Mi celular no dejaba de sonar, era Elena. Pero yo no respondería, estaba a la espera de poder entrar con Valeria, le estaban haciendo un chequeo después de todo lo sucedido. Pasaron unos cuantos minutos hasta que Elena dejó de insistir y ya no entraron más llamadas. Seguro ya tocaba su turno en la cita médica, pero…yo no podía estar a su lado, lo de ella solo era un chequeo rutinario, mientras que lo de Valeria era más serio. La enfermera salió, asombrada de verme allí. —Señor, es usted el de antes. ¿Es familiar de la paciente?—me preguntó. —Soy su esposo.—aparté mi mirada de ella al pronunciar esas palabras. Sonaba extraño cuando lo admitía. —Oh, —mostró sorpresa de saberlo.—¿desea pasar? Casi terminan. —No se preocupe. Esperaré aquí.—si ya casi terminaban, lo mejor era espera