La misma noche Veliko, Bulgaria En las cercanías del castillo de Tarnovo Tepes Admito que debo sobrellevar la sombra de la traición de mi padre, aunque una época lo cuestionaba lleno de rabia por habernos entregado a Radu y a mí a los otomanos, como salvoconducto para salvar su cuello, pero siendo objetivo fue un acto de supervivencia aliarse con los húngaros. Era tan solo política para defender sus territorios y nosotros fuimos parte de ese juego de conspiraciones. Entonces “Traidor” no es palabra correcta para describirme, porque soy un visionario, un guerrero por excelencia y ante todo un príncipe, pero un líder sin trono, es como un bufón para sus rivales, nadie lo respeta, ni lo considera una amenaza, como tal era hora de cambiar mi destino reclamando mis territorios, y enfre