April le sonreía a la vida, aún cuando la vida no le sonreía a ella. A los dos años su mamá la abandonó, decidiendo que era mejor decir que no era lo suficientemente responsable para ser madre. Y un adolescente pero fuerte padre la crió, con la torpeza de un primerizo y el amor de la mejor nodriza. Pero él era joven, e inexperto en el amor. Lo enamoró una loba vestida de oveja, con la que se vio envuelto en una relación más seria, e imaginando lo bueno que sería si su hija tenía una “mamá” aunque fuese de mentira, aceptó gustoso una relación con aquella fría mujer que lo envolvía con mentiras. April creció, y tuvo un hermano, ¿Quién adivinaría que rápidamente sería arrancada la máscara de la madrastra? No hablo de una Cenicienta, porque no, era más una historia de terror. Donde April cr