Lo que comenzó como un primer beso, paso a ser otro, y luego, y otro más, parece que los dos jóvenes no tenían suficiente, era algo nuevo, en lo que querían ser buenos, la pena paso a convertirse en una especie de competencia entre ellos, y les gustaba, porque, no tenía nada malo, eran mejores amigos, compartiendo su primer beso, tras otro, y otro, simplemente, no tenían ganas de detenerse, hasta que el aire les faltaba entonces ambos se alejaban en una especie de transe. Lo que comenzó como un primer beso, paso a ser otro, y luego, y otro más, parece que los dos jóvenes no tenían suficiente, era algo nuevo, en lo que querían ser buenos, la pena paso a convertirse en una especie de competencia entre ellos, y les gustaba, porque, no tenía nada malo, eran mejores amigos, compartiendo su primer beso, tras otro, y otro, simplemente, no tenían ganas de detenerse, hasta que el aire les faltaba entonces ambos se alejaban en una especie de transe. Las cosas han cambiado, Rossy ahora esta debajo de Axel, ¿Cómo sucedió esto? Bueno, por naturaleza ambos jóvenes son competidores, queriendo dominar al otro han acabado de esta manera, para bien o para mal, Rossy deja que su mejor amigo sostenga sus manos, mientras sus besos parecen mejorar, no tienen miedo de incluso explorar la cavidad bucal del otro con sus lenguas, el aire caliente sale de sus bocas, deben tomarse un descanso, no es de extrañar que, para este momento, los labios de ambos jóvenes se encuentran rojos e hinchados, puede que, quizás ahora mismo, la llamada de las hormonas está haciendo su efecto, en este preciso momento mientras ellos comparten un beso. Pero, luego parece que ambos caen en cuenta de lo que están haciendo, y ambos dejan de mirarse, pues, están completamente sonrojados. Desean seguir, sin embargo, este lugar no era el más apto para eso, se encuentran en la casa Felicce, específicamente en la sala de entrenamientos, donde, los hermanos de Rossy podrían llegar sin avisar y encontrarlos en aquella situación.
—Creo que lo mejor será que salgamos de aquí. —Rossy siente como su rostro arde, seguramente sus mejillas están tan rojas como su pelo, desconoce el momento en el han terminado de esta manera, pero, no importa, porque Axel seguía siendo su mejor amigo. No piensa en que quizás esto se repita, no es como que quiera que lo haga, aunque, si sucede, ella no sería la que impidiera esto, claro que no.
—Vámonos, antes de que se haga más tarde. —Vámonos, antes de que se haga más tarde. —Responde el joven Kahler sin mirar a Rossy, en silencio abandonan la sala de entrenamiento, pese a que están el uno al lado del otro, puede sentirse una especie de tensión, no lo dicen, no era necesario hacerlo, así que, de esta manera se encaminaron hacia la casa Felicce, cada uno perdido en sus pensamientos y en sus propios asuntos. ¿Les gusto? La respuesta es un sí, ¿Quieres repetirlo? Sin duda alguna, pero, ¿Estaban apenados? Claramente es así.
Para cuando han llegado, los hermanos Felicce ven entrar a su hermanita con el futuro heredero de la casa Kahler, ambos siguen manteniendo aquel color rojo en sus rostros, y no parecen querer mirarse el uno al otro, a comparación de cómo se marcharon, esto se les hace bastante sospechoso, antes de que los jóvenes si quiera desaparezcan de la escena, nuevamente, Giovanni es quien los detiene. Ahora mismo, la plática de que mujer en la casa Kahler era la mejor pasa a segundo plano, porque claro, estos temas son una cosa que su hermanita Rossy no puede escuchar, aunque por el momento, ellos no saben que ella escucha a veces muchas de sus desagradables platicas, de manera involuntaria, claro.
—¿Por qué parece que están tan rojos como un tomare? ¿Estuvieron asoleándose? —Rossy maldice en su mente el cómo Giovanni es tan buen observador, esto le atraería problemas en algún momento de su vida, lo sabía a la perfección, pero ahora, tenía cosas más importantes a las cuales hacerle caso, como, por ejemplo, a sus ocho hermanos mayores, ¿acaso ninguno tenía mejores cosas que hace para este día? Es decir, el jefe de la casa Felicce junto con su esposa no se encontraban, probablemente llegaría a la hora de la cena, y apenas estaba atardeciendo. —¿Por qué tardaron tanto? —Giovanni era muy metiche, cosa que Rossy ya sabía.
—¿Por qué parece que están tan rojos como un tomate? ¿Estuvieron asoleándose? —Rossy maldice en su mente el cómo Giovanni es tan buen observador, esto le atraería problemas en algún momento de su vida, lo sabía a la perfección, pero ahora, tenía cosas más importantes a las cuales hacerle caso, como, por ejemplo, a sus ocho hermanos mayores, ¿acaso ninguno tenía mejores cosas que hace para este día? Es decir, el jefe de la casa Felicce junto con su esposa no se encontraban, probablemente llegaría a la hora de la cena, y apenas estaba atardeciendo.
Rossy no sabe que decir, por primera vez, se siente nerviosa y no sabe que decir.
—Después de entrenar nos hemos quedado fuera de la sala de entrenamiento, efectivamente, el sol nos ha dado de frente al rostro, señor Felicce. —Para sorpresa de Rossy, Axel es quien ha contestado, ocultando como siempre sus verdaderas emociones bajo una máscara de seriedad. Un porte siempre elegante y usando las palabras adecuadas. Algo que Rossy
—Ya veo, en ese caso, creo que deberían refrescarse, ¿Quieres que llame a tu casa para que pasen por ti, Axel? —Giovanni parece convencido fácilmente, cosa que alivia mucho a Rossy, otro de sus hermanos estaría haciendo muchas preguntas, pese a que los amaba porque ellos solo se estaban asegurando de cuidarla, literalmente ella no había hecho nada malo.
—No, iré a mi habitación simplemente, con permiso. —Axel es el primero en retirarse bajo la atenta mirada de los hombres de la casa Felicce, Rossy se encoge de hombros mientras mira a sus hermanos.
—¿Cómo que va a su habitación? ¿Acaso nadie pasa a buscarlo? —Pregunta Luciano, rompiendo el silencio que dejo Axel al irse hacia las escaleras, pero, el chico Kahler espera detrás de la pared a Rossy, debe mostrarle siempre su apoyo, de lo contrario, no merece la pena que se hagan llamar mejores amigos. Él espera en silencio, mientras escucha todo lo que tengan que decir.
—Papá y Francesco permitieron esto, Axel siempre se queda a dormir una o dos noches, siempre que entrenamos juntos, luego, se va hacia su hogar. —Responde Rossy, y los hermanos miran mal a Francesco, como segundo y mano derecha del actual jefe de la casa Felicce, se supone que él debería decir todo lo que se hace y lo que no, esto, solo en casos importantes, y como Francesco casi siempre es quien se queda en casa, para los otros hermanos, esto era algo que debería decir, contrario a esto, solo se queda bastante relajado en su lugar.
—¡Francesco! ¿Tienes acaso algo más que nos quieras ocultar? —Luciano junto con Franco hablan al mismo tiempo, los hermanos no se miran el uno al otro, pero, se sentían muy indignados por no ser informados.