La Petite Rose paseaba por el bosque sin pensar en los peligros que la acompañaban. La noche se alzaba y Rose no dejaba de cantar melodías suaves de nanas. La Petite nació del bosque, creció sola y ahora su niñez se perdía entre las ramas de los arboles. No tenía nombre, no tenía familia, fue bautizada como Rose por el rosado de su cabello gracias a fotos de campistas sorprendidos por su encuentro. Ella usaba ropa roída y no aceptaba lo que le cedían porque recordaba que un día, cuando era más chica, aceptó a quien no debía una bolsa de comida y termino despertando adolorida con los pantalones sangrando, y llorando no comprendía más de lo que estaba pasando, que le estaban haciendo daño era lo que sabía y que era culpa de esos extraños lo que a ella le dolía. Petite tomaba las frutas,