—La escandalosa voz de Giovanni hace que todos los hermanos se volteen hacia Rossy, y no comprenden bien quien es el mocoso de cabello rubio y ojos azules que sostiene la mano de su hermana, Rossy se lamenta el no haber sido tan rápida, en estos meses desde que se volvió la mejor amiga de Axel, sus hermanos no tenían tiempo para molestarla o preguntar siquiera quien era, esto solo lo sabían Frederick, Viena, Francesco, junto con el padre de Axel y su esposa. Pero, luego de esto, nadie más.
—Maldita sea. —Murmura Rossy tan bajo como puede, antes de darse cuenta, está rodeada por Giovanni, Franco, Massimo y Luciano, los demás observan con expresión molesta, menos Francesco, quien ya sabía quién era el mejor amigo de su hermana. —Solo iremos a mi habitación, ustedes pueden seguir en sus asuntos. —Responde Rossy enfrentando a los cuatro hermanos que tiene en frente. Axel, observa sin decir nada, no le intimidan las mortales miradas de los hermanos de su mejor amiga, los entrenamientos a los que estaba sometido eran más rudos.
—¿A tu habitación? ¿Cómo puedes tomarte tan a la ligera esas palabras? —Le pregunta Franco, cruzándose de brazos. —Eres una señorita, no puedes meter en tu habitación a cualquier muchacho, además, ¿Quién es ese enano? —Rossy rueda los ojos, sus hermanos la desesperaban cuando se lo proponían.
—Es mi mejor amigo, y se llama Axel. —Responde Rosy sin soltar la mano del mencionado, quien no dice nada, observa todo con calma e ignora las miradas asesinas que le dan los hombres de la casa Felicce, excepto Francesco, él ya lo conocía, no había algún problema con él en lo absoluto. —Iremos a mi habitación para practicar la defensa personal, ¿Qué no es obvio? —Franco mira de arriba hacia abajo a su hermanita, ¿Quién lo entendía? No la quiere tener cerca e incluso apoya la idea de Alessandro de casarla, o eso es lo que se dice él, ahora que ve como su hermana tiene de la mano a un mocoso, su lado protector sale a la luz.
—No importa que sea tu mejor amigo, no puedes estar a solas con un muchacho en tu habitación. —La voz de Alessandro llama la atención. —Si quieren practicar, háganlo en un lugar donde podamos verlos, además, ya deja de tomarle la mano, no son unos infantes. —Nuevamente, Rossy rueda los ojos.
—Sera mejor que cuiden como le hablan, este enano, como ustedes dicen, será en un futuro el jefe de la casa Kahler, además, padre me ha dado el permiso de hacerlo, incluso Francesco lo sabe. —Las miradas se pasan en el mencionado, quien se encoje de hombros, y esto lo toman como si fuera una especie de traición o algo así. —Si me permiten, me iré a mi habitación con Axel. —Rossy no espera una respuesta de sus hermanos, cuando ya se encuentra escaleras arriba, directamente hacia su habitación.
Siete pares de ojos se concentran en Francesco, sus hermanos lo siguen mirando ahora como si ha cometido la peor de las traiciones, ¿Cómo es posible que él dejara a su tierna hermanita ir a solas con un muchacho? No por nada, ellos sabían las intenciones de un joven, ya que ellos piensan igual que uno.
—Francesco, ¿Perdiste la cabeza? Nuestra hermanita está a solas con un muchacho en su habitación. —Luciano es el primero en hablar, se encuentra horrorizado ante esto, no puede hacerle a la idea de que Rossy estaba creciendo, realmente, ¿A dónde iba a para el tiempo? No lo comprendía.
—Es cierto, es muy joven para empezar a tener novio. —Franco concuerda con Luciano, y los demás, incluso Giovanni y Alessandro hacen un asentimiento con la cabeza, por otro lado, Francesco solo gira los ojos, sus hermanos eran unos idiotas cuando querían, lo que más le irrita es ver como algunos de estos que, están en completo de acuerdo con Alessandro, ahora parezcan horrorizados a la idea de que, sin dudas, Rossy, está creciendo.
—Guarden silencio, que ustedes son los que quieren casarla. —Franco cierra la boca de inmediato, pocas veces ha visto a Francesco perder los nervios, pero ahora, parecía realmente irritado. —Padre fue quien permitió esto, yo no voy a contradecir sus deseos, además, han escuchado a nuestra hermana, aquel muchacho es el futuro jefe de la casa Kahler y la mafia alemana, son mejores amigos y nada más. —Francesco los hace entrar en razón, haciendo que más de uno no diga nada.
—Es cierto, ahora que lo mencionas, Francesco, ese niño es la viva imagen del señor Kahler, sus ojos dan miedo. —Recuerda Giovanni, la manera en la que el muchacho ni siquiera se mostró con miedo, lo hace pensar, no por nada la casa Kahler siempre se mantenía en lo alto de todo, estaba bajo el manejo y cuidado de Johann, un hombre que no siente piedad hacia nada ni nadie, no es de extrañar que, su único hijo y la esperanza más valiosa de la mafia alemana no demuestre jamás sus sentimientos, ni se deje intimidar.
—No llego a entender como Rossy es amiga de ese chico, parece un demonio silencioso, no hablo en todo el rato que estuvo presente. —Massimo siente escalofríos por todo su cuerpo, en algún momento, aquel muchacho crecería hasta convertirse en un hombre imponente, uno que tendrá deseos de sangre, y de hacerse cargo de sus enemigos. Los alemanes eran fríos por naturaleza —esto a ojos de Massimo, claro— pero, hasta ahora, Axel no era más que un joven en crecimiento.
—Creo que no deberíamos meternos en esto, si a nuestra hermana le gusta ese…Muchacho, no es de incumbirle a nadie más que no sea ella, Rossy ya está en edad para tener novio, aunque ahora diga que solo son amigos, si llegaran a casarse, la mafia italiana tendría un aliado seguro. —Alessandro, quien solo piensa en negocios, parece mirar con esperanza a sus hermanos. —Eso es, ¿Y si el matrimonio de Rossy se arregla con la casa Kahler? Quiero decir, la tendríamos cerca y lo mejor de todo, la mafia alemana estará cuidando nuestras espaldas. —Francesco suspira, su hermano mayor no tenía remedio alguno, parecía que la batalla estaba perdida, pero, no la guerra, por supuesto.
( . . . )
Han pasado unas horas desde que Rossy y Axel habían acabado con su entrenamiento, ellos se visitaban como mínimo 4 veces cada semana, esto con la condición de no se interrumpieran sus estudios y esas cosas, así que, mientras aprendían, pasaban el tiempo juntos, como ahora, el entrenador de artes marciales se había retirado, dejando solos a los dos jóvenes que, en el suelo se estaban recuperado de la intensa sesión, esto les serviría especialmente para el futuro, cuando se enfrentaran a un momento de alto peligro, claramente, agradecían cada cosa que aprendía, pero por ahora, solo escuchaban la respiración del otro. De la frente de Rossy caen gotitas perladas de sudor, cuando se recuperara tomaría un baño, incluso, Axel tenía su propia habitación dentro de la casa Felicce y dice versa, no por nada eran mejores amigos, hacían una que otra vez noches de películas con tal de dormir hasta tarde, sin embargo, mientras iban creciendo, este tiempo se volvía cada vez más y más corto.
Cuando ambos jóvenes toman agua con tal de recuperarse, se deslizan por la pared de la sala cubierta de varios espejos, este día solo les apetecía quedarse sentados y nada más. Ellos platican de lo que sucede en su día a día, Rossy escucha con atención las palabras de Axel, quien le cuenta como pronto, tendría que tomar clases sobre el manejo de las armas, blancas y de fuego, esto era algo agotador, recargar y conocer cada arma conocida, pero, no era nada que él no pudiera manejar, Axel siempre ha sido bueno estudiando. También, le cuenta como la nueva esposa de su padre es una mujer hermosa, cabellos tan dorados como el mismo sol, ojos azules intensos, Marlene, es la esposa de su padre, una mujer recta que no es corrompible, tampoco parece ser el estereotipo de rubia tonta como todo el mundo parece creer, también, es quien se encarga del manejo del dinero de la casa Kahler, aparentemente, esta mujer tiene mucha química con su padre, ambos parecen gustarse mucho, y esto a veces crea sentimientos encontrados en el pecho de Axel, se pregunta una y otra vez, ¿Su padre alguna vez amo con sinceridad a su fallecida madre? Tal vez las cosas hubieran sido mejor si, en aquella noche, cuando él cumplido los diez años, hubiera fallecido en el lugar de su madre. Cosa que Rossy no puede evitar darle un pequeño golpe en el brazo a Axel.
—Escúchame, los adultos son extraños y todo el tiempo deben hacerse responsables de las cosas que no pueden controlar, sé que en algún momento estas cosas también nos ocurrirán a nosotros, pero, lo único que podemos hacer es tratar de no cometer los mismos errores que nuestros padres. No fue culpa de nadie lo que sucedió aquella noche, excepto del hombre que asesino a tu madre. —Rossy trata de dar consuelo con sus palabras a Axel. —La esposa de tu padre, jamás será un reemplazo para tu madre, y tampoco estas obligado a quererla, solo debes respetarla si ella también lo hace. —Axel asiente con la cabeza, Rossy era bastante sabia.