—¿Lista para tu segunda ronda?— Sus ojos brillan cuándo Blaire lleva su mano a su pecho de la sorpresa. —¿Qué estás haciendo acá?— Brama furiosa porque siempre este haciendo eso de aparecerse cuando ella ni siquiera se da cuenta. Arden sonríe. Algo qué a ella le genera mucha más incomodidad de lo usual. —Eso ya lo sabes, muñeca.— Le guiña un ojo. —¡Ahora, Arden, no estoy para tus juegos!— Suspira mirando a su alrededor. —Hay que entrenar... No estoy jugando, muñeca. Creme que lo último que me importaría sería perder el tiempo con vos.— Responde. Ella solo vuelve a suspirar completamente frustrada, mientras que observa a su alrededor. —¿A esta hora?— Mira su reloj pulsera. Él arquea sus cejas, para un demonio con su personalidad lo que menos importaba en realidad era la hora. —¿T