Capitulo (5-2)

1650 Words
—Padre fue quien lo autorizo en primer lugar, no hay nada de raro en eso, cuando ellos se llevan tan bien, creo que lo indicado es dejar que pasen tiempo juntos. —Responde el segundo en la línea de los Felicce. —Ve a ducharte, Rossy. —La mencionada no espera otra cosa para hacer caso a las palabras de su hermano mayor, quien le está librando de seguir dando explicaciones a los demás. Y sin decir una palabra, corre hacia las escaleras, debe deshacerse de la sensación de sudor en todo su cuerpo, el frio tacto de su piel contra el agua fría es lo que desea ahora mismo, su habitación estaba bastante alejada que la de Axel, quien se quedaba a dormir en esos días donde, ellos acostumbraban a entrenar juntos, como los mejores amigos que son. —¿Acaso padre se está volviendo loco? Estamos hablando de un muchacho con nuestra hermana, a solas, ¿A alguien más le parece de los más incorrecto? —Franco, es quien llama la atención, no haciendo más que avivar el fuego. —Ese enano sigue siendo un hombre, y Rossy una chica. —Francesco no dice más, en cambio, se concentra en leer un libro cualquiera del pequeño estante de libros a su lado, uno de los tantos que hay en la casa Felicce. —Guarden silencio, ¿Siguen sin ver que esto es exactamente lo que hay que apoyar? Una unión con la casa Kahler, y si uno de ustedes lo arruina le pegó un tiro. —Alessandro parecía ser único con ganas de formar una alianza, ¿era raro? Para nada, pero, no parece comprender que no puede obligar a Rossy a casarse, menos a Axel, ellos eran amigos y nada más. —Alessandro, será mejor que calmes tus ganas de hacer de casamentero y tratar de buscarle esposo a nuestra hermana. —Francesco mira al mayor, claramente los demás pueden sentir una especie de tensión en el aire, nadie dice nada más, pero, es cierto que Alessandro se estaba tomando todo esto enserio, y aunque había opiniones divididas al respecto, el mayor de los hermanos, no se atrevía a decir esto delante de su padre, no, si deseaba verlo enojado. —Ahora tan solo tiene 13 años, es demasiado temprano para pensar en estas cosas. —De manera indirecta, Francesco esta sentenciado una orden hacia su hermano mayor por un par de meses, hablar de un compromiso en estos momentos, no era algo que él iba a tolerar, pese a que Francesco nunca le ha llevado la contraria a Alessandro, le estaba cansando el tema. —De acuerdo, no hablemos más del tema, pero, se consciente de que, tarde o temprano, tendrá que suceder. —Alessandro era el más orgulloso de los hermanos, así que, se levanta para ir hacia algún lugar de la casa. —Iré a la casa Kahler, el que quiera acompañarme, es bienvenido. —Al decir esto, muchos de los hermanos se miran altamente tentados, bajar un poco la tensión junto con el estrés en este momento les caería de maravilla, así es como Franco, Massimo y Piero junto con Alessandro, salen por la puerta de la casa Felicce, hacia el paraíso en el cielo, el burdel perteneciente a la casa Kahler. ( . . . ) Por otro lado, cuando Rossy llega al final de las escaleras se topa con Axel, se siente sonrojar otra vez, pero, al menos ha dicho algo para que sus hermanos no sospechen que, en realidad, ellos se estaban dando su primer beso, el primero de mucho en aquel momento, cabe destacar que entre ambos se sigue instalando aquel silencio, pero, deciden que es momento de acabar con esto, no deben sentirse incomodos por lago que ha sucedido de la nada, y tan de repente, Rossy se gira unos segundos hacia Axel y es entonces cuando sus ojos se encuentran, azul y verde esmeralda, ella siente como nuevamente en su estómago sube una especie de cosquilla, quizás porque no se ha molestado en decir nada. —¿Estas enojado con lo que paso antes? —Pregunta Rossy primero, Axel niega con la cabeza de inmediato, él no es de hablar mucho, sin embargo, saber que su mejor amiga se siente incomoda ahora mismo, hace que busque todas las maneras posibles para arreglar esto. —Creo que no ha estado mal, pero, fue raro al principio. —Rossy ríe un poco, queriendo hacer del ambiente lo menos tenso posible. —Me ha gustado, sobre todo la parte en la que pude ser yo el que dominara el beso. —Tan pronto como Axel dice esto, Rossy se ha vuelto un tomate, algo característico de su mejor amigo es que, era brutalmente sincero a la hora de hablar sobre cualquier cosa, tanto, que a veces la sutileza no formaba parte del amplio vocabulario de Axel. —Lo siento, pero, no puedo negar lo obvio, estabas muy linda ahí. —Rossy niega con la cabeza mientras oculta su rostro unos segundos en sus propias manos, su joven corazón se acelera con fuerza, maldice en italiano a su mejor amigo y su manera de decir las cosas de manera tan directa, algo que, sin duda era de admirar, a veces, esto podría resultar contradictorio. —La próxima vez, no dejare que tomes el control, Kahler. —Rossy baja las manos de su rostro y puede ver con claridad la sonrisa que aparece en el rostro de Axel. Ya era momento de tomar un baño, como la adolescencia los estaba asechando a ambos, los olores corporales estaban empezando a aparecer, cosa que debían arreglar lo antes posible. Unas horas más tarde, llega la hora de la cena, y con esto, Frederick llega junto con su esposa, Viena, ambos portan grandes sonrisas en sus rostros, lo mejor de todo esto que, han tenido algo de tiempo a solas, como hace meses no lo hacían, porque si, ya no deben preocuparse por cuidar de sus hijos, no cuando todos son mayores y Rossy no es más una infanta, claro que no deben dejarla a su suerte, de todos modos, cuidarían de ella pase lo que pase. Este día libre para ambos ha sido más que reparador, una tarde de buen sexo junto con la compañía de la persona amada, sin duda, no había nada mejor para la única pareja en la casa Felicce, al llegar no hay novedad alguna, más que el joven Kahler estaba ahí, así que asumieron que se quedaría a cenar, como pocas veces sucedía, y dado que, todos los hijos de Frederick estaban presentes, entonces, servirían un banquete digno de la casa Felicce. Este día libre para ambos ha sido más que reparador, una tarde de buen sexo junto con la compañía de la persona amada, sin duda, no había nada mejor para la única pareja en la casa Felicce, al llegar no hay novedad alguna, más que el joven Kahler estaba ahí, así que asumieron que se quedaría a cenar, como pocas veces sucedía, y dado que, todos los hijos de Frederick estaban presentes, entonces, servirían un banquete digno de la casa Felicce. En la cena, todos se encuentra sentados, en la cabeza de la mesa se encontraba Frederick, de su lado derecho estaba Viena, en el izquierdo se encontraba Alessandro, Franco, Giovanni, y Massimo, del otro lado, estaban Francesco, Luciano, Orlando, Rossy y al lado de ella Axel. La cena del día de hoy parecía ser especial ante la presencia del joven invitado, pure de papas, langostas, postres, carnes, verduras y frutas sin dejar de lados deliciosos jugos y licores para los mayores, quienes parecían tener siempre algo que contar, para Rossy, esto no era una novedad, te acostumbras a la idea de vivir con hermanos ruidosos que en su mayoría o completamente, todos eran varones. Algo que adoraba y al mismo tiempo la sacaba de quicio. Por otro lado Axel no podía evitar sentirse algo incomodo por tener que comer en una mesa tan ruidosa, no en el mal sentido, solo que no era tan normal para él, quien siempre acostumbraba a cenar solo con su padre y la esposa de este, Marlene, estaba algo incomodo porque, en su hogar, casi nunca había algún tema de conversación que no fuera el trabajo, la esposa de su padre hablando sobre más trabajo y Johann preguntándole a su único hijo como se desarrollaba en sus clases y entrenamientos, ahora mismo, esto cambio para Axel, quien venia como en la mesa se podía escuchar distintos cubiertos y voces, se sentía algo agobiado, Rossy a su lado parece notar la tensión que porta su mejor amigo, así que sin dudarlo lo toma de la mano, debajo de la mesa claro, Axel suelta un suspiro, realmente agradecía el haberse topado con Rossy aquella reunión que tuvieron los mayores, de lo contrario su soledad estaría comiéndoselo vivo. Por otro lado Axel no podía evitar sentirse algo incomodo por tener que comer en una mesa tan ruidosa, no en el mal sentido, solo que no era tan normal para él, quien siempre acostumbraba a cenar solo con su padre y la esposa de este, Marlene, estaba algo incomodo porque, en su hogar, casi nunca había algún tema de conversación que no fuera el trabajo, la esposa de su padre hablando sobre más trabajo y Johann preguntándole a su único hijo como se desarrollaba en sus clases y entrenamientos, ahora mismo, esto cambio para Axel, quien venia como en la mesa se podía escuchar distintos cubiertos y voces, se sentía algo agobiado, Rossy a su lado parece notar la tensión que porta su mejor amigo, así que sin dudarlo lo toma de la mano, debajo de la mesa claro, Axel suelta un suspiro, realmente agradecía el haberse topado con Rossy aquella reunión que tuvieron los mayores, de lo contrario su soledad estaría comiéndoselo vivo.
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