De fiesta

1457 Words
Había un grupo considerable de jóvenes en casa de Ingrid; todos compañeros de escuela o del trabajo de ella. Conversaciones, juegos, risas y alcohol. Todos estaban disfrutando de la velada. Pronto comenzó una actividad, en la que varios de los asistentes deseaban buenos deseos a la pareja próxima a casarse. -¡Axel! ¡Mi amigo! ¡Tanto que hemos vivido! ¡Prometí que no iba a llorar! –Los presentes comenzaron a reír con las palabras de Jacob. –¡Me alegra que al fin, Ingrid y tú estén juntos! ¡Y en definitiva, ahora será para siempre! ¡Brindemos! –Todos levantaron sus vasos, gritaron salud, para tomar de la bebida que tenían. -Ingrid, siempre fuiste mi amiga, esa hermana que nunca tuve. Sabes que siempre he deseado que sólo buenas cosas te sucedan –Abril dirigió su mirada a Axel. –Y aunque te tardaste, haz demostrado ser alguien bueno para ella. ¡Felicidades! ¡Salud! – -¡Buenas noches a todos! –Ian, el chico de la sonrisa perfectamente amable, tomó el turno para hablar. –Quiero brindar por Ingrid y Axel - levantó la copa, y todos lo siguieron. -Qué este inicio turbulento, sea el augurio de una vida llena de felicidad – todos gritaron salud y bebieron. –Ahora, quiero aprovechar esta reunión, para hacer algo que debí hacer ya hace un tiempo atrás. Abril… - la llamó, extendiendo su mano en su dirección. Ella lo vio con extrañeza, pero tomó su mano. -¿Quieres ser mi novia? –En medio de todos preguntó Ian. Ella abrió los ojos y la boca, estaba sorprendida, se giró a ver en varias direcciones, dándose cuenta que todos los miraban y esperaban su respuesta. La realidad era que estaba incómoda y se sentía sumamente comprometida. -Sí - no tuvo el corazón de rechazarlo en público. Él la abrazó, para plantarle un beso en medio de todos, que aplaudieron y gritaron con emoción. Algunas personas se acercaron a felicitar a la nueva pareja, y en medio de todas esas personas, Abril se congeló. Seth estaba a unos cuantos metros de ella, sonriéndole de lado. Sí, había visto toda la escena. Movió su mano en el aire, en forma de saludo, para terminar metiendo ambas manos en los bolsillos de su pantalón, se giró y se salió de la fiesta. ¿Qué clase de reencuentro era ese? ¿Se estaban burlando de ellos? Seth y Jorge, habían llegado justo en el momento que Abril había terminado su discurso, siendo testigos de toda la declaración de Ian. Jorge salió junto a Seth, y Jacob lo alcanzó corriendo. -Vamos a un bar. No ha sido una buena noche y necesito liberar mi cabeza –Seth les pidió con la voz quebrándose. -¡Vamos! –Fue Jorge quien respondió, pero ambos lo acompañarían. Mientras tanto, la fiesta continuaba. Abril e Ian, aún estaban recibiendo abrazos y felicitaciones, cuando Axel se acercó. –Abril, ¿podemos hablar? -Le pidió, con cierta molestia en la voz. -¡Por supuesto! Ahora vuelo – le dijo a Ian. Se dirigieron a la sala, donde no había nadie. -A mí no me engañas Abril, ¿por qué aceptaste ser la novia de ese tipo? –No disimuló el disgusto. -Ahora resulta que tú serás el terapeuta –Abril le dijo con sarcasmo, intentando escapar de la situación. -No te vendría mal uno – respondió con poca paciencia. -¡Vamos Axel! ¡Déjate de pendejadas! ¿Qué es lo que quieres? –Estaba molesta. Sabía que ese sentimiento de rabia era contra ella misma, por haber aceptado ser la novia de Ian frente a todos, sin quererlo en realidad. Se había metido en un problema innecesario, que esperaba poder resolver más adelante. Pero el que Seth estuviera ahí, fue una jugada magistral del destino; si bien, ya veía su situación en la línea de lo imposible, eso sólo se lo confirmaba. Lo que menos necesitaba en ese momento, era lidiar contra otra prueba de la relación inalcanzable. Axel entrecerró los ojos, era la primera vez que la veía molesta. De cualquier forma no se contuvo. -Si te esmeraras en arreglar tu vida, como lo haces con las personas a tu alrededor, hace mucho tiempo Seth y tú estarían juntos. - Abril no esperaba esas palabras, le bajaron la guardia totalmente, haciéndola suspirar con pesadez. -Ahora veo sus similitudes, ambos tienen esa tendencia de querer arreglar la vida de los demás por sobre la de ustedes mismos - el guitarrista remató. Una lágrima se deslizó por la mejilla de Abril. -¿Está todo bien por aquí? –Entró Ian tal vez en el preciso momento, uniéndose a la conversación. Abril limpió su rostro disimuladamente, tomó a Ian de la mano, para salir de la casa sin hablar una palabra más. Jacob le envió un mensaje a Axel, que estaban en el F Bar, consolando una vez más a Seth por el “mal de amores.” Axel se rio, había actitudes en Seth que nunca cambiarían. No tardó en abandonar la fiesta, siendo la misma Ingrid quien lo llevara al F Bar. -No sé qué demonios me pasa, de verdad que ya había desistido tener algo con Abril –Seth le dio un trago a su cerveza. –Eso me pasó por haber reanimado un poco mi esperanza. – -Yo sabía que estaban saliendo hace tiempo -Jorge le dio un codazo a Jacob, pues el comentario parecía no ayudar. Jacob se giró a ver a Jorge. –¿Qué? ¡Creí que no iban en serio! Abril nunca mostró genuino interés en Ian – los tres chicos tomaron de su cerveza. Justo en ese momento, Axel llegó a la mesa, llevado por el dueño del bar, quien lo conocía desde siempre. -¡No es cierto! –Dijo con evidente sorpresa. -¡Suban por favor a tocar! –Los cuatro chicos lo vieron con una mezcla de impresión y emoción. -¡No jodas Seymour! ¡Ya estoy ebrio! –Respondió Seth, y no mentía. Provocó que los otros chicos se rieran. -¡Por favor! ¡¿Hace cuanto no venían por aquí?! ¡Las bebidas van por mi cuenta si suben a tocar dos canciones! –Se apresuró a proponer. Seth comenzó a considerarlo, habían pedido ya varias cervezas y con esa oferta, podría pedir una botella de tequila. No porque no tuviera dinero para pagar, sino porque él no despreciaba algo que podría ser gratis. -¡Hagámoslo! –Axel se animó, y fue lo que necesitaban para que los cuatro chicos fueran hacia el escenario. Mientras esperaban a que la banda que estaba tocando terminara la canción, se pusieron de acuerdo de qué deberían tocar. Los integrantes de la otra banda, con gusto les prestaron los instrumentos y los usaron como descanso. -¡Hace algunos años estos chicos tocaban aquí! No me voy a poner melodramático. Con ustedes: ¡La Banda Omega! –Algunos no sabían quiénes eran, otros sí; aun así, escucharon una ovación. Tocaron dos canciones, las en sus días fueron las primeras en tocar juntos, y que se sabían a la perfección. Aunque a decir verdad, en algún punto de sus vidas se sintieron identificados con las letras de ambas: primero, tocaron Boulevard of Broken Dreams de Green Day; y cerraron con Dream it Possible de Delacey. La euforia corría libremente por sus cuerpos, la sensación de libertad los hizo perderse, estaban conectados de nuevo. Deseaban que las canciones no hubieran durado tan poco, ansiaban seguir tocando, pero no era su tiempo aún. Bajaron del escenario renovados. -¡Hay que juntaron para tocar! –Jorge sin perder tiempo, propuso. -¡Dile eso al Señor Fama! –Axel apuntó a Seth y comenzó a reír, entonces todos lo tomaron como una broma, siguiéndolo con las carcajadas. -Mañana iré a una entrevista al canal Música para todos – dijo un poco más serio Seth. –Hablaré con Frank y saldré de viaje a Ciudad Lambda, aún tengo otras entrevistas que hacer – tomó de su cerveza para poder calmar su tristeza; porque le quedaba al menos un año, para terminar el contrato que había firmado. Todos guardaron silencio. -Te estaremos esperando –Axel puso una mano sobre el hombro de Seth – al menos yo. – -En dos meses tengo que viajar con él –Jorge se rascó la cabeza, apenado, porque había recordado los compromisos. -Pero estaremos en contacto, ¿cierto? –Había esperanza en la voz de Seth. -¡Por supuesto! –Respondieron los otros casi al unísono. Siguieron conversando, poniéndose al día, contando anécdotas. Entonces, al menos por ese momento, Seth pudo olvidar el tema de Abril.
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