El mismo día Anadolu Kavagi, en las cercanías de Estambul Yildiz Hace algún tiempo, cuando mis hermanos me plantearon la idea de contraer matrimonio con el objetivo de forjar una alianza con los otomanos, sentí como si hubiera caído una maldición sobre mí. Estaba totalmente renuente a la idea de casarme por motivos políticos con una mujer desconocida, y mucho menos quería convertirme en un simple peón sin voluntad cuyo propósito era reducir las tensiones entre los imperios. Sin embargo, cuando menos lo esperaba, Burcu entró en mi vida como un sol que eclipsaba todos mis pensamientos, conquistando mi corazón y disipando las sombras de mi soledad. Debo admitir que el destino jugó conmigo y resultó que mi bella misteriosa era la hija del sultán Murad. Sí, el universo había conspirado par