La gran llegada p.2

1497 Words
Cuando voy de regreso suena mi celular  —Lilith habla Samuel al hotel, se les olvidó la maleta de recuerdos y alcohol, la tengo en mi habitación, les dije que venías por ella que no se preocuparan, ¿puedes llegar ahorita o mañana?—  mi maleta, como fue que se  les olvidó  —Ando cercas llegaré en unos minutos, hay llego bye.  Doy vuelta y me dirijo al hotel, mientras tanto le marco a Morningstar.  —Oye iré a recoger unas cosas con Samuel, como en 30 minutos llegaran las cosas que compre, por si no estoy las recibas, también compre algo de comida, llego más al rato bye.  Minutos después voy subiendo el elevador y llego a la puerta toco el timbre y abren la puerta  —Hola Lilith pasa— no puedo evitar ver su abdomen, inconscientemente me muerdo el labio  —Hola, como fue que dejaron esta maleta en especial—  sonríe de una manera que me corta la respiración  —Les pedí que la dejaran porque quería verte—  da un paso más cerca de mí  —Oh y porque simplemente no me hablaste.  Se acerca más y más a mí, con sus manos rodea mi cintura, cerrando lo que quedaba de la puerta. —Porque así no sería divertido—   su respiración se vuelve más pesada —Entonces aquí estoy que esperas. Me alejo de él y camino a su recámara durante ese pequeño trayecto me quito el vestido y me quedo en ropa interior, llego y me siento en el borde de la cama y segundos después llega a la habitación.  —Me encanta ver tu cuerpo.  Me levanto y me paro frente a él, toco su cuerpo desde el cuello hasta su cintura, de repente se acerca y me da un beso; correspondo su beso, después sus manos pasan tocando cada parte de mi cuerpo, me da un pequeño empujón a la cama y él me mira como estoy acostada a su merced. —Me encanta como brillan tus ojos cuando estás excitada—  me paro de la cama y me miro en el espejo —Perdón no pensé que se pusieran sin que lo sintiera, esta es la segunda vez que estaré con alguien desde que cambie y no controlo bien mi instinto Se acerca a mí mientras me miro en el espejo  —Mírate eres hermosa, no tienes por qué disculparte— me dice —¿Confías en mí?.   Toca mi cuello con la punta de sus dedos, ladeo un poco el cuello y con un pequeño susurro le digo que confió en él. Saca una cuerda del cajón, después me desabrocha el brasier, posteriormente me mira. —Siéntate en la cama y junta tus manos atrás en tu espalda.   Hago lo que me dice y comienza a atar mis manos, no de una forma violenta sino de una delicada cuando termina baja mi ropa interior, me pone de pie y me besa, besa mi cuello, regresa nuevamente a mi boca con una de sus manos, toca mi pecho  —Lilith si es demasiado para ti dime que pare y lo haré. Me pone de rodillas frente a la cama y se va, regresa con una bala vibradora, se pone justo de tras mío e igual que yo se encuentra de rodillas; pone la bala en potencia baja, la pasa por mi pecho, después a cada pezón me hace gemir al descubrir las sensaciones, con el mando sube la velocidad y lo baja poco a poco hasta llegar a mi clítoris inmediatamente arqueo mi espalda y pongo mi cabeza en sus hombros  —No te vayas a correr hasta que yo te diga.  El placer crece más y más, mi respiración se vuelva más pesada, la vibración sube al punto más fuerte, tanto que se vuelve tortuosa.  —Contéstame Lilith. —Ok— le respondo entre jadeos, lo deja unos minutos más, y lo apaga  —Ponte de pie.  Me levanto, después me carga y me pone en el medio de la cama, se baja el short y libera su m*****o totalmente erecto, se sube a la cama y después me da la vuelta.  —Ponte como si estuvieras en cuatro— me ordena Hago lo que me dice, escucho el sonido de que abre el condón segundos después me desata y antes de que me deje acomodar las manos me penetra; toma mi cabello y me embiste una dos tres veces más aumentando el ritmo puedo escucharlo gemir siento que llena cada parte de mi cuerpo, después se sale.  —Toma el control quiero verte encima de mí.— oh mierda…  Me da la vuelta y se acuesta, abro las piernas y poco a poco dejo que entre en mí, me acerco a él y lo beso, inicio a mover mi cadera de adelante y hacia atrás puedo sentir como su cuerpo desea más de mí. Samuel sitúa sus manos en mis caderas y hace que aumente más mi ritmo, lanzo mi cabeza para atrás, después se sienta y mueve su cadera al ritmo de la mía, envuelve mi cuerpo con sus brazos, la respiración de cada uno es más inestable siento como su cuerpo se está poniendo rígido aprieto un poco las piernas mientras seguimos moviéndonos en sincronía. Cada vez gime más fuerte, lo beso de forma en que contengo sus gemidos, muerdo un pocos sus labios, ilumino mi mano dejando salir pequeñas luces para iluminar el cuarto con una luz tenue.  —Déjame ver tu rostro— deja de besarme y me mira a los ojos y de un segundo a otro grita mi nombre —¡Lilith!. Ante esa palabra me dejo ir  por la sensación del orgasmo en mi cuerpo, me muevo unas dos o tres veces más y me dejo separo de él, me acuesto para recuperar el aliento. —Así que te gusta el b**m, ¿eres dom o amo?— me giro de lado para verlo.   —Dom, no pensé que supieras lo que era eso— me siento al borde de la cama  —Claro e ido a lugares kink en mi ciudad, no me limito, me gusta tener experiencia.—   me levanto y me pongo mi ropa interior. —Por cierto me gusta que las cuerdas me dejen marcas por varios días, no solo unas marcas de unos minutos, nos vemos en la universidad el lunes—  me pongo el vestido tomo la maleta y antes de salir lo miro  —Gracias— le digo Dejo las pantuflas en su sitio, me pongo mis sandalias y salgo del departamento unos minutos después me encuentro en el estacionamiento, subo la maleta y conduzco a la casa. Al llega se abre la puerta de la cochera me estaciono, después bajo mi maleta, en eso se abre la perta de la casa  —Te tardaste— entro y me quito las sandalias  —Si un poco, ¿llego el alcohol?, necesito tequila— dejo la maleta en la sala y me tiro en el sillón  —¿Por qué quieres tequila de repente Lilith?— me acomodo de una forma en donde pueda verlo  —Porque después de tener sexo sabe mejor. Veo como mueve la cabeza de un lado a otro diciendo que no. —Mmm con razón te tardaste dos horas— toma mis manos y ve las muñecas —Te ato para dejar esas marcas. —Morningstar en unas horas se quitarán, no fue tan rudo como pensaba, me gusta que dejen marcas por días, entonces ¿Hay tequila o no?— se ríe de mí y se levanta  —Ten la botella, la necesitas— se acerca a   y me susurra al oído —Nadie será mejor que yo— me rio   —Morningstar claro que si, yo soy mejor y eso nunca lo superaras— se gira y le doy una nalgada —Por cierto siéntate tengo que decirte algo—  se sienta como le indique. —¿Qué quieres hacer aquí?, quieres estudiar trabajar, no te puedes quedar en casa siempre, Mor y ¿si hacemos un hotel y lo diriges?. —Tengo una licenciatura en negocios, pero estoy muerto así que no vale, ¿cómo vives tú? Sé que tienes oro, pero gastaste bastante en construir tu casa y todo lo demás. Le doy un trago profundo al tequila, disfrutando su sabor.  —Mor necesitas papeles, hable de eso con Samuel y en unos días te lo darán— le digo —Vivo de mis inversiones, cotizo en la bolsa, me va bien, tengo una herencia. Estoy por adquirir 3 hectáreas en la costa, por eso te digo lo del hotel, tú te encargas de todo mientras sigo con mis estudios en meses estaré graduada—  alza una ceja  —Ok construyamos uno, pero que sea bien y de los mejores, hagamos que crezca y sea mundial. —¡Hagámoslo!. Y asi fue como comenzó el inicio de nuestro sueño, con una gran llegada.
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