—No fue fácil, pero, sin duda me siento bien tener una larga descendencia. Ahora con mi pequeña Rossy, no necesito nada más. —La mencionada sonríe orgullosa de esto, es cierto que, en algún momento de su corta vida, quiso una hermanita, pero, la probabilidad de que fuera otro niño era igual de alta, así que, dejo de lado aquel deseo. —¿Qué me dices tú, Johann? ¿Dejaras a Axel siendo hijo único? —El jefe de la mafia alemana sin duda piensa esto con calma, su primogénito ha nacido del amor que tenía con su esposa, pero, ahora, ella había fallecido.
—Marlene no tiene intención alguna de ser madre por ahora, está centrada en cosas más importantes. —Es lo único que responde Kahler, dando a entender que, el trabajo en su único hijo era lo único que importaba por ahora. Además, no era secreto para nadie que el jefe de la mafia alemana se había casado nuevamente, si bien es cierto que no fue para nada una decisión fácil, Frederick tuvo algo que ver en la decisión del hombre, le dijo que, necesitaba a una dama a su lado, quien se encargara de las cosas que él no podía hacer mientras estuviera a cargo de la mafia, alguien que velara por el bien de Axel, quien aún seguía creciendo, esto no era un reemplazo para su madre, pero, la presencia femenina en la casa Kahler era sin duda necesaria.
Esto funciono, los nuevos esposos se llevan de maravilla.
La reunión toma finalmente inicio, luego de unos minutos, los más jóvenes son enviados hacia otro lugar cercano al de sus padres, un hermoso jardín, en donde cualquier cosa que pidan, ya sea comida, bebidas, entretenimiento o lo que sea, se les dará de inmediato. Había llegado la hora de que Rossy conociera a los hijos de los socios de su padre.
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Una vez que los más jóvenes se encuentran apartado de los mayores, es momento de presentarse apropiadamente, Rossy puede idéntica a Axel, justo como le ha dicho su padre, este se mantiene apartado, ignorando por todos los medios al hijo mayor de los Abbey, quien tiene el ceño fruncido y se cruza de brazos, cuando Rossy se determinaba a acercarse, dos chicos se lo impiden, exactamente hablando, Gregorio y Gregori Novicokv, gemelos idénticos, que para colmo, visten exactamente igual y no hay nada que los haga parecer iguales, por ahora, Rossy hace una mueca, los gemelos sonríen cómplices el uno hacia el otro.
—Señorita Felicce, usted es más hermosa en persona. —Uno de los gemelos habla, y Rossy parpadea ante sus palabras, esperaría esto de cualquier adulto, pero, estos eran niños de su edad. —Mucho gusto en conocerla, soy Gregori Novicokv, sus palabras, fueron la definición de perfección. —Repite las palabras del jefe de la casa Abbey, al menos eso intenta.
—Concuerdo con mi hermano, especialmente tiene unos ojos preciosos. —El otro gemelo también dice esto. —Es un gusto conocerla, soy Gregorio Novicokv. —Se presenta, y se toma el atrevimiento de besar la mano derecha de Rossy, quien, ante el gesto no puede evitar sonrojarse. Y este queda encantado con este, la chica tenía un liso tono de rojo en sus mejillas, no tanto como su cabello, pero, la hacía ver extremadamente hermosa, tanto, que luce igual que una princesa, al menos a los ojos de Gregori, seguramente su hermano también ha pensado lo mismo.
—En ese caso, es un placer conocerlos, soy Rossy Felicce, pero eso, ustedes ya lo sabían. —Responde ella, haciendo que los dos gemelos la miren sorprendidos, su voz sí que era preciosa, al igual de hipnotizante que una sirena. —¿Cómo puedo saber cuál es la diferencia entre ambos? —Los gemelos se miran entre sí, con sonrisas cómplices, sucedía lo mismo siempre que alguien los conocía, el juego de querer confundir a las personas y jugar con sus mentes, era algo que no pasaría de moda para ellos, incluso, hacían lo mismo con sus padres, cambiaban de lugar cada que uno de ellos no quería hacer algo, y el otro, estaba dispuesto a hacerlo, simplemente perfecto. —Los gemelos se miran entre sí, con sonrisas cómplices.
—Nadie puede saberlo, quizás yo sea Gregorio. —Dice el que está a la derecha, haciendo un intercambio con su hermano. Quien también se divierte ante la mirada recientemente confundida de la niña linda que tienen delante.
—Y puede que yo sea Greogori. —Los gemelos ríen, mientras cambian de lugar una y otra vez, Rossy se siente divertida, pero, hasta cierto punto es algo desesperante caer en el juego de los dos traviesos gemelos, los cuales no paran de jugar y reír entre sí. —Los gemelos ríen, mientras cambian de lugar una y otra vez, Rossy se siente divertida, pero, hasta cierto punto es algo desesperante caer en el juego de los dos traviesos gemelos, los cuales no paran de jugar y reír entre sí. Diría que está a nada de marearse, sin embargo, ella puede resistir esto y más, sobre todo, desde donde se encuentra, no deja de mirar al joven Kahler, que, parece estar metido en sus pensamientos.
—Ustedes son raros, descubriré la manera de diferenciarlos, de inmediato. —Los gemelos dan otra vuelta, metiendo a Rossy al medio, Gregori queda recostado ligeramente en su hombro, mientras que Gregorio, sostiene nuevamente su mano. —¿Qué están haciendo ahora? —Se pregunta Rossy, intrigada por saber que harán esos dos.
—Para saber quién es quién, tendrán que pasar años, señorita Felicce. —Gregori susurra en la oreja de Rossy, provocando que la misma sienta escalofríos, la primera vez que siente esto, no la hace sentir incomoda, sin embargo, la deja alerta.
—Lo que dice mi hermano es verdad, pero, con gusto podremos mostrarle como, señorita Felicce. —Gregorio deja otro suabe beso en el dorso de la mano de Rossy, verla desde esta altura y observar sus hermosos ojos, no se cansaría en lo absoluto, sobre todo, porque esta niña, tiene una especie de aura poderosa, le gusta.
—Bien, ha sido suficiente. —En un rápido movimiento, Rossy aleja a Gregorio de un solo empujón en su estómago, sacándole el aire, Gregori corre en socorro de su hermano gemelo, el golpe no fue mortal, pero, le ha dejado con bastante sorpresa, debe decir, que no esperaba nada como esto, después de unos segundos, ambos gemelos se reincorporan delante de Rossy. —Espero que ahora se queden quieto, quiero saber cuál es cual. —Los gemelos con su buena energía se quedan quietos, sobre todo Gregorio, no deja de pensar en que aquella niña, sin duda le gusta.