugar, son amigos del dueño— por fin dice algo Rebeca, saco el celular y le marco a Morningstar  —Necesito un consejo— escucho como su respiración cambia –—Unos tipos golpearon a Lucia y a Rebeca saliendo del antro a donde van, les robaron sus cosas— escucho que le pega a algo  —¡¿Qué? Malditos infelices!, haz lo que sea necesario y recupera sus cosas, déjame hablar con Lucia.  Camino hasta donde ella está y le entrego el celular, después me acerco a Rebeca y le miro los golpes nuevamente.   —No creo que te dejaran marca al menos los demás, la de la pierna a la mejor una pequeña línea blanca, pero si te cuidas no te quedara nada. Ella trata de sonreír, pero hace una mueca de dolor, Lucia me entrega el celular —Recuperarás las cosas Lilith, no creo que estén mañana en ese lugar— me dice Lucia y Rebeca dice que si moviendo la cabeza  —Puedo ir ahorita, pero ¿cómo salgo? Esta cerrada la puerta principal— las miro  —Bueno Matu sabe como salir— dice Rebeca y miramos a Matu  —Eso depende si eres silenciosa y puedes saltar— Lucia se ríe  —Lilith sabe muchas cosas y eso es algo de lo básico—  le sonrió —Si puedo, ¿entonces me ayudaras?— se levanta de donde estaba  —Si, pero quiero ir contigo— la miro —Ok es justo, deja me visto, ah reconoce las cosas de Rebeca, verdad— me doy la media vuelta quitándome la pijama  —Sí, oye, no quieres ayuda con las marcas de tu espalda— me miro en el espejo  —No, me gustan— se acerca Lucia y Rebeca  —Lilith estuvo buena la noche, no te duele, tú…— me tocan las marcas  —Si se preguntan si cogí la respuesta es que no, pero si llegue al punto máximo, Lucia necesitaré tu cuchillo.   Saco un vestido dorado y unas zapatillas negras, después saco los arneses y me pongo uno en la pierna, posteriormente pongo otro en la segunda.  —No lo pierdas, fue un regalo de Morningstar— lo agarro y lo miro  —En serio Lucia, un mango con cristales— me suelto riendo  —¡Oye son  Swarovski!— me reclama —Me lo dio con gas pimienta a juego— toco el filo de del cuchillo  —No tiene nada de filo, mira el tuyo y el mío— se lo muestro y la diferencia de tamaño es evidente —Bueno, de perdido tienen cuchillos, nosotros tenemos silbatos.  Rebeca saca el suyo y no los muestra, pongo los cuchillos en los arneses y después me pongo el vestido, retoco mi maquillaje y me pongo los zapatos.  —Bueno, estoy lista, ¿parezco que mataré a alguien?— me suelto riendo  —No, pero unos cuantos morirán del corazón roto— dice Rebeca entre risa y risa Mientras está lista Matu las chicas me dicen como reconocerlos y que ropa traen. —Ya estoy lista, nos vamos.  ¡Dios se mira hermosa!. —No te pondrás zapatillas— le pregunta a Rebeca —¿Debo hacerlo?— me suelto riendo  —Bueno, tienen códigos de vestimenta y esas cosas— le dice Lucia, saca unas zapatillas y se las pone  —Vámonos. Agarro mi bolso y salgo siguiendo a Matu, salimos del edificio, no fue tan difícil.  —El Uber nos espera— nos subimos, nos dirigimos al lugar  —Sabes cuando estamos ya sabes, no quise decir eso, lo siento— la miro a los ojos  —No te preocupes, sé bien quien soy.  Seguimos en silencio un buen rato hasta que llegamos, le pago al chofer y entramos.  —Voy a pedir una bebida, ¿quieres algo Matu?— nos acercamos a la barra —Me das un Martini por favor y para ella…— volteo a mirarla  —Una margarita.  El bar tender prepara las bebidas miro alrededor del lugar buscando a las personas, justo como lo haría si estuviera en una misión.  —¿Los miras?— me pregunta Matu —No, pero presiento que no hará falta, vendrán a nosotras. Nos entregan las bebidas y pago, le tomo al Martini  —Vamos a bailar— le digo a Matu, me tomo toda la bebida y Matu hace lo mismo  —Vamos.  Matu toma mi mano y me lleva a la pista, bailamos un poco de repente llega un mesero, quitándome de ese momento único con ella.  —Unas bebidas para ustedes de parte de los caballeros.  Nos señala en donde se encuentran levanto el shot y muevo la cabeza en forma de agradecimiento y me lo tomo de golpe, Matu hace lo mismo  —Puedes mandarle una botella de vino de nuestra parte— le digo al mesero y pago la botella —Vamos a seguir bailando— hago lo que Matu me dice  —Nos invitaran a donde estén, trataran de impresionarnos, después nos iremos con ellos y recuperaré las cosas— me mira sorprendida  —Suena un buen plan. Segundos después nos llevan a donde están y vamos, son tan predecibles.  —Hola, ¿cómo se llaman?— nos preguntan Matu me mira  —Ella es Marián y yo soy Ana— les lanzo una sonrisa coqueta a los dos  —¿Y ustedes como se llaman?— les pregunta Matu  —Alexis— dice el primero  —Alessandro— dice el segundo  —Los dos con "A" que interesante ¿Y vienen seguido?— les pregunto  —Si somos amigos del dueño, pero a ustedes no las he mirado— me guiña el ojo y yo me rio, fingido, pero lo hago —No, casi no, frecuentamos otro tipo de lugares algo más privado. Se voltean a ver uno al otro, Matu me aprieta la mano al verlos, ya van a caer  —Tenemos nuestro departamento a unas calles, ¿quieren ir?— Matu aprieta más mi mano  —Claro— les digo y se gira a mirar a Matu para que ella conteste  —Si vamos— le contesta  Nos levantamos del lugar y los seguimos, noto como mira aun guardia de seguridad y el otro le dice que si con un movimiento leve de la cabeza salimos del lugar y caminamos a un callejón y subimos por las escaleras entramos e inmediatamente miro el bolso de Lucia  —Lo vi ¿Y tú?— me pregunta Matu  —Si— le contesto —¿Tienen visitas?— les pregunto con un tono inocente  —No mis amigas lo dejaron, querían bailar sin preocupación. Tienen práctica, asi que hago como que les creo.  —Ve al baño, yo me encargo— le digo a Matu, me levanto y me acerco al bar  —Me permites entrar al baño— le dice Matu  —Claro al fondo a la derecha— le contesta, Matu se levanta y se va al baño —¿Puedo prepararles una bebida?— señalo las botellas  —Claro cariño— dice Alessandro, camino y él se pone detrás de mí —Desde que te mire imagine tenerte en mi cama.  Pone su mano en mi trasero, me giro y me subo a la barrita.  —Bueno, yo los miré y quise un trío— paso mi mano por su pecho  —¿Y tu amiga?— me pregunta Alexis acercándose más —Ella lo sabe, puede esperar— le digo   al oído Alessandro baja y me quita las zapatillas, yo tomo su cabeza y la choco en la barra dejándolo inconsciente, Alexis rompe una botella  y se lanza a mí, me bajo de la barra y me pongo en defensa.  —Hay cariño, pensaste que serías tú el que me atacaras— saco el cuchillo  —Eres una maldita— se lanza y lo pateo  —Tal vez, pero también puedo ser tu peor pesadilla, solo vine a recuperar las cosas de mis amigas.  Intenta atacarme, pero tomo su mano y tiro la botella, trata de golearme esquivo su puño, le pongo el cuchillo en el cuello y lo pongo contra la pared.  —Ahora mi amiga tomara los bolsos y nos iremos, si nos sigues o le hablas a alguien terminaras con este cuchillo en el cuello o en el corazón— me rio —Tal vez me ponga un poco más creativa-— miro hacia abajo dándole a entender lo que quiero decir. —Sal y toma las cosas— sale Matu y agarra las bolsas y checa que todo este  —Está todo en su lugar, voy a abrir la puerta, el taxi nos espera.  Alessandro empieza a despertar, con el cuchillo aun en el cuello me giro y con una patada lo noqueo nuevamente.  —Ahora Alexis verás puedo hacerte pasar por el mismo infierno, así que no te muevas.  Retiro el cuchillo de su cuello y doy unos pasos atrás sin quitarle la vista, me distraigo un momento y se me echa encima, me encaja un vidrio en el brazo; yo le tiro una patada en la parte de atrás de la pierna y pierde él equilibró le encajo el cuchillo en el muslo y grita de dolor.  —Te dije que no te pasaras de listo— pongo fuerza en la herida  —La madre que me parió— yo me rio e ilumino mis ojos  —Te dije que podría hacerte pasar por el mismo infierno. Ilumino mi mano y se la pongo en los ojos, él solamente grita y se desmaya, pongo mi mano en la herida sanándola, después saco el cuchillo de la pierna y lo guardo, agarro los tacones y una botella más cara, salgo del lugar y voy a  taxi riéndome.  —Vamos aceleré— Matu me mira  —¿Y la botella de donde salió?, ¿por qué no traes los zapatos?—  me rio  —Compensación y los zapatos el tipo me los quito— se ríe  —En serio a veces me sorprendes.   Unos 5 minutos después  pasan la policía y la ambulancia miro a Matu. —Tenían la bañera llena de cosas y fotos, además sentí que necesitarían la ambulancia—  nos soltamos riendo  —Llegamos.  Nos indica el conductor, me asomo y está a unas cuadras de la universidad, mientras Matu paga yo me bajo y la espero después se baja.  —Lo siento, no quería que supieran donde estamos,  en caso de que escuchara algo de la plática el conductor y pueda decir algo a la policía— caminamos hasta que llegamos a los dormitorios y subimos  —Estoy cansada lo bueno que es domingo dormiré todo el día— Matu se ríe  —¿La sangre es tuya?— apunta a mi brazo  —Oh, no, esa es de uno de los tipos— abro la puerta y entramos  —¿Qué paso están bien?, ¿Por qué estás descalza? ¿Y esa botella?— me dice casi sin respirar Lucia  habla y habla  —Los tipos me los quitaron y no me los quería poner, has visto el tamaño de estas hermosuras, ah y la botella es de recompensa cuesta  como mil dólares— me suelto riendo  —Aquí están sus bolsos. Se los entrega Matu y los revisan, yo saco el cuchillo de Lucia y se lo entrego  —Tu cuchillo está aquí sano y salvo— saco el mío y lo miran lleno de sangre   —¡Oh por dios los mataste!— dice Rebeca  —¡No!, uno quedo noqueado y el otro solo una herida de la pierna porque me ataco, no soy una asesina… aun, voy a bañarme. Agarro la toalla de baño y dejo el cuchillo en el escritorio, me voy el baño. El baño se llena de vapor y el agua me cae en el cuerpo, dios que delicia mi cuerpo, se ilumina al sentir ese placer y cura todas las heridas que pude tener. Me termino de darme el baño, me enredo en la toalla y salgo, tomo la primera pijama y me la pongo, siento la mirada de Matu en mi  abro el cajón y saco satisfacer sabiendo que Matu me mira subo las escaleras y  me acomodo en la cama.  No cierro la cortina completamente dejando lo suficiente para que mire, pulso un botón y se prende, después abro las piernas y lo pongo entre ellas, no pasa unos minutos después de que tengo el orgasmo, todo este tiempo ella me miro y yo no deje de verla. Después de eso me quedo dormida por unas largas horas.
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