Axel

1286 Words
Poco más de un mes pasó, Axel ya estaba de regreso en su casa; pero estaba demasiado deprimido, hubiera preferido morir a no poder caminar nunca más. Terminó con Ingrid y no quería regresar a tocar. Todos le dieron tiempo, sus padres lo llevaban a terapia psicológica y buscaban opiniones médicas para mejorar su condición, pero nada parecía funcionar. Habían pasado 4 meses cuando todos se juntaron. -Los cité porque, aunque sé que es algo fortuito lo que sucedió, ya es necesario su regreso –Frank estaba serio y preocupado, sabía la situación que estaban enfrentando con Axel. -¿Qué sugieres? –Preguntó Seth. -Que consigan un guitarrista –Frank propuso, pero inmediatamente escuchó el rechazo de todos. -¡No! –Gritaron al unísono. –¡No haremos eso! –Jacob agregaba, parándose enojado. –Hay que buscar otra solución, pero mientras, no me llamen hasta que la encontremos – y salió de la oficina azotando la puerta. Jorge se levantó, no pudo evitar que algunas lágrimas salieran de sus ojos. –Debe haber otra manera - dijo casi derrotado, se limpió el rosto y salió de la oficina. Seth trató de alcanzarlo, pero Frank lo detuvo. –¿Podemos conversar tú y yo? -Seth, se volvió a sentar en la silla frente al escritorio de su representante. -Axel y tú, siempre han sido los más sensatos; sabes que acabábamos de firmar los contratos de actuación - suspiró hondo, - y hasta es por más tiempo Seth - se escuchaba la frustración en su voz. -Lo sé, ¿qué sucedería si no cumplimos con los eventos? –Cuestionó Seth. Frank se puso de pie, se pasó una mano por su rostro frustrado. –No solo estamos hablando de la indemnización por incumplimiento, también hay que considerar la mala reputación que los perseguiría. Este medio puede ser muy noble, pero también muy cruel; puede que los acepten sin problemas como que los rechacen, y la caída puede ser devastadora. Traen a Axel de regreso, o consiguen un guitarrista – finalizó con una mezcla de frustración, enojo y tristeza; sabía lo que estaba presionando a hacer, y que para ellos no sería fácil. Seth se puso de pie. –Iré a hablar con Axel, revisa las cláusulas y ve cómo podemos arreglar esto en caso de que él no quiera regresar. ¿Podrías extender por dos meses más esto? – -Solo si tengo asegurado que regresarán – después de que Frank dijo eso, Seth salió de la oficina con dirección a casa de Axel. Cuando llegó a la casa, sus padres le informaron que Jacob y Jorge estaban en la habitación con él, así que pasó también. Cuando entró, nadie hablaba, el ambiente era muy incómodo, triste. Se sintió mal porque Axel estuviera pasando por eso, deseo haber sido él quien hubiera sufrido ese destino. No sabía qué decir, cómo convencerlo de que tocaran de nuevo, la música era todo para ellos; sin embargo, en ese momento parecía nada, parecía no ser suficiente. Se sentía patético, derrotado por no poder ayudar a su amigo, que se había convertido en un hermano, eran familia y no tenía la menor idea de cómo enfrentar aquella situación. No pudo evitar que algunas lágrimas salieran de sus ojos, y abandonó la habitación corriendo, sin siquiera haber hablado. Caminó hasta que sus piernas ya no le respondieron. Pensaba cómo podía convencer a Axel, o lo que tendría que hacer para cumplir con los eventos. Cuando volvió de sus pensamientos se hizo consciente de dónde estaba, aquella banca del malecón donde había besado a Abril por primera vez; sólo que en esta ocasión había una puesta de sol, y ella no estaba ahí. Se sentó, en ese momento sabía lo que tenía que hacer, pero por el cansancio se quedó dormido. La insistencia de la vibración en su pantalón lo hizo despertar, sacó su celular pero la llamada ya había terminado; pudo ver muchos mensajes y llamadas perdidas de sus padres, su hermana, Abril, Jacob, Jorge, todos lo estaban buscando. Corrió a la avenida y tomó un taxi con dirección a casa de Axel, les marcó a Jacob y Jorge para que se encontraran ahí, y avisó a todos los demás que estaba bien. Era las 11 de la noche cuando llegó a casa de Axel, pero no le importó. Jorge y Jacob ya estaban ahí, tocaron el timbre y sin dar explicaciones, subieron a la habitación, donde lo encontraron sentado viendo por la ventana. -Mañana vendré por ti a las 4, iremos a ensayar y si no tocas, verás a alguien más tocar tu guitarra. Tienes un compromiso y tendrás que estar ahí – fue todo lo que le dijo y salió de la habitación. Jacob y Jorge se voltearon a ver atónitos, le dijeron buenas noches a Axel, cerraron la puerta y se fueron tras de Seth. Después, lo escucharon cuando llamó a Frank, diciéndole que consiguiera un guitarrista para el día siguiente, que ensayarían a las 4. Seth no sabía si esa era la mejor solución, pero nada lo detendría, prefería morir en el intento a enfrentar el fracaso. Los dos meses que había solicitado para cumplir con su contrato, pasaron rápido. El fin del semestre, la graduación y los ensayos, donde el nuevo guitarrista tenía que aprender las canciones, le absorbía todo su tiempo. Y el estrés no lo dejaba tranquilo, cuando tenía que lidiar con la apatía de Axel, y su culpabilidad por no poder ver a Abril. -Mañana salimos –Seth habló con tono afligido, mientras pasaba sus manos por su cabello. Últimamente la música se había convertido en una pesadez; antes lo disfrutaba, era un placer, pero con los últimos eventos, ya no sentía esa dicha. –Sé que he estado muy ausente estos últimos meses. - -Está bien, lo entiendo Seth –Abril suspiró. Sabía por lo que habían pasado, todo ese tiempo se mantuvo comprensiva. Ya habían pasado por eso, poco más de un año que ella se había tenido que ir, sin siquiera decir adiós. -¡Ven conmigo! ¡Viaja con nosotros! –La tomó por los hombros luciendo desesperado, proponiéndole lo que le pareció una buena idea para poder pasar tiempo con ella. -¿De qué hablas Seth? Aún no termino la universidad, prácticamente acabo de regresar, mi familia está unida de nuevo, no puedo irme en este momento - y en su corazón no era todo lo que sentía, aun cuando vivían en la misma ciudad no estaban en contacto. Si se fuera, ¿qué haría? Él permanecía todo el tiempo con los ensayos, las presentaciones y todos los detalles que eso generaba. -Tienes razón, lo siento –Seth abrazó a Abril. Sumergidos en ese momento, Seth, sintió cómo el tiempo de nuevo los traicionaba, simplemente se empecinaba en seguir corriendo, evitando que pudiera disfrutar de la compañía de Abril, como si no pudiera aceptar todo lo que sentía por ella. Abril, sintió cómo el destino estaba obstinado en separarlos. No podía aceptar que a pesar de lo que sentía por él, simplemente se aferraban en apartarlo de su lado, como si nunca debieran haberse conocido. -No lo vas a decir, ¿cierto? –Después de aquel largo silencio, Abril dijo con temor en su voz, deseando que él no estuviera sintiendo lo mismo que ella. -No quiero decirlo, pero creo que los dos sabemos que esto es una despedida. – Unidos en aquel abrazo, seguían deseando que el tiempo y el destino se apiadaran de ellos; que el tiempo se detuviera y el destino les permitiera estar juntos. Porque cuando estaban juntos, sólo existía una de esas sensaciones raras y locas que puede ser explicada como amor.
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