Seth, llegó puntual al día siguiente a las instalaciones del canal: Música para todos. El personal le dio la bienvenida, y le mostró dónde se llevaría a cabo la entrevista. Clay, el conductor, lo saludó rápidamente, avisándole que era cuestión de minutos para comenzar. Todos tomaron su lugar e iniciaron la transmisión.
-¡Amigas y amigos! ¡Esta tarde tengo un súper invitado! Debo decirles que es un talentoso y gran músico, canta-autor, que ya tiene años recorriendo los escenarios a nivel mundial, y por obvias razones es muy popular. Debo admitir frente a ustedes, que me siento sumamente emocionado y realmente confundido, el que haya aceptado realizar este en vivo conmigo, aquí, en este humilde canal: Música para todos. Pero esa pregunta la haré en unos momentos más. Sin más preámbulos, démosle la bienvenida a Seth Lomelí – en ese momento, la toma se abrió, dejando ver a Seth sonriendo. –¡Bienvenido! –Le volvió a decir.
-¡Muchas gracias, Clay! Pero tampoco te menosprecies –Seth reía divertido, estaba sentado frente a él, sumamente relajado.
-No, bueno, yo he entrevistado a muchos cantantes y grupos; pero solamente locales, aún no tenía la oportunidad de tener en mis micrófonos a alguien de tu talla –Clay le aclaró.
-En realidad debo agradecerte, me has traído a Ciudad Ni – el solista le confesó.
-¡Espera! ¿Sólo has venido para esta entrevista? –Le preguntó con asombro.
-En cuestiones de trabajo, sí, sólo he venido a tu entrevista – le ratificó con una sonrisa honesta.
El castaño se puso de pie, y pasó sus manos por sus cabellos en señal de emoción. –¡No lo puedo creer! Pero tienes que decirme, debo estar haciendo algo bien para que hayas venido hasta aquí – se volvió a sentar, con su expresión llena de asombro.
-Primero, me siento sumamente ofendido porque nunca nadie me había invitado a venir a Ciudad Ni, aún y cuando aquí crecí - lo interrumpió Clay.
-Perdón, perdón, debo tener mal la biografía, aquí dice que naciste en Ciudad Eta –Clay comenzó a hacer señas a su personal, que estaba en los alrededores del lugar.
-Y no está mal, nací en Ciudad Eta; pero mis padres se mudaron aquí cuando yo estudiaba la secundaria – aclaró Seth.
-Entonces, soy el único que hasta el momento te ha invitado a Ciudad Ni –Clay retomó lo que estaba diciendo.
-Así es, la verdad es que sigo a muchos músicos de esta ciudad, y para ser honesto tu programa es un referente para mi - le sonrió.
-Sé que hablo por muchos cuando digo que tu música es genial, y que me consideres como referencia, en verdad me sube el ego mi amigo –Clay se rio.
-La verdad es que eres alguien objetivo a la hora de hablar de música, y eso es lo que me gusta de tu programa – reconoció Seth.
-Hablemos entonces de tus inicios: Banda Omega, ¿correcto? –Preguntó Clay.
-Así es, una banda genial, músicos con mucho potencial y una relación muy vinculante – le respondió con total seguridad.
-¿Qué pasó entonces? –Clay lo animaba a que continuara.
-Pues el accidente automovilístico nos cambió a todos. A pesar de que la banda estaba en su máximo punto, en todos los sentidos, nos pegó duro las secuelas y el que Axel no pudiera continuar con la Banda, nos dejó en medio de un limbo; él era el eslabón que prácticamente nos unía a todos – no quiso revelar detalles de lo sucedido; sin embargo, no mentía con respecto a la posición que tenía Axel en el grupo.
-Bueno, eso te hizo saltar a ti a la individualidad, cuéntanos acerca de eso por favor – condujo la conversación Clay.
-Siempre estuve interesado en la música, y uno de mis sueños era tener una banda, en la cual estuve y fue muy popular en esos años; lo que me permitió conocer mucha gente, eso me abrió la oportunidad de comenzar abriendo conciertos como solista, y ya de ahí empezó toda esta locura de la fama – volvió a sonreírle, un poco nostálgico.
-No me gusta tocar temas personales, pero tengo un sin fin de chicas escribiendo vueltas locas – le mostró la pantalla, para que viera que no mentía. -Ya que hablas de conocer gente, cuéntanos de tu vida amorosa, tienes 25 años y sigues soltero –Seth tomó su bote de agua para tomar un poco, provocando un silencio. –¡Oh! ¡Vamos! No me dejes sin respuestas, que a la salida tu grupo de seguidoras me lanzará huevos –Seth comenzó a reír ante el comentario.
-¿Tienes una guitarra? –Le solicitó en forma de pregunta, recobrando la compostura seria.
-¡Por supuesto! –Clay le hizo señas a un chico, que trajo una guitarra acústica a la brevedad.
Seth, comenzó con arpegios mientras hablaba. –Los primeros años con Omega, tocábamos covers – continuaba tocando la guitarra. –Y, una chica apareció en mi vida - se dibujó una media sonrisa en su rostro – aún pienso ella con esta canción:
"El amor es un instante
No es algo constante
No se puede atrapar
Y yo me pregunto, si volverás a mi ventana.
Abre tu cuerpo no tengas miedo
Voy a robarme tu corazón
Voy a escaparme por tu cintura
Voy a robarme tu corazón." -
Dejó de cantar para continuar con el arpegio. –Es irónico, porque la que me robó el corazón fue ella – se hizo un silencio y Seth mantuvo su mirada en la guitarra. Pensando en que no podía alejar demasiado de sus pensamientos a Abril.
-Allí tienen su respuesta chicas –Clay retomó el control. –¿Qué planes hay para Seth? ¿Habrá disco nuevo? –Interrogó con interés.
-Estoy trabajando y puliendo algunas canciones que tengo por ahí, quizás muy pronto escuchen fechas concretas – le respondió tranquilamente.
-¡Estaremos atentos! Muchas gracias por esta entrevista Seth, no sabes lo que esto significó para mí – la emoción se permeaba por sus palabras.
-¡Muchas gracias a ti por invitarme! –Seth le dijo sinceramente. Tenía que aceptar que la popularidad le agradaba en cierta medida.
-Bueno, les agradezco a todos su presencia y para terminar la transmisión, dejaremos de fondo la canción original que Seth nos acaba de tocar. Próximamente, estaremos de nuevo con ustedes para tener más: "Música para todos" –Clay finalizó la transmisión. –¡De nuevo, muchas gracias Seth! –Se pusieron de pie y le dio un caluroso abrazo. No cabía con tanta emoción, le pidió que se tomaran una fotografía, para que Seth terminara saliendo de las instalaciones.