El camino fue mucho más largo de lo que pensaba, al final nos tomó cerca de 4 horas llegar hasta la isla, nunca tomé en cuenta que necesitaríamos ese tiempo de recorrido, pero aún había rayos de luz en el cielo que nos permitían ver un poco. La isla era maravillosa, el sonido de la selva era maravilloso, lo embargaba todo, y muy pocos comercios estaban a las orillas de la playa, pero nosotros no estábamos ahí por eso, sino por una cosa en específico. Un jeep preparado para nosotros nos recibió, teníamos más hambre que nunca, a pesar de que habíamos comido un poco en el trayecto, supongo que nadar en el cenote nos había dejado algo desganados, pero había pedido que nos prepararán una canasta con comida, tenía pensado hacer un picnic en la playa, sin embargo la necesidad de comer nos con