Locas Historias Raras

Una noche

Tal como lo había dicho Seth, cuando Abril entró al departamento, vio a su madre dando traspiés hacia la cocina. Se burló de ella, antes de irse a dormir, había sido una noche placentera pero larga, y le esperaba otra igual.

Seth, llegó directo a su habitación a dormir; Axel, que lo esperaba, no recibió ninguna palabra que disipara sus dudas de dónde había estado. Ya que a la hora del desayuno, todos se habían reunido en la cafetería excepto Seth, juntaron la información que cada uno tenía por separado de la noche anterior, e hicieron sus conjeturas totalmente erróneas. Seth no bajó a comer con la banda, pero se acercaba la hora del ensayo, por lo que Axel lo fue a despertar.

-¿Dónde estuviste anoche? –Preguntó su amigo en tono recriminatorio.

-Con Abril –Seth salía del baño escurriendo aún agua, envuelto en la toalla y con una sonrisa, que Axel no le había visto en mucho tiempo.

-¡Así que todo este tiempo estuvo aquí! –Le dijo sorprendido. –Ingrid se alegrará de saberlo, ¿qué te dijo? ¿Qué le pasó? -

-Algo con sus padres. La verdad no quise interrogarla, se ve que aún están con problemas; prefiero que ella me lo platique cuando se sienta lista – Seth se terminó de vestir, y salieron para dirigirse al ensayo previo a la presentación.

Les platicó a todos que Abril estaba en esa ciudad, y que pasaría por ella para llevarla al concierto. Frank, no sabía quién era, ni mucho menos qué había pasado; sólo fue informado por Axel, que era la “novia” de Seth.

Eran las 6 de la tarde cuando sonó la alarma, provocando que Abril se levantara de un salto. Tomó un baño caliente y estaba indecisa con su atuendo. Salió y le pidió ayuda a su madre; la cual, le recomendó un vestido con vuelo en color celeste, sin mangas y cinturilla negra, le quedaba justo por encima de las rodillas, y unos zapatos de piso en n***o. Decidió llevar el cabello recogido totalmente, sólo unos mechones cayéndole a los lados y sin maquillaje, así como un poco de brillo.

A las 7 en punto se escucharon unos golpes en la puerta, anunciaban que Seth había llegado. Abril corrió a tomar sus pertenencias, abrió la puerta, le anunció a su madre que se iba y salió sin siquiera dejar entrar a Seth. Lo llevaba de la mano, casi corriendo por el pasillo de la emoción que la invadía; mientras Seth la observaba desde atrás, pensando en lo bonita que lucía. El elevador se abrió y justo cuando cerró sus puertas, Abril se abalanzó sobre Seth, él la tomó por la cintura y ella puso sus brazos alrededor de su cuello, le sonrió y le estampó un beso en los labios. En medio de aquel beso, el elevador se abrió, para permitirles salir del edificio tomados de la mano. Seth la dirigió a la camioneta y se fueron conversando hasta llegar al T Bar.

Cuando llegaron al bar, Abril saludó a todos, conoció a Frank y se sentó en una silla a orillas del escenario. En cuestión de minutos, el bar se llenó, pero eso no evitó que Abril disfrutara del concierto, dos horas de ver a Seth tocar. El concierto se terminó, con los integrantes del grupo extasiados una vez más, porque habían llenado el lugar otra vez. Quisieron seguir la fiesta, mientras Jacob, Jorge y Axel se fueron al centro nocturno; Seth y Abril no sabían a dónde ir, por lo que Frank los llevó con él al Hotel.

-Bien, vamos a la cafetería de nuevo –Seth tomó la decisión.

Iban caminando tomados de la mano, pero unos metros antes de entrar, Seth frenó de golpe, lo que provocó que Abril se girara de manera brusca, aterrizando en el pecho de él, quien le sonrió, puso su mano en su mejilla y sin demoras la besó. Todo sucedió muy rápido para Abril, una sensación tras otra, pero sus labios húmedos tocando los de ella, la mano en su cintura atrayéndola hacia él, le dieron una sensación electrizante, y sólo se dejó llevar por la situación.

El corazón de ambos se aceleró, y entonces sus cuerpos comenzaron actuar instintivamente. Las manos de ella se sujetaban del cabello de Seth, despeinándolo; y las de él en la espalda de Abril, atrayéndola más fuerte hacia él, sólo quería tenerla en contacto con su cuerpo. La extensión del beso, hizo a ambos ansiar más, mientras se saboreaban uno al otro, el placer comenzó a manifestarse.

Fue Abril la que terminó el beso abruptamente, para fijar su mirada en él. –Vamos a tu habitación –Seth, detectó la necesidad física de Abril en la frase, y él era consciente de la suya. –¿Estas segura? –Le respondió con una pregunta.

Abril podía sentir la necesidad física de Seth, y ella era consciente de la suya. –Sí. –

Seth tomó de la mano a Abril para guiarla al lugar ansiado, ambos sintieron el camino muy corto cuando llegaron a la habitación. No perdieron tiempo y el beso continuó. Abril, tomó un ligero impulso y enredó sus piernas en las caderas de Seth, quien con sus manos la sostenía de sus glúteos por encima del vestido, caminó hacia la cama y se sentó con ella encima. No había lugar a dudas, el deseo se estaba manifestando en los dos. Con la mente en blanco, concentrándose sólo en las sensaciones, Abril paseaba sus manos por el rostro, el cuello y el cabello de Seth; él abandonó los labios de Abril, seguía tocando la piel de su rostro con sus labios, bajando hasta su cuello, donde ella sólo movió su rostro para darle paso a los besos. Al mismo tiempo, Seth levantó delicadamente su vestido, para tocar los muslos desnudos de Abril, lo que provocó una ligera exhalación de placer en ella; subió lentamente sus manos hasta la cadera, y pudo sentir la ropa interior, el ligero roce lo hizo extasiar; pero quería disfrutarlo, quería hacerlo lento, llevarlo al extremo.

Un sonido en el exterior los hizo paralizarse súbitamente, escucharon cómo en cámara lenta la puerta se abría. Seth sacó las manos del vestido de Abril, la tomó de la espalda como en un abrazo, y se paró con ella sin dejar de besarla, haciendo que ella solo estirara las piernas para ponerse de pie.

-¡Lo siento! ¡No vi nada! ¡Ya me voy! –Ese era Axel, que iba entrando. Cuando los vio besándose, se regresó de nuevo con dirección a la puerta, mientras Seth dejó de besar a Abril, la miró a los ojos y le sonrió. Ella sonrió de lado, como apenada.

-Sólo nos estábamos besando – la voz de Seth se escuchó frustrada.

-¡No! ¡Está bien! ¡Ya me voy! –Mientras Axel dijo aquello, Seth abrazó a Abril.

–¿Estás bien preciosa? – Le susurró, y ella asintió con la cabeza; ya que la última palabra, hizo que su cuerpo se estremeciera.

-¿Y adónde vas a ir? Si ésta es también tu habitación –Seth le habló a Axel.

-¡Lo siento! ¡De verdad! -Axel que ya estaba en la puerta a punto de salir, se regresó. –Es que Jacob y Jorge otra vez tienen fiesta en su habitación – mientras dijo aquello, abrió mucho los ojos para que Seth entendiera a lo que se refería. Siempre trataba de escapar de aquellas situaciones, porque él tenía novia. Anteriormente no había tenido problemas, ya que para él, Seth estaba obsesionado con Abril, no le interesaban otras chicas, por eso compartía habitación con él. Pero ahora que la había encontrado y estaba ahí, era lógico que aprovechara ese tiempo, y era más que obvio que él había llegado en mal momento.

-Está bien Axel – le dijo Abril, que se giró para quedar de frente a él, aún en los brazos de Seth. –Cuéntame, ¿cómo está Ingrid? -

Los tres se dirigieron al balcón que tenía la habitación. Sólo había dos sillas, por lo que Abril se acomodó en el regazo de Seth. Conversaron de Ingrid y algunas anécdotas de la gira, repentinamente Abril se quedó dormida en los brazos de Seth, después de haberse concentrado en escuchar los latidos de su corazón. Él, dulcemente la dejó en su cama y salió para continuar hablando con Axel; pero duró muy poco, porque le dijo que estaba cansado y también se iría a dormir.

Seth no podía dormirse, tenía que regresar a Abril a tiempo. Estaba parado en el ventanal que conectaba el balcón con la habitación, frente a él estaba la cama donde descansaba ella. Observaba lo hermosa que era, aquella tenue luz nocturna que la iluminaba, simplemente resaltaba su perfecta figura. ‘Abril,’ pensó y recordó una canción, fue por la guitarra y se sentó de nuevo en el balcón. Dedicó su atención unos segundos más a la figura que yacía en la cama, y luego cambió su atención a la guitarra, comenzando un arpegio.

Abril, escuchó entre sueños música y abrió los ojos, Seth estaba en el balcón tocando su guitarra. Cuando se levantó, lo vio concentrado tocando, y lo escuchó al comenzar a cantar:

“Llevo horas despierto

Mirando tu cuerpo

Sin poderlo creer

Cuidando tus sueños

Del amanecer

Nuestro tiempo se acaba

Es algo finito

No tiene razón

Escucho el latido de tu corazón.”