Desde ese día y con el paso rápido de los meses, Rossy única hija de la casa Felicce y mafia italiana, se volvió la mejor amiga de Axel Kahler, heredero de la mafia alemana y futuro jefe de la casa Kahler, los jóvenes adolescentes se volvieron inseparables, tanto, que incluso ya era normal ver como Rossy iba y venía siempre que quería estar con Axel en su casa, esto no les molesto en lo absoluto a los actuales jefes, ya que, como padres, se sentían aliviados de saber que al menos, con esta amistad, en el futuro tendrían una alianza más que asegurada. Desde ese día y con el paso rápido de los meses, Rossy única hija de la casa Felicce y mafia italiana, se volvió la mejor amiga de Axel Kahler, heredero de la mafia alemana y futuro jefe de la casa Kahler, los jóvenes adolescentes se volvieron inseparables, tanto, que incluso ya era normal ver como Rossy iba y venía siempre que quería estar con Axel en su casa, esto no les molesto en lo absoluto a los actuales jefes, ya que, como padres, se sentían aliviados de saber que al menos, con esta amistad, en el futuro tendrían una alianza más que asegurada. Johann Kahler, padre de Axel, estaba aliviado, su hijo se había negado a salir de su habitación tras la muerte de su madre, más encima de eso, y cuando pasaron alrededor de 3 años más tarde, Johann se volvió a casar con la mujer que ahora es su esposa, Marlene, ver que el niño tenía al menos una amiga con la cual hablar, lo tranquilizaba. Confiaba en la joven Felicce, su actitud era completamente opuesta a la de Axel y por esto es que se llevaban tan bien. Bendito el día en el que se conocieron, en donde, Rossy demostró querer ser su amiga, incluso hablándole en su idioma natal, cosa que dejo a Axel con la boca abierta, podría intentarlo, una amiga, quizás a su madre le hubiera gustado la idea de que él, socializara con personas de su edad, donde podría permitirse fallar, sin tener que ser perfecto todo el tiempo.
La mañana del día de hoy, Rossy esperaba la llegada de Axel, ya se hizo costumbre que ambos fueran a su habitación y dice versa, ahí, podían entretenerse con películas, continuar con sus tareas y entrenamientos, o simplemente no hacer nada más que mirar el techo, teniendo la compañía del otro, sin duda, pese a que ellos no tenían muchas cosas en común, estaban regidos por las mismas reglas, modales, comportamientos, etc., así que, mientras Rossy le mostraba cosas nuevas a Axel, el joven heredero de la mafia alemana le enseñaba de manera diligente todo lo que le gustaba, después de todo, se supone que los amigos están ahí para aprender juntos, ¿No?
Había algo diferente en esta mañana, y si le preguntaban a Rossy, diría que, esto es porque todos sus hermanos estaban ahí reunidos, en la sala principal de la casa, parecía haber algo importante, pero, no le dirían a ella que estaba ocurriendo, parte de la verdad de los acontecimientos, pero no completamente, aun así, Rossy saluda a todos sus hermanos, incluyendo al molesto de Alessandro que la observa con desdén, claramente no la soporta, Rossy sabe la razón, su hermano cree que ella es una mocosa mimada, la cual debería aprender modales, lo sabe, lo ha escuchado varias veces. Había algo diferente en esta mañana, y si le preguntaban a Rossy, diría que, esto es porque todos sus hermanos estaban ahí reunidos, en la sala principal de la casa, parecía haber algo importante, pero, no le dirían a ella que estaba ocurriendo, parte de la verdad de los acontecimientos, pero no completamente, aun así, Rossy saluda a todos sus hermanos, incluyendo al molesto de Alessandro que la observa con desdén, claramente no la soporta, Rossy sabe la razón, su hermano cree que ella es una mocosa mimada, la cual debería aprender modales, lo sabe, lo ha escuchado varias veces. Pero, esto no le importa en lo absoluto.
—Aquí esta nuestra hermosa Rossy, ¿Como estas en esta encantadora mañana? —Luciano es quien se acerca para abrazarla, tanto hasta el punto de levantarla del suelo, Rossy ríe en su lugar, su hermano Luciano no media su fuerza, parece que ahora, él también estaba formando parte de los entrenamientos constantes, si quería estar al nivel de sus hermanos mayores, tenía que superarlos en todos los sentidos posibles.
—Luciano, estoy bien, pero ya no debes cargarme como cuando era una bebé. —El mencionado la deja nuevamente en su lugar, y acomoda el lazo de la jovencita en su lugar, él la observa con nostalgia, parecía que fue ayer cuando Rossy empezaba a caminar y luego a decir sus primeras palabras, ¿A dónde se iba el tiempo? Luciano no lo sabía con sinceridad.
—Vamos, vamos, todos en esta casa pudieron cargarte, que ahora seas una señorita no significa que tu viejo hermano no lo haga de nuevo. —Rossy rueda los ojos, sin dejar de sonreír, a diferencia de todos los días, ella no lleva uno de sus tantos vestidos, lleva pantalón para hacer deportes, pero, claro, siempre llevando su característico lazo en la cabeza, el cual destacaba por sobre su cabellera de color rojo sangre. —¿Estas esperando a alguien? —Pregunta Luciano, llamando la atención de los otros hermanos que, ahora, posan su atención en su hermanita, puede que alguno de ellos piense en que, tener a una mujer en la familia Felicce sea un estorbo, pero, ella seguía siendo su sangre. La consideraban una Felicce.
Por ahora.
—Si, pero no es algo que les incumba. —Responde Rossy, ella también debe guardar sus asuntos en privado, después de todos, sus hermanos no le decían mucho, a pesar de que, Luciano era quien pasaba el chisme hasta donde se lo permitía, no es como que quisiera traumar a su hermanita con todo lo que sucede en la mafia.
—¡No me lo creo! ¿Nuestra hermanita caso tiene un novio ya? —Giovanni es quien dice esto, Luciano, Francesco, y hasta el mismo Alessandro hace una mueca de completo desagrado, aparentemente despertando el instinto protector que cualquier hermano debería tener. —No me sorprendería que, para cuando pasen unos años, la casa este invadida por tantos jóvenes que deseen tomar en sus manos el corazón de nuestra pequeña Rossy. —Ella hace una mueca también.
—Nada de eso, solo estoy esperando a un amigo, Giovanni. —Responde ella, pero, su hermano no cree en esto, podría decirse que, de todos los hermanos de la casa Felicce, quien pronto esperaba que su hermanita empezaba a vivir su vida en cuanto a los amores era Giovanni, pero, no se podía decir los mismo de los demás hombres en la casa Felicce, ningún hombre era merecedor del amor de su hermanita, para Alessandro, él sería el encargado de buscar un pretendiente perfecto para Rossy, uno que de verdad la cuidara, porque, él sabía que llegado un tiempo, los enemigos que tenía la mafia italiana, atacarían tarde o temprano.
—Giovanni, deja de decir estupideces, Rossy aun es muy pequeña para tener novio. —Alessandro es quien dice esto, sorprendiendo a todos, incluso a la misma Rossy. —Cuando sea mayor de edad, estará comprometida. —Nuevamente, aquel tema del compromiso, uno que tanto odiaba escuchar, y el que el mismo Frederick también odiaba.
—¿Estas dementes o te haces el idiota, Alessandro? Ella no va a casarse. —Orlando es quien responde ahora. —Una mujer no está obligada a casarse si así no lo quiere, debe tener más ambiciones en la vida, y si no te queda claro, estamos hablando de nuestra hermana. —Alessandro ríe sarcásticamente en la cara de Orlando, este junto con Luciano hace una mala cara, a veces, era desesperante tratar con alguien como Alessandro.
—Quien toma las decisiones importantes soy yo, y cuando sea jefe de la casa Felicce, nadie podrá contradecirme. —Explica. —Rossy tendrá un compromiso arreglado, con quien se encargará de cuidarla y mantenerla en un lugar seguro. —Francesco, no dice nada, si quiere mantener las apariencias y hacerle creer a su hermano que él estaba de acuerdo con sus palabras, tenía que aguantarse las ganas de decir nada.