Impresiones.

1902 Words
Wanda decidió que sería un día aburrido, así que buscó un vestido n***o, tacones negros y se arregló el cabello sin mucha dedicación. Su maquillaje era bastante neutral, su perfume era atrapante y sus ganas de lidiar con el mundo eran nulas. En su mente había listas, donde cada una tenía sus propias prioridades, evaluó cada una de ellas mientras el ascensor bajaba hasta el estacionamiento. “Dejar de fumar. Ignorar los mensajes en r************* contra ella. Abastecer la nevera. Revisar el correo del trabajo con los guiones propuestos para nuevas películas. Evaluar los presupuestos con Brandon.” Pensó a medida que se acercaba a su auto, presionó un botón en un llavero que llevaba y la puerta se abrió, entró dejando su cartera en el asiento de copiloto. No quería manejar, así que colocó las coordenadas de la empresa, el auto rugió suavemente, salió del estacionamiento y se dirigió hacia la autopista. A las 6:30 de la mañana, Wanda revisaba sus mensajes, leía algunos contratos y correos donde sus asistentes y co-productores le avisaban como iban los trabajos actuales en el plató de rodaje. Le llegó la notificación de un nuevo mensaje en su número personal. “Espero que tengas claro que hoy será un día largo, las redes están explotando y dos de nuestros inversores están enojados”. Brandon Williams. ─ Lamento no ser mi padre, Brandon. O que mi madre le diera una hija y no un hijo. ─ Dijo hastiada, releyendo el mensaje. Wanda se sentía orgullosa de ser parte de Walsh Productions desde que su padre le inculcó el amor por el cine, pero Ligh era un país hostil y un poco machista. Wanda sería la segunda heredera de una empresa millonaria, la primera había sido Keisy Rell, en la empresa de autos y motos de sus padres. Era una rubia despampanante que muchos hombres codiciaban a su lado, como una esposa trofeo, no como una inversora o dueña de una cadena tan competitiva. El padre de Keisy la había tratado como una inversión, pagó su educación, la más cara y calificada del país para que fuera una respetada ingeniera y economista; pues era indudable que la muchacha haría dos carreras, ya que era un objeto al que su padre le metía cada billete para verle resultado. Keisy era una gran amiga para Wanda, y compartían el interés en el arte. Wanda a sus 26 años había quedado sola, pero sabía que podía contar con la amistad de Keisy, a su extraña manera, donde podía confiar en ella pero no abrir totalmente su corazón. Keisy tenía 27 años, era una genio, atenta y hermosa. Le había regalado a Wanda su primer auto creado enteramente por ella. El diseño y la tecnología, cada detalle había estado en manos de Keisy, además para demostrarle su valía a todos en Ligh, quienes constantemente la subestimaban. Pensar en Keisy le hizo sentir menos sola, pues Ligh había llevado a ambas a luchar para demostrar cada día que podían superarse en ese mundo llevado por hombres. Ligh había avanzado mucho, pero corría el año 2.433, y la mentalidad de muchos se había quedado en décadas bastante atrasadas. Se seguía luchando con la idea de que una mujer podía ser tan lista, astuta y llevar una empresa como cualquier otra persona, pero la ligera risa que soltaban los demás en una sala cuando se hacía mención de ello generaba frustración. Wanda sabía que Brandon confiaba en ella, pero tendía a probarla constantemente. Cubrir los gastos después del accidente de su padre, el dinero que su madre había tomado antes de irse, y los pagos para los trabajadores, habían puesto en tres y dos a Wanda, pues de los 8 inversionistas, a duras penas Brandon y otros 3 tipos más, que de vez en cuando lanzaban miradas lascivas a las trabajadoras cuando había alguna reunión, seguían en Walsh Production con la intención de ver a Wanda caer o regocijarse en caso de que el negocio siguiera prosperando y asegurar a las revistas que era gracias a ellos. Tyler había sido el creador de la empresa, con suficiente dinero para rodar 5 películas en un año, pero este año de Wanda se había vuelto difícil, y Yon Sue se había arriesgado con su propuesta en “Posición 3”. El auto entró suavemente por la rampa, bajando hacia el estacionamiento iluminado con grandes bombillos led blancos que podían lastimar un poco los ojos si no se estaba acostumbrado al brillo. Un nuevo mensaje apareció en sus notificaciones: “¿Llegaste? Sube.” Brandon Williams. “Voy”. Contestó Wanda. “No te cuesta ser un poco amable hoy conmigo, nadie la está pasando bien”. Agregó en un segundo mensaje. No recibió respuesta, pero sabía que aquel mensaje se leía a rebeldía adolescente. Contestar a cada mal trato que recibía era una habilidad innata de Wanda, que a muchos les sorprendía. Era una mujer hermosa, alta, con cabello cobrizo y ojos marrones hechizantes, pero su manera de ser resaltaba por encima de todo. No acostumbraba a callar, y a muchos les chocaba que dentro de su actitud imperturbable, resultara ser toda una provocadora. En sus gestos había lujuria, coquetería y habilidad para responder cada ataque contra ella cuando lo consideraba necesario. No les cedía su silencio, pero sabía perfectamente cuando emplearlo. Subió en el ascensor con un movimiento casi imperceptible hasta el último piso. Su día aburrido había empezado, pues vio a Yon Sue con sus pequeños ojos negros devorando la ciudad, su modo pretencioso no le era una novedad a Wanda, pero Brandon no lograba adaptarse a las excentricidades del director. Brandon abrió la boca para hacerle algún reclamo a Wanda, pero ella pasó de él y fue más rápida. ─ ¿Duermes aquí o qué? ─ Inquirió. Lo cual obligó a Brandon a cerrar la boca con molestia. Wanda dejó su bolso sobre el escritorio de cristal, sacó su teléfono y releyó la noticia sin mucho detalle, pues con sólo leerla una vez, sintió que ya se había aprendido de memoria cada palabra. ─ ¿Qué haremos? ─ Preguntó Wanda mirando a Yon Sue. ─ Salir adelante, querida Wanda. ─ Aseguró el hombre, movió sus dedos con anillos plateados, y pulseras de metal. ─ Es obvio, te lo había dicho desde el principio, esas pequeñas mujercillas aberrantes con sus voces de p**o estaban detrás de mi dinero y de paso se dieron cuenta que también obtendrían el tuyo. Daré una rueda de prensa por “Posición 3”, lamentando que la visión de mi película se viera obstruida por los terribles comentarios de personas en contra del arte y codiciosos por el dinero, ¡asunto resuelto, Yon Sue vuelve al ataque con una muy buena película dentro de unos dos o tres años! ─ Señaló a Wanda, las pulseras tintinearon. ─ Allí entras tú, querida, haré mención de Walsh Production para limpiar tu pintorezco nombre y evitar que Tyler se retuerza más en su tumba. Brandon miró escéptico a Yon Sue, estaba sentado delante de él en elegantes muebles de cuero n***o, con una mesilla de cristal separándolos, Wanda seguía de pie, su teléfono vibró, un nuevo mensaje. “Detesto las revistas de farándula, pero no pude evitar leer esa estúpida nota sobre ti y el viejo Sue. ¿Quieres que vaya a verte? ¡Te mostraré algo que puede animarte!”. Keisy Rell. El mensaje de su amiga la animó, sintiendo otra vez que la juventud no se le había sido arrebatada desde que había pasado las puertas de la oficina y miró en los ojos de Brandon el terrible malhumor que cargaba. “¡Por favor! Necesito tu presencia, la prensa es terrible conmigo.” Respondió Wanda. “Voy a tu apartamento en la noche, quiero estar lejos al menos durante tres horas de mi casa y mi padre”. Keisy Rell. “Nos vemos”. Respondió. Wanda volvió a mirar a Brandon. ─ Si esa rueda de prensa no es suficiente para nuestros inversores, ¡esto se viene abajo, niña! ─ Rugió Brandon. Wanda caminó devuelta a su escritorio, lo rodeó y el sonido de sus tacones hacia vibrar sus oídos. Pensó en silencio, una solución simple, algo que dejara de hacerla sentir inútil en los aposentos donde su padre había firmado contratos millonarios, conocido a grandes directores y guionistas. Quería sentir que por una vez hacía algo bien bajo su apellido, pero nada realmente surgía en su cerebro. Caminó hasta la silla negra giratoria, se sentó callada, y miró a ambos hombres. Yon Sue admiraba sus anillos, Brandon veía su teléfono y mandaba algunos mensajes con rapidez. ─ Da la rueda de prensa, Yon Sue, y espero que dejes en alto a la empresa que te hizo surgir. ─ Alentó Wanda. ─ Hablarás de lo importante que es para nosotros tratar con especial cuidado a nuestros actores, y que estás mujeres hicieron una bajeza con sus hijas, ¡pero que aquellas que muestren para qué era tan necesitado el dinero, se les dará en compensación por su honestidad! ─ ¿Jugaremos a los justicieros? ─ Soltó Brandon con burla. ─ Mejor: haremos de cuenta que nos importan los problemas de los más necesitados. ─ Wanda dijo aquello con altanería, pero sabía que realmente estaba siendo cruel para impresionar a los caballeros, no a sí misma. ─ Haremos una nueva película, no dentro de dos o tres años. Ahora. ─ ¿QUÉ? ─ Gritó Brandon despegando los ojos del teléfono. ─ Redacción creativa tiene una nueva tarea. ─ Dijo, tocó en su escritorio un botón, y por la puerta de cristal apareció una mujer de cabellos marrones, lentes, y una tableta como un cristal en sus manos. ─ Janeth, por favor, anota: “Redacción creativa debe enviar todo guion que consideren a la altura para hacer una nueva película. Se reunirán en equipos de tres o cinco, enviarán un solo guión, espero al menos 8 historias nuevas, innovadoras, con la posibilidad de ser rodadas a partir del próximo mes. Incluirán ya una lista con posibles actores, escenarios y una estimación de presupuesto. Tienen 2 semanas.” Janeth anotaba todo rápidamente, envió en ese instante la información al departamento correspondiente. ─ ¿Algo más? ─ Preguntó Janeth, con su voz calmada pues conocía bien la manera de trabajar de los Walsh, estaba con ellos desde que había empezado la empresa. ─ No, señorita, gracias. ─ Afirmó Wanda. Brandon se acercó al escritorio. ─ Nunca he subestimado tus decisiones, Wanda. ─ Farfulló Brandon, lo cual logró que Wanda levantara su ceja con dudas. ─ Pero no estamos en nuestros momentos de mayores glorias, y volver a rodar cuando tenemos problemas… Wanda levantó la mano haciéndolo callar, ese día no estaba dispuesta a escuchar cómo la subestimaban. Yon Sue no era su persona favorita en el mundo pero 3 de sus 5 películas habían sido grabadas bajo el sello de Walsh Productions, así como muchos otros directores. Wanda sabía que si grababa algún guion de un director primerizo, poco experto o con ínfulas de hacer cine experimental, desviaría la atención de ese estúpido escándalo a un nuevo talento en auge. Movería sus influencias, y el suceso sería olvidado, o al menos poco comentado. Ligh podía volverse despiadado con ella si no mantenía sus barreras altas, había flaqueado pero no se lo volvería a permitir.
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