Seis meses después, Elvis y Rose salieron corriendo de la escuela St. Augustine con los mejores resultados riendo y abrazándose -de hecho valió la pena el esfuerzo- dijo Elvis.
Rose suspiró feliz -Lo logramos-. Estaban tan felices y entusiasmados con sus resultados y Rose no podía esperar para contárselo a su madre cuando tomó su teléfono de inmediato y marcó su número, gritando - mamá, lo hice con los mejores resultados- inmediatamente la llamada se conectó.
-Sabía que lo harías- dijo Elizabeth con clara felicidad en su voz. -Entonces, ¿cuándo vuelves a casa?- Preguntó por su momento de su felicidad.
-Mamá, ¿estás llorando?-
-No querida- sollozó -estoy feliz. Realmente desearía que tu papá estuviera aquí para verte -
Rose sintió el dolor en su corazón -Yo también lo deseo, mamá-
-Lo sé, pero no te preocupes, me tienes aquí y siempre lo haremos sentir orgulloso-
-Sí, mamá- sonrió.
-Entonces, ¿cuándo vas a volver a casa?-
-Todavía no lo sé- se mordió el labio inferior -en realidad, estoy pensando en instalarme aquí- miró a Elvis, eran sus arreglos y esperan trabajar en Nueva York.
-¿Pero por qué?- Preguntó Elizabeth, estaba un poco decepcionada y era claro en su voz. Ella siempre ha querido que su hija estuviera cerca de ella para poder vigilarla.
-¿Podemos hablar de esto, mamá?- Preguntó Rose, sintiendo su decepción. -Realmente tengo que irme ahora-
Elizabeth suspiró -bien, entonces llámame cuando estés libre-
-Seguro mamá, te quiero-
Elizabeth se rió entre dientes a pesar de su enojo -Yo también te amo cariño-
Rose sonrió y cuando la llamada se cortó, se volvió hacia Elvis y él le guiñó un ojo justo cuando Jude se les acercaba.
-¿Están listos para divertirse un poco esta noche, tal vez para ir a un club o beber hasta el estupor?- Jude preguntó con un guiño.
Elvis se rió entre dientes y Rose respondió: -Seguro, estoy dentro-
-Nos lo merecemos, no es fácil graduarse en esta escuela- agregó Jude y todos se rieron y salieron de la escuela.
***
En el bar y restaurante de la ciudad natal, Elvis y Jude se sentaron con bebidas en las manos mientras esperaban pacientemente la llegada de Rose. -¿Así que has decidido casarte con ella una vez que consigas el trabajo en el hospital Louis?- Preguntó Jude, llevándose el vaso a los labios.
Elvis se mordió el labio inferior y asintió con la cabeza -sí, hombre, he estado soñando con eso-
Jude se rió entre dientes y le dio un puñetazo -amigo, estoy feliz por ti. Esa es una gran decisión, hombre. ¿Sabes qué? Brindemos por eso - levantó su vaso y Elvis extendió la mano para golpearlo con el suyo.
-¿Brindis por qué?- Preguntó una voz cantarina y se congelaron, mientras Jude sonreía torpemente, Elvis se atragantó con su bebida.
-Brindis por el amor- respondió aun tosiendo, cuando finalmente se controló, se aclaró la garganta y se puso de pie para tomar sus manos. -Te quiero mucho cariño y enhorabuena por hacer nuestro curso profesional, esta vez vamos a hacerlo grande- le guiñó un ojo.
Rose sonrió y se sentó justo cuando Elvis volvía a sentarse -¿es así?- Ella miró a Jude.
-Por supuesto- respondió.
-Está bien, entonces, ¿dónde está tu propio ser querido?- Ella arqueó una ceja -¿No lo logró?- cuando Jude suspiró, agregó: -Te dije que no te amaba, se supone que se regocijará contigo hoy, pero ¿dónde está?-
Jude se encogió de hombros -Creo que todavía está en camino, me prometió que estaría aquí-
Rose suspiró -por tu bien Jude, espero que sea sincera, te mereces algo mejor y siempre diré eso-
Jude sonrió genuinamente -Sé que te preocupas por mí- sonrió cuando Rose puso los ojos en blanco.
El tono de llamada del teléfono de Elvis interrumpió el momento –perdón- dijo, besando a Rose en las mejillas mientras se levantaba. Salió del club para poder apagar el ruido y respondió a la llamada -¿hola?-
-¿Este es Elvis Richardson?- Preguntó una voz.
-Sí y ¿quién eres tú?- Preguntó Elvis con cautela.
-Soy Amanda, la directora del hospital Louis. ¿Creí que nos envió su solicitud el mes pasado?-
Elvis podía sentir su corazón latiendo muy fuerte en su pecho -sí, sí lo hice, señora- su voz cambió a profesional de inmediato.
-Bien, llamé para informarle que tiene una entrevista con nosotros este jueves a las diez de la mañana, asegúrese de asistir-
-Sí señora, estaré allí, gracias-. Cuando se cortó la llamada, Elvis miró al cielo, sintió ganas de saltar y gritar al mismo tiempo, no podía creer esto, no esperaba que lo llamaran tan pronto pero lo hicieron. En este momento, todo lo que le queda es que apruebe la entrevista y finalmente pueda conseguir el trabajo de sus sueños. Gush, ¿qué tan feliz es? Con una gran sonrisa en su rostro, regresó al club y besó a Rose en los labios esta vez.
-Está bien, ¿qué acaba de pasar?- Preguntó cuándo la dejó ir.
-Simplemente una gran noticia- respondió, tomando asiento y terminando su bebida de una vez. Estaba tan feliz y tenía muchas ganas de que llegara el jueves.
***
El jueves finalmente llegó y Elvis no podía sentarse en un lugar mientras caminaba por la sala de espera en el hospital Louis. Las puertas frente a él finalmente se abrieron y un hombre de cabello n***o con ojos negros inteligentes se paró y lo miró fijamente -Sr. ¿Richardson?- preguntó.
-Sí, lo soy- respondió Elvis.
-Soy John Kimberly y soy el oficial de relaciones públicas. ¿Creo que estás aquí para la entrevista?-
-Eso es muy correcto señor-
-Sígueme- John se volvió y regresó a la habitación. Elvis exhaló un profundo suspiro antes de seguirlo al interior. Vio a John sentado en medio de tres hombres bien vestidos. Dejó escapar un profundo suspiro por la boca, un poco nervioso pero también seguro de sí mismo.
-¿Entonces vas a ser médico de cirugía interna?- Preguntó un hombre del lado derecho de John.
-Sí, señor- respondió Elvis.
-¿Porque deberíamos contratarte?- Preguntó otro hombre.
-Su empresa tiene la reputación de ser líder en el mercado. Lo sé, y eso es lo que también dice el último número de Forbes. Escuché que su empresa ofrece grandes beneficios: médicos y dentales completos, licencia de paternidad pagada y muchas bonificaciones. Seré honesto, esa es una gran motivación. Pero eso no es todo. ¡Hay tantos especialistas de renombre trabajando para usted! Me encantaría estar rodeado de gente de la que pueda aprender - respondió, mirando de un hombre a otro. -Entonces, buscas a los mejores candidatos para pasantías. Ahora, dado que define el éxito como donde se encuentran la voluntad de aprender y la habilidad para tomar decisiones impactantes, le aseguro que encajo de lleno en la definición. Mi alto GPA da testimonio de mi dedicación al aprendizaje, y el éxito en la vida real de los proyectos de mis estudiantes demuestra mis habilidades e impacto. Me encantaría aprovechar esta oportunidad de pasantía para crecer entre expertos como ustedes y contribuir en todo lo que pueda para ayudar a la empresa a encontrar soluciones óptimas a las necesidades actuales de las personas-
-Lo hizo tan bien al analizar la empresa que tenemos ante nosotros, será nuestro interés ver qué puede ofrecer a esta empresa en el futuro más cercano, veamos sus credenciales- solicitó el tercer hombre.
Elvis se lo entregó y lo revisaron y el hombre del medio le dijo a Elvis: -Sr. Elvis, nos complace trabajar contigo-. Se puso de pie y lo sacudió como lo hacían los demás.
Elvis no podía creer que consiguiera el trabajo, sabía que tenía lo que se necesita, pero aun así fue una sorpresa para él y después de hablar un poco más sobre temas médicos, salió del hospital con una fecha en mente sobre cuándo comenzaría su pasantía. Mientras volvía a casa con alegría.
***
Al llegar a casa, Elvis primero llamó a Rose para contarle las buenas noticias y ella estaba tan feliz por él -¿cuándo empiezas?- preguntó ella.
-Lunes, precisamente- respondió y se mordió el labio -um... Rose, ¿puedo verte este fin de semana por favor?-
Rose aceptó sin un momento de vacilación y colgaron la llamada. Elvis llamó a su familia para contarles sobre el nuevo trabajo y recibió una cordial felicitación de parte de ellos. Una sonrisa jugó en sus labios durante todo el tiempo que duró la llamada.
En el centro comercial YOU AND YO, Elvis se quedó en el pasillo esperando a Jude y también pensando en cómo involucrar a Rose y si ella aceptaría. Perdido en sus pensamientos, no supo cuando Jude se paró a su lado. -Oye hombre, ¿qué estás pensando parado aquí?-
Elvis saltó y lo miró y luego negó con la cabeza -nada amigo, solo...- suspiró y lo miró de nuevo -me hiciste esperar, ¿qué pasó?-
-Lo siento, el hombre se retrasó con algunos problemas- respondió.
Elvis se encogió de hombros y se fueron de la tienda de joyerías. Al llegar allí, quedaron asombrados por las hermosas piezas y les resultó difícil hacer una selección. Jude decidió pedir ayuda y se acercó a una hermosa mujer que estaba teniendo su propia mirada, -hola- ella lo miró y él sonrió -¿puedes ayudarme a elegir un anillo?-
Le sonrió, metiendo su cabello rojo detrás de su oído, asintió con la cabeza -seguro, ¿qué tipo de anillo?-
Elvis se les acercó entonces y respondió: -compromiso-
-Wow- la dama se rió entre dientes -qué dama más afortunada- sonrió al ver el rubor en las mejillas de Elvis -seguro, sigamos con esto-
Caminaron encontrando tantos anillos hermosos y finalmente, se decidieron por un anillo de plata hecho con Cristales. -Tengo la sensación de que a Rose le gustaría esto- dijo Elvis, sonriendo. Sabía que Rose es una amante del cristal y las joyas de plata y sabía que era la elección correcta. John quería pronunciar una palabra, pero después de escuchar a Elvis, se quedó sin habla. Al final, apreciaron a la dama y se fueron.
***
El domingo por la mañana, Elvis se despertó para preparar el desayuno para Rose. Fue una noche maravillosa y sabía que no la olvidaría a toda prisa. Hizo sándwich y patatas fritas junto con una taza de café. Rose todavía estaba dormida cuando sintió un beso en la frente y un suave murmullo de -buenos días Ángel- Bostezó, se estiró y luego abrió los ojos para ver al hombre de sus sueños apoyado en ella. Ella sonrió y él le dio un casto beso en los labios -Te preparé el desayuno-
Ella sonrió y se sentó -Wow, gracias cariño- luego lo miró -pero sabes que no tenías que hacerlo-
-¿Por qué no debería hacerlo por la mujer de mis sueños?-
Rose se rió entre dientes –gracias-. Mientras comía, notó una incomodidad en su cabello y extendió la mano para tocarlo. Para su asombro, era un delgado anillo de compromiso de plata, saltó de la cama y corrió a la sala de estar en busca de Elvis. Vio palabras escritas con rosas rojas en el suelo y decía: -¿Quieres casarte conmigo?-
El corazón le latía con fuerza en el pecho y sentía que si no se cuidaba, se desmayaría de emoción y conmoción. Corrió a la cocina y volvió a ver palabras escritas con rosas en el armario de la cocina: -¿Y serás la madre de mis hijos por nacer?- Corrió de nuevo al balcón para encontrar un auto estacionado con una nota en negrita escrita: -Te trataré como la reina que eres para siempre-
No estoy segura de poder soportarlo más, gritó; -Elvis lo haré- con lágrimas rodando por sus mejillas. -Por favor, sal ahora, me casaré contigo-. Elvis ahora salió de donde estaba escondido con una cara sonriente y ella saltó sobre él y lo besó apasionadamente y dijo de nuevo: -Me casaré contigo, cariño-. Se dieron un beso largo y volvieron a la cama.
El lunes por la mañana, Elvis se preparó para el trabajo mientras Rose preparaba el desayuno para ellos. Entró y parecía preocupada y perturbada. Elvis vio su estado de ánimo y preguntó: -¿Qué es?-
-Acabo de recibir una llamada, mi entrevista de esta mañana había sido rechazada-
Elvis suspiró, se acercó a ella y la abrazó -no te preocupes, encontrarás otro y cuando me instale en el hospital, intentaré buscarte un espacio-
Rose sonrió y lo besó en los labios, luego le arregló el cuello -Sé que lo harías-
-Haré cualquier cosa, siempre y cuando te haga feliz-
-Lo sé- se puso de puntillas y lo besó de nuevo -que tengas un buen día hoy-
-Lo haré, y tú también. No olvides que iríamos a Chicago para conocer a nuestros padres-
-Lo sé, es este fin de semana, ¿verdad?- Él asintió y ella sonrió: -Me prepararé para ello-. Elvis la besó y ambos salieron de la habitación hacia el comedor donde ella había dejado el desayuno.
***
Elvis y Rose se pararon frente a la mansión de su familia el sábado por la mañana, Rose se sorprendió, sabía que Elvis venía de una casa adinerada, pero el tipo de riqueza que estaba viendo -tu papá es rico- terminó diciendo.
Elvis simplemente sonrió y guiñó un ojo -sí, lo es, pero yo voy a ser más grande que él-
Rose lo miró con una sonrisa, preguntándose cuánto tiempo le tomará crecer más grande que su padre. Se habían estacionado al lado de un Porsche y Rose quedó impresionada por eso. Entraron en la casa y Thomas y Érica Richardson los recibieron en la sala de estar.
-Bienvenido a casa, hijo- dijo Thomas mientras Érica abrazaba a su hijo y lo besaba en la frente, lo había extrañado mucho.
-Oh cielos, cuánto te he echado de menos- se rió entre dientes.
-Te extrañé, mamá- dijo Elvis, era la primera vez que estaba fuera de casa por tanto tiempo, miró a la suya y luego a su madre antes de volverse hacia Rose y tomar su mano, la acercó más y se volvió hacia sus padres -Papá, mamá, quiero que conozcas a mi prometida, Rose Williams. Rose, conoce a mis padres-
Rose sonrió tímidamente -un placer conocerlo señor, señora-
Érica le sonrió y Thomas estiró la mano y la estrechó -Encantado de conocerte, querida-
Erica la abrazó y le susurró al oído -eres una damisela tan hermosa- a lo que Rose respondió con una sonrisa tímida y un sonrojo. Los Richardson la aceptaron y le dieron la bienvenida a su familia con una agradable cena. Durante la cena, Elvis les había dicho a sus padres que se irían al día siguiente a la casa de Rose para ver a su madre. Querían que se quedaran un poco más, pero Elvis les había explicado que iría a trabajar el martes, por lo que querían aprovechar este fin de semana para reunirse con todos y regresar a Nueva York el lunes. Thomas y Erica se miraron y sonrieron, recordando cuando estaban en su escenario. A pesar de la riqueza de su familia, habían insistido en hacerse un nombre y lo hicieron. Cuando ahora heredaron el negocio de su familia, habían subido a multimillonarios bien conocidos.
A medida que avanzaba la cena, hablaron sobre muchas cosas e igualmente bendijeron a la próxima pareja. Y el domingo por la mañana, Rose y Elvis se fueron a ver a su madre.
Elizabeth estaba regando su jardín cuando escuchó la voz de su hija gritando -mamá, mamá, ¿dónde estás?-. Corrió hacia la puerta principal inmediatamente. Al verla, Rose se apresuró a abrazarla -mamá, te he extrañado-
-Yo también te he extrañado- dijo Elizabeth con alegría. Después de sus más sinceros saludos, miró al hombre con ella y preguntó: -¿Quién es este?- preguntó ella, sin dejar de mirar a Elvis.
Rose sonrió y le ofreció la mano a Elvis que él tomó y ella lo acercó más -Mamá, este es Elvis, mi prometido-
Los ojos de Elizabeth se abrieron con sorpresa y miró de su hija a Elvis y luego a su hija de nuevo -¿del que me hablaste por teléfono?- Rose asintió con entusiasmo y Elizabeth miró a Elvis con una sonrisa -es un placer conocerte finalmente-
-Gracias, señora- respondió Elvis con una sonrisa.
-Por favor entra- Se ofreció, abriendo la puerta y entrando primero, luego se volvió hacia Elvis, -siéntete como en casa, de nada. ¿Cómo estás?
-¿Estoy bien y usted?-
Elizabeth se rió entre dientes -Estoy genial ahora que he visto a mi hija-
-Mamá- se rió Rose.
-Por favor, póngase cómodo y ¿qué puedo ofrecerle?- preguntó Elizabeth.
-El agua estará bien, señora- respondió.
Elizabeth sonrió -Bájate entonces, pero por favor, llámame Elizabeth- se fue para traerle el agua. Cuando regresó, conversaron y a partir de ahí, conoció a los padres de Elvis y lo aceptó de todo corazón, también porque quiere que su hija se case en una casa rica a diferencia de ella que se casó solo por amor como siempre dice.
Después de su larga charla, se disculpó para preparar la cena, mientras Rose llevaba a Elvis al estudio de sus padres para mostrarle sus fotos. También le dijo lo mucho que amaba y lo que extrañaba a su padre. Después de eso, mostró su habitación para cambiarse y descansar, luego se fue para reunirse con su mamá en la cocina.
-Vaya, es un joven rico y guapo, Rose- dijo Elizabeth cuando la vio.
-Lo sé mamá, nunca supe que él era rico hasta que llegué a su casa, a diferencia de Richard, que está tan lleno de sí mismo- puso los ojos en blanco.
-¿Quién es Richard?- Preguntó Elizabeth.
-No importa, no hay historia que contar-