Morningstar lleva trabajando cuatro meses en la construcción del hotel junto con Jorge, mientras que yo sigo estudiando, faltan unos meses para mi graduación, me encuentro acostada en mi habitación cuando me llega un mensaje de Lucia a mi celular
—¡Lilith! ¡Dios tienes que ver la página de la universidad!, tenemos que irnos por 4 meses a una universidad de otro país, Samuel va a mandar una lista— me siento rápidamente en la cama y tomo mi computadora.
—¡En serio!, deja reviso.
Me meto a la página de la escuela y correctamente el anuncio dice:
"Los estudiantes que se encuentren en último semestre de la carrera en licenciatura en administración terminaran sus estudios en una universidad afiliada con la nuestra con el fin de cumplir su especialidad en negocios internacionales, el jefe de grupo proporcionara a que universidad asistirán y que documentación entregaran en nuestras oficinas."
—¿Siempre hacen estos intercambios? Lucy ojalá nos toque irnos juntas estar sola de nuevo en un lugar diferente no podría.
Presiono enviar, bajo las escaleras y escucho ruido, me quito los zapatos para evitar hacer ruido alguno, pongo mi mano de bajo del una mesita, tomo el arma y el silenciador.
Se lo pongo rápidamente y me dirijo al cuarto donde proviene el ruido, abro la puerta rápidamente y apunto el arma, pero cuando me doy cuenta de quien es y lo que estaba haciendo cierro la puerta y regreso el arma a su sitio.
—Lamento si te corte la inspiración, pensé que regresaría mañana.
Agarro una botella de vino y me voy a mi cuarto cuando me toma de la mano
—Pudiste verme matado Lilith, no sé, pudiste tomar un cuchillo u otra cosa, me asustaste – me suelto riendo
—Mor creo que mate otra cosa— me suelto riendo —Además corres más peligro si tengo un cuchillo en mano, aún no soy buena con eso— se acerca un poco más en mi
—Desde que llegue no he cogido con nadie de una forma u otra tengo que controlarme, porque tú provocas muchas cosas con esos vestidos de seda que usas y más porque sé que solamente usas eso sobre tu piel, entonces Lilith si me has matado.
Me tiene acorralada en la cocina, en sus ojos oscuros de deseos puedo ver como los míos me delatan, brillando con cada palabra que él decía.
Me gira y me inclina contra la barra, me besa el cuello dulcemente, siento su erección en mi espalda, me levanta un poco el camisón; de un momento a otro siento como me penetra de golpe, se queda unos segundos y sale, hace nuevamente esa acción dos o tres veces hasta que toma un ritmo siento como da en su punto gimo ante la sensación de placer.
—Sabes como disfruto estar contigo, cada parte de ti me vuelve loco y joder— sus palabras hacen que me excite más
—¡Más duro Morningstar por favor!.
Gruñe y acelera el ritmo, sus gemidos son más rápidos y prácticamente los míos siguen los de él, hasta que de repente siento como mi cuerpo tiembla y el cuerpo de él se tensa; de unos segundos a otro terminamos en un gran orgasmo, me carga y me lleva hasta mi recámara me acuesta , se gira para irse y lo detengo.
¿Me está abandonando?.
—¿Puedes quedarte conmigo?, hoy no quiero dormir sola y menos despertar sola mañana— rodea la cama y se acomoda justo a mi lado y me abraza
—Sé que día es mañana y porque llevabas esa botella de vino, por eso regrese antes, pero no hable porque pensé que dormías-
Me giro y me acurruco en su pecho quedándome dormida al instante, él me brinda ese sentimiento de seguridad.
Al día siguiente suena la alarma, la desactivo, dejo a Morningstar dormir mientras que me doy un baño, no puedo evitar desearme feliz cumpleaños, oficialmente tengo 22 años.
Borro esos pensamientos en mi mente y salgo de tomar el baño, me seco el cabello, me maquillo un poco, me pongo el uniforme, salgo del baño, miro si está despierto, pero no sigue estando dormido.
Con cuidado tomo mis cosas y salgo de la habitación, voy directo al refrigerador y tomo un yogur y después salgo directo a la universidad, unos minutos después de llegar al salón de clases me siento en mi lugar destinado y recibo un mensaje de Morningstar.
—Felices 22 sabes que te amo y que estaré contigo siempre.
—Gracias Mor yo también te amo.
Veo a Lucia acercándose a mí con una gran sonrisa
—¡Viste el mensaje del grupo! ¿Trajiste los papeles?— me le quedo mirando
—No lo mire.
Checo los mensajes en el grupo, veo a que lugar me toco ir y con quien, levanto la vista con una gran sonrisa
—¡Nos vamos a España perra!.
Al escuchar esas palabras de Lucia me regresa el alma al cuerpo marco el número de Morningstar.
—Mor, puedes traerme mis documentos a la universidad, se me olvidaron.
Espero una respuesta, pero solo tengo silencio segundos después escucho su voz.
—Se supone que es tu cumpleaños no el mío, ¿por qué tengo una moto de regalo?, Lilith es hermosa, gracias— me dice feliz —En 10 minutos llego, te hablo cuando esté ahí, Lilith muchas gracias prometo que te prepararé un Pas…— antes de que termine de decir la frase lo interrumpo
—No este año, es difícil— le digo —Sabes tienes que tener algo en que moverte, yo creo que es de tu estilo, te espero aquí si-
Cuelga y miro nuevamente a Lucia.
—Lucia ¿Quieres conocer a mi amigo? Es parte de mi familia, no sé si estará más al rato, pero ¿quieres venir a nadar?, desde que me mude no te he invitado a mi casa— alza una ceja mirándome fijo
—¿Es guapo? ¿Cómo es?, ¿tiene buen cuerpo? ¿Es bueno en ya sabes? Y si él estará ahí iré si no también.— me rio de todas sus preguntas
—Bueno veamos él es guapo, tiene un cuerpo delicioso, es bueno, no tanto como yo, pero sin duda te vuelve loca— contesto sus preguntas en orden
Recuerdo la noche pasada sobre como me tomo en la cocina,
—Lilith entonces has estado con él, ¿con quién más que conozca?.
Volteo a mirar a Samuel y veo como se sorprende, si me di al jefe del grupo.
—Si más de una vez, y con Samuel solo una, pero créeme tiene unos gustos.
Junto. Las manos como si estuviera esposada y su sonrisa crece, pero antes de que diga algo el celular suena es un mensaje.
—Ya llego, vamos acompáñame— le digo
Salimos del salón de clases y llegamos hasta donde se encuentra, al verlo recargado y en cuero se ve tan sexi.
—Es ese guapo de la moto es Morningstar— la miro de reojo y está con la boca abierta.
—Gracias me salvaste la vida, déjame presentarte a Lucia, Lucia él es Morningstar— se saludan y veo como está nerviosa —Ira más al rato a la casa, ¿estarás o iras al trabajo?, pediré pizza— agarro la capeta con los documentos
—Llegaré a las 3 guárdame comida, fue un gusto conocerte Lucia— le sonríe —Espero reunirnos y vernos seguido, me tengo que ir – le da una mirada encantadora a Lucia, después se sube y se va
—Bueno dejemos la papelería— le digo para sacarla de ese trance.
Caminamos hasta la oficina y entregamos los documentos, mientras esperamos a que nos den un comprobante con los datos del vuelo y documentos sobre la escuela.
—¿Por qué no festejas tu cumpleaños?, mire tu documento y oí tu conversación con tu amigo, es por tu familia o algo así— esa pregunta no me la esperaba
—Es solamente que es un año difícil, vamos nos están hablando.
Nos entregan los datos, una carpeta y nos retiramos, pasa el tiempo, es hora de ir a casa, al fin iré a casa.
—Lú no tendremos clases en dos días, ¿quieres quedarte en casa?— sonríe y me mira
—Claro, pero tengo que pasar por ropa— la miro de arriba abajo
—¿Te gusta usar blanco?— caminamos directo al coche
—Sí.
—Verás cuando llegue aquí a esta ciudad me prepararon un armario completo de ropa, pero toda era blanca, es un color que realmente no me favorece, y no me gusta, yo soy de otros colores, tengo de todo nuevo y cuando digo todo es todo.
Subimos al coche y conduzco hasta mi casa, de camino pasamos por las pizzas minutos después me encuentro entrando a la cochera
—Llegamos— me bajo y desactivo la alarma, abro la puerta y dejo pasar a Lucia —Bueno este es mi hogar que te parece, esa habitación es de Mor y la de arriba a la derecha es la mía— sonríe cuando le digo de la habitación de Morningstar.
—Quedo completamente diferente, no parece ser tan grande, pero lo es, Jorge se superó— me dice impresionada
—Verdad que si, cuando la mire dije lo mismo, ven vamos a cambiarnos y después comemos.
Subimos las escaleras y posteriormente pongo la clave en mi puerta y lo abro.
—Esta es mi habitación, disculpa que esté desordenado, anoche caí dormida y en la mañana Morningstar estaba dormido y no pude recoger la cama— Lucia me sonríe con malicia —Mira te enseñaré la ropa.
La guio hasta mi closet y le muestro la ropa en un closet aparte.
—Todo este closet es la ropa, por eso esta aparte, digamos hay de todo, blusas, vestidos, shorts, faldas, pijamas, ropa interior, traje de baño, calcetines, medias hasta zapatos, esos son de diferentes colores, pero son muy pequeños para mí.
Abre el closet y me mira
—¿En serio todo esto me lo darás?, no hay nada que quieras tomar, todo está nuevo tiene etiqueta— me quito la blusa de la escuela y la cuelgo
—Realmente no, solo agarre unas pijamas de satín que me gustaron, pero bueno es todo tuyo.
Me quito la falda y lo que me queda de ropa, puedo sentir la mirada de Lucia, me pongo un traje de baño y me giro a verla.
—Puedo ser un poco liberal, perdón si te puse incómoda, si te quieres cambiar hay un cambiador atrás o en el baño.