Su jornada en la librería no mejoró la partida que había tenido desde la casa del peliblanco. Blaire y Arden habían continuado con su discusión hasta que la pelirroja decidió que era suficiente humillación por el día. Tomó sus pertenencias y colocó la ropa deportiva en la mochila para luego cruzar las puertas de ese ascensor y retirarse inmediatamente de su propiedad. No fue cuando estuvo fuera que se dio cuenta de que el departamento, de aquel demonio que la estaba volviendo loca con tan sólo semanas, le quedaba muy cerca de su casa. Y no sabe porqué pero eso le generó aún más rabia, volviendo a recordar las últimas palabras que habían podido llegar a cruzar ella y el semidiós. ~>')~~~~>')~~~~>')~~~~>')~~~~>')~~~~>')~~~~>')