China – Imperio Chan – gobernado por el Emperador Jin Zhao junto a su esposa Jin Lían.
El imperio Chan desde que tengo memoria de mi vida mortal ha sido el imperio más fuerte después del imperio Qui, era un imperio bastante fructífero y muy rico en economía, asique las cosas iban bastante bien para todos aquellos que disfrutaban de las bendiciones de aquel imperio, su estrategia militar era una de las envidiadas por los imperios vecinos ya que no entendían ciertos movimientos y a diario se preguntaban por nuestro secreto.
A diferencia de otros el Emperador si guardaba un secreto, un secreto que más tarde le cobró cuentas no solo a miles de vidas si no también a los de su casa, un secreto que… a diferencia de otros secretos este jamás debía revelarse. Un secreto que al igual que yo, ya estábamos destinados a revelarnos, Costara – Lo que – Costara.
—¡Yin abajo! —gracias al grito de advertencia Yin pudo esquivar las ramas gruesas que obstaculizaban su camino mientras corrían montados en su caballo.
—¿Oye acaso no puedes esperar a que llegue a tres? —Xiao Ba le grito a Zhao Chen, su compañero de carreras mientras iban casi a la par.
—Por supuesto que sí, pero eres muy lento jajá —se burló e instó al caballo a acelerar.
—¡Oigan cállense y sigan que les estoy ganando! —exclamo Hao.
—Oh no por supuesto que no. —Xiao Ba tomo la delantera por tres centímetros y en cuestión de segundos ya iba más adelante. —JAJA lo ven, nadie me gana en esta vida.
Los cinco chicos iban montados cada uno en su caballo tratando de ver quién era el más veloz en la carrera, todos iban tan concentrados que casi no se dieron de cuenta que justo al frente de ellos a unos cuantos metros se encontraba el puente. (Límite de territorio del estado Chan)
—¡Alto! —grito Yin y fue la primera en frenar su caballo. Zhao Chen se dio cuenta que Yin se había detenido, miró al frente y freno en seco al darse cuenta que iban a cruzar el puente. —¡Oigan deténganse ya! —grito a todo pulmón y frenó .
Los demás reaccionaron con el grito de Zhao Chen y frenaron de golpe, todos menos Xiao Ba quién siguió adelante e instó al caballo a ir más rápido, miro a los lados y ya no veía a los chicos, asique nada le importaba solo quería ser el primero. —Que idiota ¿qué creen que hará? –pregunto Zhao Chen mirando como su querido amigo se dirigía directo al puente de la muerte, los demás se arrinconaron con él para mirar lo que hará Xiao Ba.
—No lo sé, supongo que frenará . —respondió Jin Hao mientras negaba con la cabeza y alzaba sus hombros para expresar su indecisión.
—Yo digo que cruzara el puente. —dijo Wong Chuye.
—Haber cinco a que lo cruzará sin detenerse ¿he? —propuso Zhao Chen
—Hecho. —Jin Hao acepto la propuesta.
Mientras tanto a unos cuantos metros de ellos se iba alejando Xiao Ba, cegado de la adrenalina que corría por su cuerpo como electricidad que hacía que no le importara seguir; sin embargo un impulso extraño hizo que abriera los ojos y se diera de cuenta del el error que iba a cometer, asique ya de vuelta su juicio halo de la soga que domaba al caballo con fuerza, el caballo al tratar de frenar tropezó con una de sus patas traseras y callo teniendo a Xiao Ba aun montado en él, ambos seres cayeron sin medida haciendo que en el cuerpo de Xiao Ba le quedaran raspones y otras heridas más profundas.
—Hay, eso tuvo que doler. —los chicos arrugaron su rostro como gesto de dolor al ver la caída tan brutal de su amigo.
—¿Creen que sobreviva? —pregunto Jin Hao.
—Tiene que hacerlo, porque si no el General lo matara. —respondió con sarcasmo Zhao Chen y los demás rieron también.
Mientras reían con gracia vieron a su amigo medio levantarse con sus manos apoyadas en su espalda. —¿No… creen que deberíamos ayudarlo? —pregunto Wong Chuye.
Miraron a su amigo apoyarse con total dificultad y tratar de enderezar su espalda pero las heridas hechas por la caída no se lo permitían. —He… supongo que estará bien… —respondió Zhao Chen sintiendo el mismo dolor que el de su amigo en su propio cuerpo.
Mientras tanto a la otra distancia a unos cuantos metros de ellos se encontraba Xiao Ba muy adolorido, ya levantado aun podía sentir como su espalda recibía todo su peso de la caída y al tratar de enderezarla su cuerpo crujía sintiendo que se partía en dos, se miraba sus brazos y notó que tenía muchos raspones y heridas abiertas—No puede ser, esto tardara en sanar al menos una semana. —se dirigió al caballo y trato de hacer lo más difícil, levantarlo.
Después de un largo tiempo Xiao Ba logro llegar hasta donde estaban los demás, la primera en acercarse a él fue su media hermana Yin que estando furiosa le grito. —¡Oye! ¿Qué crees que estabas asiendo ah?
—Oye Xiao Ba hiciste que perdiera la apuesta.—se quejó Jin Hao, príncipe del imperio Chan
—JAJA es hora de pagar principito. —vacilo Zhao Chen.
—¡Zhao Chen no me llames así, tengo nombre! -reprochó Hao.
—Xiao Ba sabes perfectamente que tenemos prohibido cruzar el puente y aun así lo ibas a cruzar. —Yin comenzó a regañarlo
—Pero no lo crucé Yin, puedes relajarte.
—¿Y si te hubieran visto?—interrumpió Yin.
—¡Pero no lo hicieron! observa a tu alrededor no hay nadie que nos pueda delatar ¿ves? —señalo a su alrededor.
—Aun así no podemos arriesgarnos Xiao Ba. —interrumpió Wong Chuye. —Estamos solo a un paso de convertirnos en agentes, y si rompemos la más mínima regla el emperador nos castigara.—argumentó .
—Chuye tiene razón, conociendo a mi padre mientras sean aprendices no les perdonara tan fácil el más mínimo incumplimiento. —contesto Jin Hao.
—Esto es absurdo, cualquiera puede cruzar el puente ¿porqué nosotros no podemos? que regla tan ridícula. —se quejó Xiao Ba.
—Es mejor que te guardes tus comentarios. —corrigió Jin Hao mirando a su alrededor. —El viento también puede escuchar y hablar.
—Y no es estúpida Xiao Ba, es el tratado y todos incluyéndote aceptamos seguir el tratado cuando aceptamos volvernos aprendices. —respondió Yin.
—Agh qué más da. —Xiao Ba se montó en su caballo mientras refutaba. —Zhao Chen miro al cielo y vio que la tarde ya estaba empezando y la temperatura del clima ya estaba subiendo. —Oigan, deberíamos volver o nos agarrara la noche aquí en el bosque. —dijo, los demás asintieron y comenzaron a andar a paso lento.
Los cinco chicos comenzaron su camino de regreso a la ciudad, su hogar natal, rodeada de bellos paisajes, montañas, ríos, la ciudad por su lado era bastante comercial, entraban y salían extranjeros para comercial y viajar, algunos solo iban a visitar mientras otros iban por negocios.
Durante el camino a Xiao Ba le incomodaba cierta curiosidad y decidió dejarla salir para escuchar opiniones ajenas. —Por cierto ¿qué creen que pasara una vez que pasemos las pruebas finales?