Ivana.
Estamos con Brai en el sillón grande, él sentado normal y yo arriba de él dándole la espalda mientras lo monto de esa forma, me agarro de sus rodillas sintiendo como con una mano la pone en mi espalda empujándome y la otra me agarra del pelo tirándome hacia él manteniendome media doblada, sus rodillas las tiene muy abiertas y así me tiene a mi también, se mueve más a la orilla comenzando a moverse haciendo que me mueva con más fuerza, gruñe embistiendo como puede donde ya estanos llegando al abismo juntos.
Cuando acabamos me apoyo en él sonriendo sintiendo mis piernas temblar, me envuelve con fuerza y después me acaricia, pasa las manos con suavidad por mi vientre, mis pechos, mis piernas, aunque estamos todos pegoteados disfruto al máximo esas caricias.
—Te quiero Ivi. —cierro los ojos suspirando—. Mucho... Me tienes loco.
—Tu igual... Te quiero un montón Brai. —me besa el cuello dándome cosquillas haciendo que me aleje un poco.
—Me gustaría que nos vayamos de viaje cuando me den las vacaciones ¿A dónde te gustaría ir?.
—Mmm... A la playa. —ya me imagino en biquini y disfrutar del agua—. Una sola vez fuí, y fue cuando Raúl aún no estaba en nuestras visas.
—Bien. —me aprieta un poco mas—. La playa será.
—Quiero usar biquini ¿No me vas a decir que no, eh?.
—Mmmjjj... Voy a llevar mi arma entonces. —le doy un golpe girando para estar de frente así mirarlo a los ojos, acaricio su barba con suavidad mientras le doy besos fugases.
—¿Tienes familia?.
—No los conozco... Mi mamá se embarazó a los quince... Sus papás la echaron y después el hombre que me engendró la abandonó. —frunzo las cejas por eso, tenemos casi la misma historia con la diferencia que a su mamá la dejaron sola y tan chiquita—. Mi mamá me sacó adelante como pudo.
—¿Y cómo es que llegaste a ser policía? ¿Ella te dijo?.
—Quería que sea alguien en la vida, no un ladrón o algo así... Cuando mi mamá murió ya estaba en el ejército... Estuve un par de años terminando mi formación y así entré a la policía. —beso su frente y sus ojos prestándole total atención—. No hagas eso Ivi.
—¿Por?.
—Porque me haces quererte más. —me acerco aún mas a él haciendo que mis pechos queden a la altura de su cara.
—¿Y no quieres quererme más?.
—Si te quisiera un poco mas te como. —agarra mi pecho derecho succionado mi pezón sin dejar de verme a los ojos.
—Dale con eso de que me comes.
—Quiero todo de ti. —pasa a mi otro pecho sonriendo—. Y lo quiero todo contigo.
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Me maquillo un poco mirándolo por el espejo que se cambia, un amigo de él acaba de ser papá y quiere que lo acompañe a elegir algo para el bebé así se lo regala porque no tiene idea de nada de bebés, me río negando ya que él cree que por ser mujer sé de esas cosas y nada que ver, tengo hermanos menores pero no sé nada aún de bebés, ellos nacieron cuando yo era chica.
Caminamos de la mano por el centro mirando cada local de bebés que vemos, elijo varias cositas que creo que son hermosas y que si fuera mi hijo me gustaría recibir, lo pienso mas por ese lado, como si yo fuera la madre del bebé, o no sé que le llevaría.
—¿Te gustaría ser papá?. —deja de mirar a unos nenes jugar para mirarme a mi.
—¿Mmm?. —como mi helado con ganas—. ¿A qué viene eso?.
—Es una pregunta simplemente.
—¿Y a ti?.
—Si... Obvio. —alzo un hombro asintiendo.
—¿Estás y no te ánimas a decirme?.
—No... No estoy. —quedo sorprendida por su enojo repentino—. ¿Te preocupa eso?.
—Estamos hace tres meses de novios, obvio que me preocupa... A penas y nos conocemos, deberíamos hablar de esto no sé... En tres años por lo menos.
—Tienes razón. —queda en silencio, pero necesito una respuesta—. ¿Pero si se da? ¿Si viene por error?.
—Vamos Ivana ¿Estas?. —se inclina hacia adelante amenazadoramente.
—Nooo.
—¿Y por qué insistes tanto?.
—Simplemente quiero saber si voy a contar contigo si por error me embarazo, nada mas.
—Obvio que vas a contar conmigo, soy un hombre no un maldito cobarde. —me voy hacia atrás sorprendida.
—Bien... No hablo más.
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Desde el mostrador lo miro que se rie con Yisel, no sé que pensar respecto a ellos, a veces me digo que tienen algo y Braian no se anima a decírmelo, o simplemente son amigos medios atrevidos, pero cuando ven que los estoy mirando dejan de reir y hasta hacen caras como de molestia, como que les jodí la diversión o los planes que tenían.
Creí que después de comprar los regalos me iba a llevar a conocer a su amigo y el bebé, pero simplemente me dejó en la vereda de la casa diciendo "Ya vengo... Lo llevo y vengo" me lloré todo por eso, pero bueno, tal vez yo pienso que esto es serio y él solo me quiere porque me tiene, como que donde estoy en su casa le sirve para sacarse las ganas de sexo y porque le cocino.
—Ivi. —me giro viendo a mi hermana entrar media asustada.
—Juli. —la abrazo apretándola con fuerza donde hace tanto que no la veo—. ¿Cómo estas?.
—Bien... Vine a verte.
—Si, espérame. —pido permiso y me siento con ella en una mesa alejada—. ¿Y la escuela como va?.
—Bien... Mamá esta embarazada. —aprieto mis manos con fuerza—. Y mi papá casi la mata cuando se lo dijo.
—Ya voy a poder sacarlos de ahí. —le agarro las manos cuando llora—. Estoy juntando plata.
—No soporto mas Ivi... Sin ti es mas difícil para mi. —siento mis lágrimas aparecer al verla así, con toda la carga encima—. Los nenes se refugian en mi y no sé que hacer.
—¿Les pega?.
—No... Pero mamá... Le pega a diario, no creo que pueda soportarlo más.
—Si... Yo... —me friego el pelo sin saber que hacer—. Voy a ver que hago.
—Bueno... —cuando se para la imito—. Me voy sino él va a saber que vine a verte.
—Si. —vamos a la puerta abrazadas—. Rápido a la casa.
Paso mi turno en una nube, Dios que esto me vuelve loca y mi mamá que no hace nada, eso me enferma más, la verdad es que no sé que está esperando, ¿A que la mate? ¿A que le haga algo a los nenes? No lo entiendo, juro que no puedo por mas que me esfuerce no puedo, ¿No se supone que las mamás velan por sus hijos? Porque ella parece que solo en sus ojos esta ese infeliz que encima la maltrata.
Camino hacia la casa pensando en que no sé si decirle a Braian lo que pasa con mi familia porque no quiero meterle mas problemas de los que tiene por su trabajo, cuando llego esta el auto de Yisel en la casa, quedo parada sin saber que hacer, miro la casa y me digo, bueno, si está con ella es hora de que lo sepa y cortar con esto de una vez.
Entro despacio y oigo que se ríen desde la cocina, me paro en el marco de la cocina viéndolos ahí, ella en la mesa y él parado besándola y tocándola mientras le dice algo al oido que a Yisel le da risa, sus manos están en la espalda de Braian y con sus ojos cerrados disfrutando de lo que le hace, respiro hondo y decido hacerles frente.
—Braian. —se aleja de inmediato y Yisel baja de la mesa de un salto.
—¿Qué... ¡Mierda! Tendrías que estar trabajando. —asiento mirándola a ella que no sabe que hacer y sinceramente no la culpo de nada, aunque ella sabia que estaba conmigo.
—¿Nos dejas solos un rato Yisel?.
—Si. —sale casi corriendo y lo que mas me duele, riendo, lo miro a él con ganas de matarlo.
—Te lo pregunté Braian... Te pregunté si tenías algo con ella y me dijiste que no. —no hace ni dice nada solo me mira—. ¿No vas a decir nada?.
—Fue divertido lo admito. —mis lágrimas comienzan a salir aunque son de odio—. Pero eres solo una pendeja Ivana.
—¿No era mas fácil decirme lo que querias a ilusionarme?.
—¿Te ilusionaste?. —comienza a reír partiendome—. ¿Me estas hablando en serio Ivana?. —respiro hondo sintiendo tanto dolor en mi corazón que es irreal—. ¿En qué momento te ilusioné? Si solo era sexo.
—Bueno... ¿Me dejas sacar mis cosas?. —apunto hacia arriba temblando y haciendo el intento de mantener la calma—. Están arriba.
—Si... Saca todo.
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Braian.
Me siento mirando a la nada, carajo, no sé ni que pensar, ella está arriba juntando sus cosas y yo no hago nada, como un cobarde no hago nada.
Cuando baja viene con su mochila y el bolso de mano que trajo cuando su padrastro me la vendió, apoya el bolso en la mesa sin mirarme, quiero decirle tantas cosas que no puedo decir porque no logro hablarle, saca plata y la deja en la mesa, sus manos tiemblan.
—Ahí están los cincuenta mil. —empuja la plata acercándola un poco mas a mi.
—Llévalos Ivana.
—No, esta bien. —saca el celular dejándolo en la mesa y las llaves de la casa—. Bueno... Hasta acá entonces.
—Hasta acá. —entierro las uñas en mi pantalón sintiendo que todo mi mundo se viene abajo.
—Chao. —se para frente a mi aún con sus lágrimas cayendo, mi corazón se pone loco de dolor—. Espero tengas buena vida... De verdad lo digo.
Me quedo ahí, simplemente mirando a la nada, los perros se echan a mi lado como diciendo, "la perdimos" y aún cuando la lastimé me desea cosas buenas cuando en realidad debería haberme mandado a la mierda como yo lo habría hecho si me encuentro con una situación así, hubiera roto todo y gritado como loco, pero ella mantuvo la calma y serenidad en todo momento.
Cuando reacciono en lo que pasó me voy donde Jeremías, golpeo con fuerza hasta que abre, lo miro serio y creo que sabe como estoy porque se prepara para los golpes que le empiezo a dar.
—YA BASTA. —me alejo jadeando y escupiendo sangre porque los dos nos golpeamos como si fueramos enemigos—. ¿Qué hacés Braian?. —miro a Ester que esta asustada en medio de los dos con los brazos estirados.
—Mi novia me dejó. —apunto hacia el suelo más que sacado—. Y todo por la mierda de trabajo que me diste... Te dije que ya no quería Jeremías. —lloro sin que me lo crea haciendo que los dos queden más que sorprendidos—. Mi novia me dejó con un carajo.
—Calma Braian.
—¿Calma?. —me adelanto pero Ester me para poniendo sus manos en mi pecho—. Que te deje Ester a ver como vas a estar.
No puedo dormir en la noche pensando en donde esta, donde va a pasar la noche y eso me vuelve loco, miro el techo sintiendo mis lágrimas caer de dolor e impotencia porque la lastimé, ella es dulce y amorosa y con lo que le hice seguramente no va a creer mas en el amor ni tener confianza hacía nadie.
Al otro día voy al trabajo sin ganas, mis ojos hinchados por la falta de sueño y el llanto sin fin, vamos en el auto en silencio con Yisel hacia una casa que nos mandaron a hacer investigación, es super incómodo el momento, y prefiero que nadie diga nada, pero esto no va a durar tanto tiempo.
—No sé que decir Brai.
—No pasa nada. —me friego la frente con ganas de decirle que no diga nada—. Ya era hora de que se entere.
—¿Estabas empezando a tener sentimientos por ella?.
—No. —la miro ofendido—. No hables pavadas.
—Es que hace rato que no estamos Brai.
—No podía irme contigo, se supone que era mi novia y debía pasar tiempo con ella ¿Le iba a decir que me iba con mi amante y volvía?.
—¿Y porqué estas tan enojado?.
—Porque lo que menos quería era que nos encuentre así. —miro hacia afuera intentando contenerme—. Lo que menos quería era esa situación... Me convertí en lo que siempre repudie.
—Entiendo. —cuando vemos el café pasamos de largo—. Vamos a tener que cambiar de cafetería... Me gustaba esa.
Ando super gruñón, nadie en el trabajo me habla, ni siquiera me miran ya que mis reacciones no son las mejores, aunque estoy totalmemte consiente de que nadie mas que yo tiene la culpa de lo que me pasa, Yisel se está o ya se dió cuenta de que Ivana era importante, pero no puedo disimularlo, todo me delata, ¿pero cómo se hace? ¿Cómo hago para fingir que no me duele no verla? ¿Que no me duele ir a dormir y sentir que la cama es inmensa y helada? ¿Cómo hago para comer solo? ¿Cómo hago para vivir solo? No puedo, y creo que ningún hombre enamorado puede fingir que todo esta bien cuando tu amada se va con lágrimas en los ojos por culpa tuya, porque la lastimaste y como un cobarde no hiciste nada para impedir que se vaya.
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—Bien. —miramos a Jeremías que esta con chaleco y armado dando indicaciones—. Olviden que en algún momento fue parte de nosotros... Es una espía de los que juramos meter a la cárcel.
—Bien. —soy el encargado de agarrarla y ya estoy ansioso de poder hacerlo, no doy mas.
—Cuando entre a la casa de inmediato entran. —los miro a todos para que entiendan—. No me hagan poner nervioso, no sé con que va a salir y es buena en lucha.
—Andando. —voy donde Yisel, supuestamente vengo a pasar la noche con ella.
—Buenas. —esta con un shorts y remera donde me estaba esperando.
—Al fin llegas hombre, te estaba esperando.
—Perdón, saqué a los perros a pasear.
—Pasa. —me siento en el sillón mirándola que me tiende una lata de cerveza preparada cosa que no pienso tomar.
—¿Sigues mal por Ivana?.
—No hablemos de ella, ya te lo dije miles de veces Yisel. —abro los brazos cansado de lo mismo.
—Toma. —me da una carpeta y la miro a la cara sin agarrarlo porque no entiendo nada—. Sé que ella te importa, no lo finjas... Si antes no te importaba después de que se fue lo hace y esta bien.
—Ya no quiero hablar de ella, vamos a lo que vinimos mejor.
—Espera... Hablemos Braian. —se sienta en la mesita ratonera frente a mi agarrando mis rodillas—. Sé que vas al café a ver si la puedes encontrar... Vas donde la madre pero no esta. —me paro llendo a la puerta, mierda, ¿me esta siguiendo? ¿Cómo es que sabe eso?.
—Mejor me voy... Ya no tengo ganas de nada.
—Pero hablemos. —se para viniendo hacia mi.
—Quieres hablar de algo que te vengo diciendo que no quiero escuchar... Y sigues insistiendo Yisel.
—Ella se fue... Esta lejos Braian, ve a buscarla si te importa tanto... Yo me hago a un lado y no molesto más.
—¿Puedes parar?. —me giro y veo que ya están todos dentro de la casa—. Para un poco... No me importa, fue agradable en su momento pero ya no ¿Acaso cuando me conociste no era así?. —Jeremías pone un arma en su cabeza y queda de piedra mirándome—. Y tendrías que haber sabido que no me interesas. —abre grande los ojos por eso—. ¿Cuántas veces dije que no me gustan las viejas? Que quería carne fresca, tendrías que haberte dado cuenta Yisel.
—Alza las manos y no te muevas. —alza las manos enseguida dándose cuenta de la situación.
—¿Qué es esto?. —Kevin la esposa y Jeremías le muestra la orden de cateo, nos mira a todos asombrada.
—Estas detenida por narcotrafico Yisel. —me mira como diciendo, ¿Qué me estas haciendo?—. Si no puedes pagar un abogado el gobierno te otorga uno.
—No vengas con esas pavadas Jeremías.
Revisamos toda la casa buscando cualquier cosa que la incrimine o esto fue todo para perder el tiempo, estamos hasta tarde chequeando todo y encontramos un par de papeles que necesitábamos para incriminarla, menos mal que ya Jeremías decidió terminar con esto porque ya no podía seguir fingiendo que me gustaba estar con ella cuando la realidad me daba asco de muerte, aunque desde que me interesé en Ivana no tuve nada con Yisel, no la veía para nada, solo en el trabajo.
Cuando llegamos a la estación duermo en el suelo tapado con mi campera, llegamos como a las tres de la mañana y sinceramente no tengo ganas de ir a mi casa y estar solo una vez mas, hace mas de tres meses que no veo a Ivana y tampoco me he atrevido a invadirla con investigarla o seguirla, lo hice las primeras semanas pero sin resultado ya que no ha ido al café y no he visto ni a su mamá ni hermanos, así que estoy en la nada. Abro los ojos cuando me mueven, me cuesta abrir los ojos y cuando lo hago es Jeremías.
—¿Dormiste bien?.
—Como un bebé. —se sienta mientras se soba las manos—. ¿Qué pasa?.
—Quiero pedirte disculpas por lo que pasó... Debí parar cuando me lo pediste, eres mi amigo, debí escucharte no seguir presionando.
—Ya esta... Ya pasó.
—¿Qué pasó con Ivana entonces?.
—Me vió con Yisel.
—¿No le dijiste? Te lo recomendé.
—Crei que ya estábamos listo para agarrarla y no quería involucrarla en esto.
—¿Si la vuelves a ver se lo vas a decir?.
—Si. —me friego la cara con cansancio—. Le explicaría todo.
—Esta abajo esperandote.
—¿Quién?. —se rie dándome un golpe en la espalda.
—¿Ivana, quién mas?.
—¿De verdad?. —me paro enseguida—. ¿De verdad esta abajo?.
—Asi es... Ve. —bajo corriendo y esta hablando con Ester que vino a dejarle ropa a Jeremías, ella le hace señas de que estoy atrás, se gira y ahí la veo, hermosa, radiante y embarazadisima.
—Hola.
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