David
A mí me habían denominado el rey de las pistas, porque como mencione anteriormente no dejaba carrera sin ganar, la emoción que eso me da por decirlo así llena mi vida, pues aparte de mi familia esto es lo que me hace feliz, no soy de los hombres que andan hecho los don Juan, en sí ninguno de los dos, porque mi querido Hugo solo había tenido una novia que fue la que causo que ahora el este decepcionado del amor.
Estuve alejado de las carreteras por casi tres meses pues mis hermanos me necesitaban, y ahora que están mejor en su salud, he decidido retomar mis carreras, comencé con los prácticas de rutina en el autódromo, algunas vueltas de calentamiento para mi auto y así continuar con la practica principal, hoy me acompaña Hugo, quien a pesar de estar triste intenta disimular lo mejor que puede su estado de ánimo, pero como él bien sabe, conmigo eso es imposible pues lo conozco tan bien como él a mí, además siempre estamos juntos en todo, y es razonable que sepa cómo se encuentra.
Mi señora madre me llamo en la mañana antes de salir a la práctica pidiendo que me cuide, pues tanto ella como mi papá no están de acuerdo en que corra, aunque todos saben que es mi pasión, aún así no pueden dejar el miedo, gracias a Dios hasta ahora no he tenido ningún accidente.
Hugo me acompaña hasta una de las oficinas del autódromo donde se encuentra Sean mi asesor de carreras, me dice que hay una carrera, en Italia, que será dentro de tres meses y que si deseo participar en ella llene unos formularios que me entrega a continuación, en este caso es Hugo el que los toma, pues el aparte de ser mi hermano, también me ayuda haciendo de representante, una vez que terminamos de arreglar los asuntos y dejamos listos los formularios salimos de la oficina para dirigirnos a la casa.
Una vez en ella yo me dirijo a mi habitación, mi querida hermana esta en la sala conversando con una chica, que creo que conozco, pero solo me limito a saludar y luego me voy a mi habitación con el propósito de darme un baño, y es específicamente lo que hago para luego tomar una siesta que mi cuerpo requiere.
Luego de dos horas de haber dormido, me levanto de la cama un poco aturdido, pues resulta que escucho ruidos un poco extraños, que sin duda alguna provienen de un lugar cercano, la habitación de Hugo. Sin más me levanto a ver mi móvil que se encuentra en la mesita de noche junto a mi cama, y puedo notar que Dennis me ha enviado un mensaje diciendo que saldría con unos amigos. Así que me dirijo a la cocina por un vaso de agua y también a ver de donde proviene el ruido, pero al salir me puedo dar cuenta que efectivamente es en la habitación de mi querido hermano, al parecer el apuro por lo que esta haciendo no le dio tiempo de cerrar bien la puerta y por esa razón se escuchan sus travesuras, y de paso medio se ven, pero para que mi salud mental no se vea afectada decido salir un momento de la casa y dejarlo a sus anchas en lo que sea que esta haciendo y con quien sea que este.
Decidí dar una vuelta por el parque, cuando sentí algo extraño en mí, dirigí mi mirada hacia una joven que estaba de espaldas con la mirada fija en un lago, y con un cuaderno en su mano, en el que evidentemente estaba capturando mediante trazos el paisaje que se revelaba frente a nosotros.
-Es un hermoso paisaje, ¿verdad?
-Sí, uno de los más bellos paisajes, porque hace que una sienta paz. – me dijo aun de espaldas.
Cuando retrocede puedo darme cuenta de quien se trata, tiene un bastón a su lado y su brazo izquierdo con un cabestrillo aún.
-¿Darla?
-Sí, ¿te conozco?
-Bueno, no. No nos conocemos, yo estaba en el mismo hospital el día que fuiste llevada … cuando te accidentaste.
-Ah, entiendo
-Soy David Castelli
-Darla Yong, aunque creo que ya sabías mi nombre.
-A decir verdad, si, pues la clínica hospital donde fuiste llevada es de uno de mis tíos y el doctor que te atendió me comento quien eras, y te busque en internet.
-Jajajajaja… de verdad querías saber de mí.
-¿Quieres la verdad?
-Pues creo que si
-Te vi tan lastimada aquel día que me puse en tu lugar, y luego en el momento que abriste los ojos y me miraste sentí que debía conocerte.
-Sabes algo, nunca me había topado con alguien tan sincero como tú, sabes que no recuerdo tu rostro, pero si tus ojos, pues ellos se quedaron grabados en mi mente.
- ¿En serio?
-Algunas noches los veía, y mi mente sufría al no saber a quién pertenecían. Pues ellos me ayudaron a volver de donde me encontraba a causa del dolor. Gracias David
-Pues que te digo, de nada, no sabía que mis ojos pudieran ser recordados de esa manera.
Darla se limitó a asentir con lo ultimo que le dije, y volvió su rostro al paisaje, sé que aún esta mal por todo lo que le ha ocurrido, pero tener un amigo creo que no le vendría mal.
-¿Vienes siempre a este parque? – pregunté
-De vez en cuando, hoy vine con una amiga, que es la que vive conmigo y me ayuda en todo, pero ella tenía una cita y se tuvo que marchar, pero dijo que volvía en un rato por mí.
-¿Quizá podamos volver a conversar en otra ocasión?
-Quizá, aunque no sé qué tan buena compañía podría ser yo, pues no tengo buena movilidad aun, y eso significa que debo estar en un solo lado.
-De pronto tu piensas de esa manera, pero yo no, estar sentado puede traer cosas divertidas, como ver los paisajes y los animalitos a lo lejos.
-Jajajajajajajaja, gracias por hacerme reír. Pues si eso te parece divertido, sí espero coincidir contigo otro día.
-Y, ¿si mejor no lo dejamos a la coincidencia, sino que lo planeamos?
-Mmm… puede ser buena idea
Compartimos números y quedamos en conversar cuando ambos pudiéramos, pero antes de dejarla sola, pude darme cuenta que una pareja se acercaba, y era nada más y nada menos que la chica que estaba en sala de mi casa con mi hermana y ahora venía tomada de la mano de mi hermano Hugo, lo que me hizo pensar que ella era la traviesa que estaba con el hace unas horas. Decidí irme antes de que me vieran y se sintieran descubiertos, me fui con la promesa de que le escribiría, se que ella necesita de un buen amigo, y aunque no parezca yo también creo que la necesito a ella.