Locas Historias Raras

La pelea

Frank, Jorge y Seth, llegaron a media tarde a la ciudad. Los padres de Jorge esperaban por ellos. Frank se fue por su lado y Seth, se hospedaría con la familia de su amigo, ya que no le permitieron irse a un hotel.

Pasaron la tarde descansando, viendo películas y riendo de anécdotas.

Se acostaron a dormir, con la habitación en total obscuridad. -Mañana iré a ver a Axel –Jorge le hizo saber a Seth, que le dio un pesado suspiro como respuesta.

Deseaba que el momento se retrasara un poco más, ya que prácticamente acababan de llegar; pero supuso que era mejor de esa manera, al menos, se libraría de esa angustia rápidamente.

Llegaron juntos a casa de Axel, para su sorpresa, los recibió en el jardín, con Jacob a su lado. Ahí estaban los cuatro, después de poco más de tres años de haberse separado.

Axel, inmediatamente fue el primero en hablar. -Mi terapeuta me ha recomendado que diga todo lo que pienso – sólo que había omitido unas cuantas especificaciones de aquella recomendación. Todos se le quedaron viendo, especialmente Seth, que ver a Axel de aquella manera, le recordaba a su amigo audaz, franco e insolente de algunos años atrás. –¡Eres un maldito imbécil, Seth! –Jorge se giró a ver al insultado, mientras Seth se mantuvo en silencio, observando a Axel. –¿Cuánto tiempo más te ibas a tomar para venir a arreglar las cosas? –La ira, se apoderó del antiguo guitarrista a gran velocidad cuando le preguntó.

-El mismo tiempo idiota, que te tomó a ti salir de esa habitación –Seth apuntó a la segunda planta, y a diferencia de Axel, estaba totalmente sereno.

-¿Crees que fue fácil ver cómo todos mis sueños se derrumbaron frente a mí en un segundo? ¿Ver cómo todos me veían con lástima? – Axel comenzó a desmoronarse, pronto Jacob puso una mano sobre su hombro, en señal de apoyo.

-¿De qué mierda estás hablando Axel? –Fue hasta ese momento, que Seth perdió la compostura. –¡Fuiste un maldito egoísta, haciendo que todo girara a tu alrededor! ¡Tuvimos que detener toda la gira porque estabas deprimido! ¡Y era comprensible, pero perdiste las piernas, no las malditas manos para tocar! –Jorge se acercó al solista, porque parecía que se le lanzaría a los golpes con todos los ademanes que estaba haciendo. –¡Tus sueños estaban frente a ti, listos para que los tomaras, y te escondiste detrás de la situación para abandonarlo todo! ¡¿No lo recuerdas?! ¡Todos estábamos ahí, viendo cómo te resistías para tocar con nosotros! ¡Incluso alejaste a Ingrid! ¡No te teníamos lástima por no caminar, nos daba pena que te habías dado por vencido! –Sin darse cuenta, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

-Lo que aprovechaste, ¡¿cierto?! ¡Saltaste a la fama! ¡Robándote todo lo que debió ser de ese “nosotros,” ese nosotros con el que te llenas la boca! -Axel no se estaba moderando.

-¡Vete a la mierda Axel! ¡Tuve que absorber los malditos contratos, porque tu maldita debilidad mental nos hundiría a todos! ¡Y no estoy hablando de la fama, estoy hablando del dinero! –Axel abrió los ojos de la impresión.

-¡Seth! –Jorge intentó que se contuviera.

-¿De qué estás hablando? –Jacob preguntó consternado.

-¡Claro! ¡Par de estúpidos! ¡La indemnización por incumplimiento nos quitaría todo el dinero que habíamos hecho, y aún así, existía la posibilidad de que quedáramos en deuda! ¡Porque fuimos unos ambiciosos imprudentes, creyendo que podríamos firmar por años para que nos vieran tocando! –Axel y Jacob, guardaron silencio totalmente conmocionados. –¡Tuve que firmar contratos, con cláusulas especiales, dónde me hacía cargo de toda la deuda de Banda Omega! ¡Hasta que tú – apuntó a Axel, – te dignaras a querer tocar de nuevo! ¡Crees que mi insistencia para que tocaras, sólo era para sacarte de tu inestabilidad mental, pero también era para salvar mi pellejo! ¡Porque Jacob – fue su turno de ser apuntado con el dedo índice de Seth – prefirió jugar al amigo fiel y al maestro de universidad, antes que ver más allá de su propia nariz! -

-¡Seth, cálmate! –Jorge estaba tomándolo por lo brazos.

Seth respiraba agitadamente, se giró tomando su cabello con ambas manos, mientras las lágrimas seguían saliendo por sus ojos, su corazón estaba acelerado y un hueco se había apoderado de su estómago. Explotó, y se preguntó si había sido lo correcto, porque la última vez que se vieron no distaba en lo absoluto de ese reencuentro; la diferencia era que Axel simplemente no quería tocar, teniendo a todos de su lado, haciendo parecer a Seth como el malo de la historia. Porque sí, Jorge también lo había abandonado, no fue sino hasta un par de meses después que él se le unió; y eso sólo fue, porque Frank le reveló la verdadera situación.

Después de algunos minutos, donde ya todos estaban más tranquilos, Axel de nueva cuenta fue el primero en hablar. –¡Vaya! Es la primera vez en mucho tiempo que me dices lo que realmente piensas – le sonrió de forma honesta, ganándose la vista de los otros tres chicos sobre él. –¡Gracias hermano! –Extendió la mano. Seth abrió los ojos, para después sonreír por la sensación de liberación que lo inundó. Se acercó para estrecharle la mano, y sin importarle la condición de Axel, lo jaló con fuerza, levantándolo y atrapándolo para abrazarlo.

-¡Después de tanto tiempo, sigues siendo un idiota! –Le dijo en medio del abrazo, con emotividad.

-¡Ya imbécil! Estoy comprometido, no puedo corresponderte –Axel bromeó, haciendo reír a todos.

Comenzaron a conversar, se sentían en una ambiente totalmente diferente; casi podían aceptar, que era como si el tiempo y los problemas no los hubieran afectado o cambiado en lo absoluto.

-Mañana habrá una reunión en casa de Ingrid, unos amigos quieren celebrar nuestro compromiso, deberían asistir –Axel invitaba a Seth y Jorge en medio de la despedida. Ambos se vieron con duda. –Va a estar Abril – agregó, sabiendo que eso lo haría aceptar.

Seth sonrió. El tema de Axel y Jacob se había resuelto de buena manera, ¿existiría la posibilidad, de que el final con Abril fuera igual de benevolente? Y con esa pregunta en su mente, aceptó.