De nuevo en sus brazos

"Enfrentarse al pasado no es difícil cuando tu futuro depende de ello"

Cuando llego a mi oficina Ana me ve asustada y debo estarlo acabo de ver a mi exesposo y no solo eso me acabo de enterar que va a trabajar conmigo, pero en qué cabeza cabe. Cuando te divorcias es con la intención de no verse nunca más en la vida y ahora lo tengo aquí.

- ¿Te sientes bien Valeria?, estas pálida.

Veo la foto de mis bebes en mi escritorio cuando tan solo eran unos recién nacidos y ahora son grandes, inteligentes, graciosos, entrometidos, ocurrente y pienso en lo que me dijo Darla "algún día preguntaran por su padre"... Y ahora lo tengo aquí, a unos pasos de mí.

- ¿Valeria me escuchas?

- Si, si Ana te escucho necesito estar sola.

- Está bien, te voy a dejar sola, llame a las oficinas del caso...

- Ahora no me hables de eso - me levanto de mi asiento y agarro mi carteras - Ana necesito salir si alguien pregunta por mi le dices que... No se te inventas algo.

- ¡Seguro!

- ¡Y nadie absolutamente nadie puede entrar a mi oficina! ¿Entendido?

- Si Valeria entendido, ¿seguro estas bien? - miro mi alrededor y necesito respirar - si adiós.

Con las mismas salgo de mi oficina directo a mi coche y empiezo a dar vueltas por la ciudad, aclarar mis ideas y mis sentimientos; tengo que ser sincera conmigo misma. Cuando vi a Thoma sentí que el corazón se me iba salir latía tan rápido que cualquiera lo podría escuchar a millas, mis manos empezaron a sudar, las piernas parecían dos gelatinas a punto de derretirse y cuando sus ojos cruzo con los míos fue mi muerte, se sentía igual como cuando me enamore de él. Me solía mirar y todo a mi alrededor desaparecía, sus ojos eran mi vida, su cuerpo mi refugio, besarlo y perderme en él era como estar en el paraíso hasta que le dije que íbamos hacer padres, nos casamos y todo se volvió un infierno.

Me divorcie de él porque era lo mejor para los dos, él ya no quería estar conmigo peleábamos a cada momento que estábamos juntos, aquello que nos unía ya no existía, lo último que nos dijimos fue la gota que derramo el vaso, ahí supe que ya no podíamos estar junto el me odiaba y yo empecé hacerlo ese mismo día, por eso cuando me enteré de que eran dos niños no se lo dije, de hecho, creo que ni siquiera sabe que existen.

Se preguntarán ¿cómo es posible si mi embarazo fue la razón de mi boda?, es complicado.

Thomas Godoy es ahora el abogado más joven exitoso que existe, es arrogante, prepotente, ambicioso, mujeriego y poderoso, pertenece a la familia de abogados más nombrados del país, su fama los persigue, su padre es juez del juzgado; me he tropezado con él unas cuantas veces en el juzgado, gracias a Dios nunca me ha tocado estar en su estrado porque seguro pierdo con lo que me odia; y otras veces cuando se rebaja hablarme digamos que no es una conversación amigable.

Su madre es abogada quiso ser jueza, pero su amado esposo no le gustaba la idea así que lo olvido creo que por eso es una técnica bruja, amargada y obstinada que también me odia, esta su hermana Teresa es la típica niña rica que cree que el mundo gira a su alrededor egoísta, malcriada, odiosa e insoportable también es abogada, pero su ego es más grande que su belleza y si no fuera por su apellido no creó que alguien la soporte. No les mentiré es buena en su trabajo, pero le iría mejor si no fuera tan mimada y por último esta su abuela Tomaza, por eso es su nombre, ella es la única en esa familia que no es tan mala, siempre estuvo pendiente de mi cuando estuve en su casa y apoyaba a su nieto en todo, es la única que no estaba irritada por nuestra boda.

Recuerdo ese día se supone que debe ser el más feliz de toda tú vida, pero el mío no fue así, mis padres estaban algo feliz y triste al mismo tiempo, su niña se casaba, pero no estaban seguro si era la decisión correcta, mi suegra lo único que hizo fue llorar y rezar para que esa boda no se llevara a cabo además de hacerme sentir menos y que todos se enteraran que me casaba porque estaba embarazada, mi suegro se la paso con una botella en la mano junto a Thomas y su familiares diciendo que todo esto era una mala idea que Thomas arruino su vida y muchas cosas más que no quiero ni recordar, Teresa con su grupo de amigas incluyendo a la exnovia de Thomas burlándose de mí, que esto no iba durar y que no era parte de su mundo, su abuela era la única que estaba a mi lado apoyándome diciéndome lo difícil que iba ser vivir en su casa, cambiar mis metas por ser madre, sabia lo asustada que estaba.

Lo peor no era todo eso, lo peor fue que mi esposo el hombre que decía amarme ni siquiera paso la noche de boda conmigo porque irse con sus amigos era más importante.

Uno pasa la noche con su marido no con su mejor amiga y su novio riéndose de todos en la boda, pero hizo que mi noche no fuera tan mala, cuando amaneció y se fueron caí en cuenta que tal vez mi padre tenía razón y esto había sido una mala idea, pero soy terca y no me gusta rendirme así que le di una oportunidad a lo nuestro, pero todo fue de mal en peor hasta que deje de intentarlo y le di lo que quería: libertad.

Ahora viene arruinar mi paz, quise dejar el pasado atrás y ahora viene como si nada ¿cómo enfrento esto? y no por mí sino por dos hermosos seres que tengo en casa, ¿cómo les digo que su padre está de vuelta? Y no se ni siquiera si sabe que ellos existen, sé que sus padres si lo saben pero son tan desgraciados que tal vez ni se lo dijeron y tampoco es que le importe; él mismo lo dijo. Estoy hecha un caos de emociones.

Cuando llego a casa veo las cosas de mis hijos en una esquina y empiezo a recogerlas más que todo las de Mía siempre deja todo tirado y por más que le digo que tiene que ser ordena menos me escucha a diferencia de Edwin que se extralimita de lo ordenado que es.

Mientras hago mi deber de madre pienso ¿Como les voy a decir que su padre está aquí?, ellos no me han preguntado por él y pensé que el día que me tocara hablar con ellos no era tan pronto, sé que tienen sus dudas, son pequeños, pero inteligente; veo como miran a otros niños con su padre y no hacen preguntas, no sé qué les diré cuando ese momento llegue, pero si sé que trabajamos juntos y si sabe que ellos existen, tal vez viene con malas intenciones; y si no lo sabe no creo poder ocultárselo por mucho tiempo, todos en la oficina saben que tengo dos hijos y que son mi vida y de mi exesposo.

¿En qué momento se me complico la vida?