La misma noche Palacio San Petersburgo, Rusia Radu La vida se tornaría más sencilla si pudiéramos liberarnos de los grilletes de los protocolos, pero por primera vez, siento que esos mismos protocolos me estrangulan, me asfixian de una manera que resulta inusual. No se trata de ignorar mi posición, pero estas normas sociales se vuelven en mi contra, aniquilando mis esperanzas con Anastasia, porque en algún momento deberé revelar mi identidad, no bastará repetir que soy un emisario del Sultán Mehmet para tener el beneplácito de poder cortejarla. Aunque muchos me etiquetan como un buitre cultural, valorando mi prudencia y habilidad para resolver cualquier disputa, me veo arrastrado por un torbellino de emociones al que no estoy acostumbrado, ya que