Jamás había hecho esto, jamás pensé en hacerlo nunca, porque nunca me creí que me vería en esta necesidad, pero otra manera no había, ya que preguntar directamente a Elena, sería darle las posibilidades para que mintiera, ¿cómo podría creerle cuando mi mente tenía tantas dudas? Dudas de ella, de Elena. Y era preciso aprovechar que ella estaba en Praga. Aún así tenía que hacer todo de manera clandestina. El parque estaba vacío, me sentía como en una de esas películas de misterio con poco presupuesto, en la que las ideas van saliendo sobre la marcha y los actores son muy malos. Observé a todos lados, pero no había nadie, nadie que nos pudiera ver o reconocer. Fui directo a aquel banco donde él estaba sentado, tomé un lugar a su lado, escuché el sobre que se deslizó hacia mí y bajé la m